Comparezco ante ustedes en mi condición de abogado del diablo.
Ya sé que alguno me echará los perros pero creo que es una estupenda noticia que Impulso se haya decidido a editar estos “clásicos en versión original (italiana)” o “clásicos (italianos) en versión original”. Cinco títulos en ediciones básicas, pero con copias subtituladas con una calidad de imagen de muy buena a excelente. Lo único que se les podría pedir es que tuviesen un precio más razonable (están a 11,95) pero todo es cuestión de buscar la oferta o aguantar hasta las rebajas.
¡Qué sinvergüenzas son los hombres! (Gli uomini che maschalzone!, Mario Camerini, 1932)
Para mí, la perla de la corona. El debut de De Sica como protagonista es de una frescura absoluta. Y el “Parlami d’amore, Mariù” se convirtió en un hit instantáneo. La escena de la persecución al tranvía en bicicleta es un prodigio de montaje. Camerini demuestra que era posible reciclar los logros de la vanguardia en una comedia romántica, rodada en exteriores naturales en Milán.
No la he comprado porque tengo el estupendo pack editado por RHV en Italia que incluye cinco colaboraciones de Mario Camerini con De Sicca, entrevistas, documentales… Eso sí, subtítulos sólo en italiano.
Nacida en viernes (Teresa Venerdi, Vittorio de Sica, 1941)
Magnífica fotografía en blanco y negro. De Sica es un puericultor que se ve obligado a aceptar un puesto en un orfanato de jovencitas para pagar sus deudas. Prolonga así el mundo que había visitado en Madalenna… zero en condotta. La Magnani hace una cantante de avanspettacolo -la revista al modo italiano- que era lo que hacía en el escenario antes de que Roma, città aperta la descubriera como gran trágica. La demostración de que en aquellos años había vida más allá de los teléfonos blancos. Ladislao Vajda había dirigido una adaptación de esta novela apenas tres años antes en su Hungría natal (Péntek rézi).
Tiempos pasados (Piccolo mondo antico, Mario Soldati, 1941)
Melodrama histórico, con el telón de fondo de la guerra italo-austriaca, en el que el escritor y cineasta Mario Soldati se las arregla para introducir personajes patéticos, cómicos y crueles a un tiempo. Los escenarios naturales compiten en belleza con Alida Valli.
Abajo la riqueza (Abasso la ricchezza!, Genaro Righelli, 1946)
Película que desconocía hasta ahora y que se desenvuelve en un tono de farsa, con De Sica como noble arruinado alojado en el sótano de su propio palacio, cuya planta principal ocupa una verdulera enriquecida con el mercado negro. La Magnani da un auténtico recital.
Noble gesta (L’Onorevole Angelina, Luigi Zampa, 1948)
El único título del lote encuadrable ya en el movimiento neorrealista. La fotografía más comprometida porque incluye imágenes documentales, como las tomadas durante la inundación de la borgata de Pietralata. Especulación, ocupación de viviendas, tejemanejes político-económicos… A que les suena. Un puntín esquemática en su construcción. Zampa daría lo mejor de sí, de la mano del escritor siciliano Vitaliano Brancati, el de El bello Antonio. Es la única que, incluye doblaje al castellano. En mi modesta opinión se lo podían haber ahorrado. Flaco servicio le hacen al trabajo de los actores en general y a uno de los más recordados de la Magnani en particular.
En resumen, una colección muy recomendable según quien esto suscribe, su seguro servidor, don venerando