Iniciado por
Casiusco
La estrategia de FNAC ante esta campaña ha sido un pequeño gran desastre.
Después de mucho tiempo, esfuerzo, y dinero, invertido durante años -y distintas campañas- en posicionar la marca FNAC como referencia de venta en su mercado on-line, intentando del mismo modo proyectar y fortalecer la presencia y alcance de sus tiendas físicas, ahora, sin mayor necesidad, facilitan un buen impulso a la revalorización -si no resurrección- de ese viejo dinosaurio que ha sido aquí hasta ahora "El Corte Inglés".
De hecho, la campaña configurada este último fin de semana ha conseguido hacer posible que tiendas con menores recursos hayan alcanzado mayor aceptación -y mejor imagen- que FNAC.
Llegados a este punto, podríamos probar a elucubrar si las posiciones adoptadas han sido mera obligación del guión, derivado del estado, política y necesidades actuales de FNAC. Pero, después de ver la oferta que supone esta nueva Cyber-semana, nos damos cuenta de que no, no era por obligación; advirtiendo con facilidad que, simplemente, este noviembre no se supo leer la realidad del mercado de manera acertada y provechosa.
¿Qué ocurrió? ¿Cómo se pasó de un primer momento donde todas las tiendas minoraban -en apariencia- su perspectiva de ofertas para el Black Friday de este año, a acabar asumiendo este descalabro? ¿Qué te lleva a pasar de moverte con tanta agilidad y perspicacia en anteriores ejercicios a esto?
Si digo "esto", no es por haber vendido menos de lo ¿deseable?. Ni tampoco por haber visto golpeado su línea de posicionamiento en el mercado, así como la proyección -y ruido- que esta campaña implica a posteriori desde hace algunos años. Tampoco por el impulso y sorprendente protagonismo que le han dado a la competencia como posibilidad de compra ventajosa y factible.
Si digo "esto", me refiero a que, después de un Black Friday decepcionante, y lo que eso implica en términos de imagen y mercado, la solución, o el siguiente paso, ha sido una campaña semanal donde se ofrece a los compradores un 50% que ya han tenido, a un público que potencialmente ya ha gastado, para que, si alguien intenta volver al entorno de compra de FNAC.es, se encuentre que la mayor parte de los productos que en este momento podría pensar en comprar figuran -artificialmente- con la misma etiqueta que se le adjudica a los ítems que están descatalogados.
"Esto" es mucho más grave y perjudicial que una mala campaña de rebajas u ofertas. Porque algo así hace que el comprador no sólo gaste menos en FNAC, sino que, cuando ahora -si hay suerte- estos "cyber" días va a comprar a FNAC.es, se sienta "puteado"; hace que sienta que le están tomando el pelo, o que FNAC asume que es fácil engañarlo. Indisponible. Indisponible. Indisponible.
Como si, en el fondo, ese descuento del 50% fuese un señuelo que, al menos en cierta medida, no se está dispuesto a cumplir. Y un comprador cabreado, decepcionado, o que cree que le están "puteando", es mucho peor -y mucho más negativo- que un comprador que, simplemente, en una ocasión acudió a la competencia ante una oferta mejor.