Para entender la importancia de estos papeles, domingo, hay que recordar la historia reciente.
En el 36, la Generalitat era (como ahora) el gobierno legítimo de Cataluña, dentro de la República Española.
Cuando acabó la guerra, se anularon por decreto la Generalitat, el estatuto de autonomia, y se incautaron todos los papeles de este organismo, el de muchos ayuntamientos, y los de muchos particulares.
Esta documentación sirvió durante años para la represión que siguió a la guerra.
Debe recordarse que en Cataluña la represión fue especialmente dura, donde se prohibió el catalan, se fusiló al presidente Companys y a un montón de gente que estan en fosas comunes. Mi madre todavia recuerda el ruido diario de los fusilamientos, bastantes años despues de acabada la Guerra.
Devolver estos documentos a sus legítimos propietarios, lejos de un acto revanchista, es la restitución de la memoria histórica.
En plena democracia, se trata de restaurar aquello que se nos robó a punta de bayoneta. No se trata de poder estudiarlos mejor. Se trata de la restitución de la dignidad.
Lo triste es que se ha perdido una oportunidad para la reconciliación. Esto, en España, solo ha generado más anticatalanismo. Pero claro, a algunos les sale rentable políticamente.