El veredicto (Het Vonnis)


SINOPSIS:

Luc Segers lo tiene todo para ser feliz: una mujer y una hija maravillosas y un próspero futuro como director de una gran empresa. Una fatídica noche, su vida cambiará radicalmente y se verá despojado de todo lo que le daba sentido. Sin nada que perder y ante la negligencia y el abandono de la ley, comienza una lucha desesperada que hará tambalearse al Estado de derecho.


CRÍTICA:

La venganza en un estado de derecho sin Seagal ni Neeson

Incontables veces a Steven Seagal (entre muchos otros habituales) le han matado a la mujer y/o hijos (en la ficción, claro), por algún resquicio legal o por el motivo que sea, se libra el criminal y él emprende su particular venganza personal para tomarse la justicia por su mano. Me atrevería a generalizar y decir que todos empatizamos con su vendetta ante tal crimen sin castigo y acabamos el visionado con la sensación de que se ha hecho justicia. Lo que da para tantísimas películas del género, el director belga Jan Verheyen le quita la acción y los mamporros y lo convierte en la premisa inicial del drama judicial que nos ocupa.

Un hombre normal, impoluto en todo sentido, felizmente casado, padre de una preciosa niña y a punto de convertirse en jefe de su empresa, recibe el revés de la muerte de las dos personas que más quiere a manos de un violento criminal sin ninguna justificación para ello. Además, por un resquicio legal, un papel sin firmar, este queda libre. El debate interior parece inexistente a ojos del espectador: que lo pague, sea como sea, Seagal y Neeson no se lo pensarían. En las películas de acción que rozan la fantasía, el protagonista lo mataría, al igual que todo aquel que se cruzara en su camino y lo haría impunemente e incluso sería aclamado al final y si me apuras le darían la llave de la Casa Blanca. En un estado de derecho, el vengador se sienta ante un tribunal, un jurado y es juzgado.

La cinta plantea un interesante debate moral: en un caso así, ¿es justificable el asesinato? Los medios de comunicación y la sociedad no parecen tener dudas, pero ¿qué precedente sentará esto? ¿Se rompería el estado de derecho y se volvería a la Edad Media abriendo la puerta a que cualquiera pudiera tomarse la justicia por su mano? Una buena cinta con buenas interpretaciones, buen pulso narrativo y buen acercamiento al tema, abarcando todos los estamentos que pueden entrar en el dilema. No se hace para nada pesada, ni en su parte más puramente judicial con buenos alegatos, pero quizá tras su potente inicio e interesante planteamiento del debate moral, ha mostrado sus mejores cartas y su mensaje no es tan potente como parece sobre el papel. Pero no quita que sea un buen y recomendable film.

Nota: 6'2