Jordi Tárrega i Querols, orondo representante de la burguesía catalana, entra una mañana en su habitual sucursal de la Caixa de Catalunya y se dirige a un mostrador.
- Bon día, don Jordi. ¿Qué querría?
- Bon dia. Vengo a solicitar un crédito.
- Encantado de atenderle, don Jordi. Veamos... ¿qué cuantía solicita?
- Cien pesetes.
- ¿Cien...? Por favor, don Jordi. No es necesario solicitar un crédito por esa cantidad. Puede usted retirarlo de cualquiera de sus cuentas. ¿Lo saco de su cuenta corriente o de su libreta de ahorro?
- ¡He dicho que quiero que se me conceda un crédito por 100 pesetes! Si no me lo conceden, cancelo la cuenta, la libreta, el fondo de inversiones y me voy a otro banco.
- ¡Oh, no, don Jordi, por favor! No me malinterprete. Desde luego no tenemos ningún inconveniente en concederle su crédito, faltaría mas. Bien... ¿qué plazo desea?
- Un mes.
- Bien, como es un plazo corto le aplicaríamos un interés de un 10%... pero por ser usted uno de nuestros mejores clientes, lo dejaremos en el 5%. ¿Le conviene?
- Molt bé. Como garantía, quiero dejar el Mercedes.
- ¿El Mercedes? ¡Pero, don Jordi! Por esa cantidad no es necesario qye bis deje una garantía tan cara. Además, tratándose de usted, sobra cualquier garantía...
- ¡He dicho que quiero dejar de garantía el Mercedes! ¡Si no me lo aceptan, cancelo la cuenta, la libreta, el fondo de inversiones y me voy a otro banco!
- ¡Oh, no, no, don Jordi! ¡Por favor! Aceptamos con mucho gusto su garantía, claro que sí... Puede dejarlo en el parking de la oficina. Ahora, no tiene más que firmar aquí... Eso es... Muy bien, don Jordi. Muchas gracias y a su disposición. Hasta pronto.
Don Jordi llega a casa y se dirige exultante a su mujer:
- ¡Montserrat, ya nos podemos ir de vacaciones! ¡¡He encontrado parking vigilado para el Mercedes durante un mes, y por sólo 5 pesetes!!
PD.: No es que los catalanes sean "agarraos-peseteros"... ¡¡¡Lo que son es buenos comerciantes!!!