Para mi Andy es uno de esos actores que no supieron consolidarse en su día, como Dennis Quaid, ya que llegaron a tener a Hollywood en el bosillo, pero por sus erróneas decisiones se convirtieron en uno más de tantos.
El momento clave de Andy es claramente en 1990, cuando acababa de protagonizar El padrino III, y se hablaba de él en todas partes. Además ya llevaba a sus espaldas papeles de peso en Los intocables, Asuntos sucios, etc.
Pero fue eso, y acabarse la buena racha. Una serie de pelis para olvidar (mención aparte para la hiperdulzona Cuando un hombre ama a una mujer y la sosísima Días de gloria, en la que un Andy multiplicado por dos nos demuestra que puede ser demasiado para nuestro estómago.... ) le han relegado a la condición de secundario de lujo en Ocean´s eleven y demás.
Solo salvo de esta etapa el thriller de Schroeder que hizo con Michael Keaton, Medidas desesperadas, creo que se llamaba.
No he visto la que hizo con Lumet ni la de Denver, aunque me han hablado muy bien de esta última.
Es curioso, porque como actor me parece muy correcto, llora muy bien, y en Asuntos sucios lo bordaba el tío, casi a la par que Richard Gere.
Pero bueno, otro más que será olvidado en el futuro.