Pues me parece que este tipo de directores son siempre necesarios en el cine, para cuando quieres tener un reto cinematográfico delante y exprimirte un poco la cabeza y no te lo den todo mascado.
Y de paso para que te deje sensaciones extrañas con sus historias. Estar viendo una de sus películas y pensar que no te está gustando... termina, y dices, no me ha gustado mucho pero... algo hay ahí que te hace pensar si esto es así o no, porqué este personaje hace esto y porqué aparece tal objeto o... vamos que tengo que volver a verla sí o sí. Y entonces se te encienden las luces y dices... he visto una película, con todas las letras.
Algo así me pasó con Mulholland Dr. y desde entonces me encanta descubrir cosas nuevas en cada visionado. Carretera perdida, con imágenes y escenas impactantes, Patricia Arquette sobre todo.
Y hace poco descubrí la increible El hombre elefante, para mí su mejor película, evocadora, fantástica y conmovedora.