Viendole en los serrano hacer las mismas chorradas semana tras semana (el tono histérico diciendo"dios mio, no, no, que me llevas a la ruina" mientras se lleva las manos a la cabeza o el tono serio de " no me dejes, por favor" que le dedica a alguna mujer mientras traga saliva ) creo que este tío se ha vuelto un comodón.
En su tiempo parió algunas interpretaciones memorables, como la de la buena estrella o la caja 507, pero lo ultimo que le vengo aguantando es para darle el título de actor pesao del cine español, quitandoselo a Imanol Arias.
Lo malo es que este estereotipo ya lo hacía en los 80: el currito cabreado que saltaba a la mínima y basaba su gracia en eso, en verle enfadado.
Me parece un tipo bastante sobrevalorado y limitado, al que hay que saber dirigir, porque sino, te hace lo mismo de siempre.