Ya se que a mucha gente no le interesará mi vida, que para mas de cuatro seré un completo desconocido, pero acabo de salir... bueno, mejor dicho, estoy saliendo de la espiral en la que involuntariamete entré hace unos meses y me gustaría compartir mi relato con todo el mundo, y ese "todo el mundo" incluye a los foreros de esta comunidad de la que me siento orgulloso de pertenecer desde hace ya varios años, pues leer ayuda a evadirse, y en este foro se lee y se aprende mucho.
Mi vida cambió radicalmente el pasado mes de Abril, nada mas acabar la última edición de la feria Expoocio. La verdad es que acabé bastante mal, supercansado y muy, muy destrozado anímicamente. Ni que decir tiene para los que me conozcais que soy vigilante de seguridad, y os comento que el mes de marzo lo acabé con un cómputo de mas de 310 horas trabajadas.
Por fin llegaron los ansiados dias de descanso, pero en lugar de descansar, me dió por replantearme mi vida.
La que entonces era mi novia, y futura esposa, seguía comportándose como siempre, es decir, pasaba mas tiepo con su familia que conmigo, como es lógico, pues yo trabajaba demasiao. (Nos queríamos casar en septiembre y vinieron muchos gasto, pero yo ya no era el mismo). Comencé a anlizar minuciosamente cada punto de mi vida hasta llegar a replantearmela haciéndome preguntas tipo ¿La quiero?, ¿Merece la pena una vida como la que llevo?, me plantee retomar las riendas de la relación, intentar arregar las cosas, pero ya era tarde. Siempre que quería quedar con ella cuándo los horarios me lo permitían se iba con los padres, siempre que quería ir al cine ella no quería porque decía que solos no íbamos a ir.
La gota que rompió el vaso (si, amigos, digo rompió porque ese es mi mayor defecto, que aguanto, aguanto, y no me quejo hasta que reviento), llegó en Semana Santa, cuando me la plantee salir fuera unos dias y ella se negó, ya que todos los años íbamos a ir con los padres y ella no iba a cambiar esa costumbre tan arraigada. Ella se marchó y yo me quedé. Curiosamente ese domingo fué nuestro aniversario y ella no estuvo.
Cuando llegó del pueblo comenzaron las peleas desembocando en una ruptura que se produjo sobre el dá 19 de Abril, a casi cinco meses de la boda. Me panté y la dije que no la quería, que no me casaba y que me iba.
No solo no razonó como las personas, sino que amenazó con suicidarse. Su padre, que trabaja como directivo en el servicio donde yo estaba, bajó a"hablar" conmigo, dicendo que no quería qe su hija se tirara desde un puente. Yo le planteé la situación y le puse los puntos sobre las ies, diciéndole que no quería ser un desgraciado como el, que la relación que llevábamos era mas de familia que de pareja, y yo soy de los que dice que mas de dos son multitud.
Bueno, pues a todo esto yo me vi coaccionado, tanto por su amenaza de suicidio, como por los comentarios que me hizo el padre, con lo que seguí adelante con la boda.(Pese a que yo no quería e incluso la plantee irnos a vivir juntos una temporada para ver que ocurría, pero sin casarnos.).
Fueron unos meses muy duros hasta que llegó el enlace. (Incluso me dió un ataque de ansiedad donde llegué a caerme al suelo cuando a un mes de la boda tuvimos una bronca monumental cuando los padres de ella, que después han negado meterse en nada, decidieron cambiar el menú de la boda por considerarlo "pobre", ya que una prima había puesto mariscada y claro, ellos también querían comer patas de centollo ese dia.)
El tan "esperado" dia llegó. Yo me plantee sonreir todo el rato, pues los invitados no tenían culpa de nada,además, mi tio acababa de fallecer tras una larga enfermedad, y todos sus hijos habían venido a la boda pese a que estaban destrozados.. Los que me conocen de verdad saben que ese día mis ojos indicaban lo contrario que mi sonrisa, pero de su parte nadie se dió cuenta.
Comieza el viaje de novios y comienza la odisea. Desde el día de la boda no pararon los insultos y las peleas por lo mal que me había portado con ella ya que la había arruinado el dia mas feliz de su vida.
Yo cada vez estaba mas hundido, pero el punto de inflexión no había llegado todavía, ya que mi mejor amigo se suicidaría el día 14 de octubre. (Ya postee sobre ese asunto y no quiero volver al tema.) De la rabia me partí la mano al golpear la taquilla, y estuve hasta el dia 2 de enero de baja. Todo el día en casa, todo el día con ella, y todos los fines de semana con bronca porque ella quería irse con sus padres a la parcelilla que tienen y a mi no me daba la gana, y mas cuando la madre me despreciaba continuamente por haber hecho daño a su hija.Cada vez iba a peor, incluso me plantee quitarme de en medio. Me di cuenta que no estaba bien, pero decidí no ir a un psiclogo. Tenía miedo.Me dediqué a salir a la calle y a observar a la gente. Ver los motres qe mueven sus vidas, habar con ellos. El consejo mas valioso que me dieron lo hizo el dueño de la tenda de disco a la que soy asiduo, el cual me comentó que hay muchas formas de quitarse de en medio pero no tiene porque ser drásticas. Simplemente empezar de cero.
A partir de ese momento comencé a plantearme como sería mi futuro. Tenía claro que me quería separar. Llevaba tres meses casados, poco, pero suficiente para valorar que no merecía la pena seguir con el paripé. No la quería, no la aguntaba mas y punto.
Llegó nochevieja, la pasamo con su familia y ni nos esperaron para empezar a cenar. Todo fueron caras largas esa noche. Tocaron las uvas y pedí un deseo, otra oportunidad, que al finalizar el año que entraba no me viera en esa situación.
En febredo llegó la bronca definitiva en la que la senté y nos separamos definitivmente: Ella a su casa y yo a la mía. Curiosamente el día antes de mi cumpleaños.
Me separé, cogí las cosas y me fuí a casa de mis padres. Ya el dia 5 de enero solicité el cambio en el trabajo para no seguir en el IFEMA, ya que me ofrecieron quedarme en la T4 en el centro de control (el de las cámaras), pero se negaron considerándome "imprescindible". Cogí a mi inspector y le fuí a las claras, contádoselo todo, y el da 1 de marzo se hizo mi cambio, a cuidar la casa de una condesa. Un sitio estupendo, con dos perros.
Ahora estoy pendiente de mi operación de la vista y de sacarme las oposiciones para ingresar en la Guardia Civil. He conocido a una chica y estoy en proceso de "enamoramiento", vamos, conociéndola de verdad.
Cuando acabe todo esto pienso ir a un psicólogo para tener una charla con el y que me apriete los tornillos que puedan quedar sueltos, porque haberlos hailos.
El motivo de este tocho es animar a todo aquel que se encuentre mal a tirar hacia adelante sin mirar atrás, que las huellas las acaba borrando el viento. Siempre nos esperan aventuras y gente maravllosa a la que conocer y además tenemos la ventaja de analizar los errores pasados, asumirlos, corregirlos o en su defecto, no volver a cometerlos.
Un abrazo y gracas por leerme de nuevo.
Sergio