Se me había "escapado" en su día esta cinta de acción y de institutos conflictivos, dirigida en 1982 por Mark Lester. La que si habia visto es Curso 1999 sobre profesores cyborgs que acuden a poner firmes a unos cuantos punkies.
Animado por la promesa de violencia fácil y serie B ochentera, alquilé esta peli ayer por la tarde, y por la noche me dispuse a verla.
Pues bien, nada resultó como yo había supuesto, y vi la película más deprimente de mi vida, con momentos que te hacen desear escupir sobre el género humano.
Por ser una peli de acción sin muchas pretensiones, bastante serie B y con actores desconocidos (con un par de excepciones) estoy seguro de que, para muchos, esta peli no merecerá una parrafada como la que voy a soltar a continuación. La película mezcla todo lo que puede ofrecer el género de institutos: alumnos delincuentes cabrones sin motivación, alumnos incomprendidos con gran talento, y tramas tipo "Yo soy la justicia". Pero pasemos a la historia, no sin advertir que soltaré spoliers a diestro y siniestro.
Tras un texto que nos advierte que, lamentablemente, la película está basada en hechos reales, vamos con la historia de Andy Norris, un inocentón profesor novato, acude al Instituto Lincoln, uno de los más conflictivos, para dar clase de Música. Ya en el aparcamiento conoce al profesor de Biología Corrigan (un excelente Roddy McDowall, practicamente todas las escenas en las que sale son terriblemente deprimentes) que le dice que el lema de la escuela podría ser "cierra los ojos" y que asegura amar a sus animales porque ellos solo se matan entre si con un buen motivo.
Cuando entran, Andy se sorprende de ver guardias, cámaras y un detector de metales. "¿Es necesario?" pregunta, atónito. No solo es necesario, es inútil, los que aún no han pasado pasan navajas a los que ya están dentro en las narices de Norris y de los guardias, pero Corrigan le explica que "una vez estén dentro, no es problema nuestro".
En la clase de Musica hay gente de bastante talento (incluyendo a un pipiolo que entonces solo firmaba como Michael Fox, sin la J) pero también está Stegman, un tipejo con pintas muy punkies/ochenteras que arrastra consigo una banda de memos. Todos son traficantes de drogas, y en los primeros minutos des la cinta podemos verles hacer lo normal: robar a los chavalines indefensos y pelearse con los negros que quieren pisarles el negocio.
Pero cuando Norris echa de clase a Stegman y los suyos (a pesar de que Stegman tiene un asombroso talento para tocar el piano) e intenta que los echen por tráfico de drogas, descubrirá que el lema del director, y de la policía, cuando la situación se agrava, es "Si no hay pruebas, no hay delito". Los cabrones le hacen una putada tras otra, intentan matar a Michael J. Fox para que este no le cuente a la poli que un amigo suyo se suicidó debido a la droga que le vendieron, le destrozan el coche y asesinan y despellejan a los animales del profesor Corrigan cuando este intenta ayudar a Norris a pescar a Stegman y su banda.
Corrigan, sintiéndose fracasado como profesor, en una de las escenas más impactantes, decide dar clase con una pistola, y hacer luego un examen oral, pistola en mano, por lo que es expulsado y luego muere en un accidente de coche cuando intenta dar una lección a Steigman.
Este, ante los ojos del cada vez mas asombrado Norris, se da una paliza a si mismo contra espejos y botiquines, y luego le acusa de agresión, lo que casi le cuesta su puesto.
Hasta entonces, pensaba que Steigman era el tipico maton sin muchas motivaciones, que seguro viviría en un barrio marginal con un padre en la cárcel, como pasa en todas estas películas.
Pero no, vive en una mansión, con una madre comprensiva y tolerante (tal vez demasiado). Así pues, no hay excusa para lo que hace.
Finalmente, Norris entra en el juego y le destroza el coche, Steigman le acusa, pero Norris le dice, que si cree que ha sido él, que lo demuestre.
Cuando Michael J. Fox despierta en el hospital, Norris le convence [goto=]para que hable, y entonces empieza la parte tipo "Yo soy la justicia" con el secuestro y posterior violación de la mujer de Norris. Durante un concierto ofrecido por la orquesta de música, Norris persigue a los matones y los liquida uno a uno, de formas bastante gore. Frase lapidaria final con mala leche, y ya queda despachada una de las películas de este sub género más demoledoras, aunque insisto, probablemente la intención solo fuera proporcionar un poco de acción y violencia.
Aunque me gustaría recomendarla, solo para los que tengan ganas de comerse la cabeza un poco con el tema. Si no, mejor alquilar "El rector" al menos te ríes con Jim Belushi.