Iniciado por
mad dog earle
Cuando Miranda enferma de gravedad, Fowles pasa a la segunda parte, un diario escrito desde la desesperación por Miranda, el cual nos ofrece otra perspectiva sobre lo ya narrado. En él vuelca sus sentimientos, sus angustias, su odio respecto a Frederick (al que llama Calibán, en referencia al personaje de la obra de Shakespeare “La tempestad”), pero también sus recuerdos sobre su familia, sus amigos (en especial, un pintor maduro, G.P., con el que mantiene una relación un tanto indefinida, entre paternofilial y de amante) y sus juicios, un tanto snobs y bastante clasistas y pedantes, sobre el arte y la vulgaridad de personajes como Frederick. Miranda nos puede dar pena, pero no resulta particularmente simpática. Obviamente, el diario se interrumpe con su enfermedad.