Hay quienes se sienten molestos por el ultraje cerúleo de Arnold y el Predator. Yo, entre ellos. Pero me indigno más con la lejía de Drácula. Y es que hay una diferencia notable: todos podemos tener la edición granuda de Arnold y el Predator; pero me temo que tendremos que acostumbrarnos a la sacarina... ¡Perdón! A la lejía quería decir.