Pequeña obra maestra, perteneciente al género de las road movies, que acabo de revisar en DVD, confirmándome todo lo que siempre he pensado de ella.
El guión es de Eric Red, responsable de la también magnífica cult movie "Los viajeros de la noche" (con la que comparte la fobia hacia los autoestopistas) con todo lo que ello conlleva: desiertos, amplios cielos azules de nubes blancas, carreteras secundarias, bares de carretera... dirigida por Robert Harmon, de oscura carrera posterior (todo lo que puedo recordar de él es algún sub producto de Van Damme) y protagonizada por Thomas Howell, Rutger Hauer y Jennifer Jason Leigh.
El joven Jim Halsey (Howell) conduce un coche por encargo hasta San Diego. Una noche de lluvia, está a punto de quedarse dormido al volante, y para distraerse, recoge a un autoestopista (Hauer, en su mejor papel junto a Blade Runner) de mirada distraída y aspecto extraño, que dice llamarse John Ryder (¿era ese su verdadero nombre?). La escena del inicio, con los en el coche y Hauer comportándose de forma irracional, es sencillamente magnífica: te sube los cojones aunque ya hayas visto la peli, consigue ponerme realmente nervioso. Hauer disfruta con el desconcierto del muchacho ante sus idas de olla, (si es posible recrear una mala pesadilla en una película, esa escena es lo más cercano a conseguirlo que he visto jamás) y finalmente, le saca una navaja y anuncia sus intenciones: va a matarle, tal y como mató al último tipo que le recogió. Lo único que quiere es que Jim trate de impedirlo, pero este se ve incapaz. No obstante, en el último momento, logra echarle del vehículo y reemprende su viaje.
Este será el inicio de su viaje por el Infierno, en el que John será su guía. A partir de entonces, el autoestopista cargará la carretera de muertos, y hará caer la culpa sobre Jim, que es detenido por la policía. Solo una joven camarera a la que acaba de conocer (Leigh) intenta ayudarle.
Lo más alucinante de la película es que Hauer se las ingenia para joder al chico y ponerle obstáculos en el camino, y la relación que hay entre ellos: cuando Jim no se ve capaz de echarle del coche, le desprecia, pero cuando consigue echarle, John parece aceptar algún tipo de reto, es como si estuviera buscando a alguien que le de la talla, y adopta una especie de tutela del chico, intentando guiarle, siempre a través de disgustos, llegando a adoptar una actitud paternalista. Y en ese sentido, logra completamente su objetivo, porque el atemorizado chico, que llega incluso a pensar en el suicidio cuando la situación se ha ido de las manos sin solución posible, acaba... bueno, mejor que lo veáis por vosotros mismos...
Una interpretación magistral, una gran banda sonora de Mark Isham (que me recuerda a "La cosa") y una imagen clásica: la Leigh atada de pies y manos entre dos vehículos que van en direcciones opuestas junto con la relación entre el chico y su guía/torturador (incluso un policía llega a comentar que hay algo extraño entre ellos) y en general, un ambiente de pesadilla que recorre toda la peli y consigue lo que pocas películas consiguen hoy en día: acojonarte. No hacerte pegar botes en la silla (aunque sustos de esos ´hay) sino inquietarte, revolverte, incómodo, y cuando acaba la peli, no puedes dejar de pensar en ella.
Un clasicazo que cuenta con secuela (con Gary Busey tomando el relevo de Hauer) y un remake en preparación por favor, no...