Efectivamente, es otra cosa, literalmente.
Kimchi y similares simplemente se dedican a la edición limitada para coleccionistas como objeto, ofreciendo una presentación exclusiva (por lo general en steelbook en varios modelos), pero no son un sello editor como tal, no pretenden tener un catálogo interesante, no intervienen en la generación de los materiales, y se limitan a licenciar títulos ya editados por otros que creen que pueden vender en esa clase de mercado. Su target de público es el coleccionista.
Indicator, por el contrario, está en la línea de Criterion, Arrow o Eureka, y su target es el cinéfilo. Su intención es ir creando una "escudería" propia con títulos seleccionados por su calidad y/o interés particular, que se encargan de presentar en las mejores condiciones audiovisuales posibles y acompañados de sustanciosos y abundantes extras. Todo ello en un envoltorio extremadamente cuidado que se preocupa de rescatar materiales promocionales originales, adaptados convenientemente.
El tema de sus ediciones limitadas de nuevo los acerca más al modelo de Arrow, por ejemplo, ofreciendo primero una edición inicial limitada más cara (y también más costosa de producir) y, posteriormente, una segunda edición que recorta los aditamentos físicos (el libreto interior, básicamente) para ofrecer una versión más asequible, pero con los mismos contenidos. Esa fórmula les permite aquilatar mucho mejor sus lanzamientos y vendérselos a dos perfiles diferentes de comprador, en lugar de ofrecer una única edición que siempre dejaría descontentos a unos u a otros, según por cuál se optara: los más exigentes echarían de menos los "accesorios", y los que sólo quieren la película se negarían a verse obligados a pagar más por elementos que consideran superfluos y que no les compensan un mayor precio.
En mi caso, yo ya tenía algunos de sus títulos en edición limitada de la norteamericana Twilight (estos sí, bastante más caros de lo normal y sin mucha justificación, con una presentación mucho más mediocre), como 10 RILLINGTON PLACE o FAT CITY, y he optado por deshacerme de ellos y comprar en su lugar la edición UK de Indicator.