Abro este post para ver si podéis volcar momentos o películas que os hayan creado algún tipo de sensación física importante, de marcaros incluso, en un acto que os haya incluso educado, para bien y para mal.
El motivo por el que lo abro es porque creo que eso es lo que nos suele hacer a los cinéfilos pirados, esas sensaciones que nos hacen buscar y buscar más entre el cajón desastre.
Y el motivo más conciso es Bob, bob, bob, el hijo puta de la serie Twin Peaks. Me la acabo de comprar, voy por el capítulo 10 (segundo de la segunda temporada) y no puedo sino ver al mal cada vez que sale en pantalla. Eso y la puesta en escena audiocontaminada de Lynch me vuelve absolutamente loco y me crea una repulsa atractiva que me tiene completamente drogado con la fabulosa serie (ríete tú de Perdidos y esas mandangas).
No es ya solo el miedo que me da EL MAL (BOB), es la sensación de drogadicción que siento cada vez que hablan de él o sale en pantalla.
El plano de Bob viniendo hacia cámara, en la casa, con la visión de la prima de Laura, nos movió de tal manera del asiento que aún no lo asumo del todo. Si con 31 años y con tantas películas a las espaldas aún hay Bobs por el mundo y sensaciones parecidas, por mi parte no saldría del jodido proyector, que le dieran por culo a mi manutención.
Bendito cine, cuando viene bien amanearo.