Sin tantas pretensiones, intenciones de lecturas subliminales (que no llegaron a puerto) y con menos secuencias imposibles y absurdas. Una sencilla aventura entre bestias prehistóricas para amantes del género que, burla burlando, ahí queda con agrado para el recuerdo de los que no padecemos los complejos de la paternidad noble. Ésa que hace que peliculones como Son of Frankenstein o Dracula Has Risen from the Grave dejen de considerarse por no llevar el marchamo de grandes genios como Whale o Fisher.