Supongamos que se encuentran ante la siguiente situación:
Desean tener acceso a algún tipo de servicio gratuito en Internet, por ejemplo, un periódico. Este les pide que se den de alta como usuario para lo cual deben introducir un correo. Todo gratis y sencillo. Problema. Al dia siguiente el buzón lleno a rabiar. Mi solución rápida es poner como dirección de correo electrónico ratzinger@vatican.it (antes karol@vatican.it), pero claro, ellos que se las saben todas, le obligan a confirmar la dirección con un código o enlace que se halla en un mensaje enviado a la dirección que ustedes han suministrado.
Pues no se preocupen más. Con PookMail se acabó el problema. Ustedes introducen en el periódico de marras la dirección de correo pericodelospalotes@pookmail.com y tan tranquilos. Cuando les digan que han enviado un correo de confirmación, ustedes van a PookMail, preguntan que ha llegado a nombre de pericodelospalotes y sin contraseña, ni altas, ni nada, se lo mostrarán. Ojo, que en vez de pericodelospalotes@pookmail.com pueden utilizar cualquier dirección acabada en @pookmail.com.
Ala, ala, ya pueden ver porno tranquilamente