Infinitas gracias, Juanky. Esto nos permite hacernos una idea de cómo fueron las presentaciones.
Lamentablemente, hay, al menos en alguna, un cierto grado de adulteración para adaptarla a la publicación, lo que impide, a mi juicio, en algún caso, considerar su contenido con 100% fidedigno.
Mira lo que dice TeleRadio de la presentación de
N. N. 23:
Obviamente en una publicación posterior no van a mantener los posibles comentarios que Chicho hizo acerca de
El hombre y la bestia. Yo no es que me fie de TeleRadio especialmente, pero si comparo ese guión con el original filmado de que disponemos, en
N. N. 23 aparece literalmente
"Una idea original de N. N. 23". Puede ser una decisión final de rodaje, claro. Como puede serlo datar
El muñeco en 1924, y no en 1920, como dice el guión.
Lo más significativo es precisamente el comentario que antecede al guión de
N. N. 23, donde Chicho (supuestamente) hace referencia a
N. N. 23,
El asfalto y
El trasplante como la trilogía de historias para pensar, obviando, tal vez por motivos editoriales o de derechos, tal vez por un cambio de opinión en el tiempo (aunque yo apuesto por lo primero),
Historia de la frivolidad.
Porque yo lamento a quien le perturbe la idea, pero Chicho (también lamento repetirme en el tiempo) dice textualmente en la presentación de
El trasplante:
"Todos los años he querido que en Historias para no dormir se colase una historia para pensar, un programa con más ambición que sus otros compañeros de serie. El primero de este tipo fue N. N. 23, donde intentabamos defender la poesía, la sensibilidad, contra el materialismo. Luego, en El asfalto, exaltamos el amor al prójimo en un mundo falto de amor. Más tarde, en la Historia de la frivolidad, nos permitimos gastar bromas sobre la excesiva estrechez de miras. Y hoy presentamos a ustedes El trasplante.
El trasplante, al igual que sus antecesores, es un programa extraño de forma, y ambicioso de fondo. Su objetivo no es ni muchísimo menos el de satirizar o criticar las últimas magníficas conquistas de la cirugía. No. El propósito de El trasplante es el de defender al individuo contra la masificación; el de defender al hombre unidad que intenta destacar sobre el hombre cordero, sobre el rebaño humano. Es un guión duro, eso sí. En él intentamos hacerles reir, hacerles sonreir, y también hacerles pensar. Desde luego no tiene nada que ver con, con un programa de terror."
Si algo, como ya dije en su momento, es fiable 100% es el propio metraje de un programa. Y más aún (que daría lo mismo, pero lo ratifica) sabiendo que Chicho en ningún caso improvisaba las presentaciones, sino que estas estaban guionizadas de antemano y él las interpretaba, como buen actor que es.
A todo esto podemos añadir además que
Historia de la frivolidad se emitió, como ahora sabemos, justo en la emisión anterior (y en la anteror, porque se emitió dos veces) a
El trasplante, y en el mismo y exacto time slot. Nada distancia en el tiempo esta presentación de las emisiones originales de
Historia de la frivolidad.
Todo esto convierte de forma indiscutible a
Historia de la frivolidad en un episodio de la serie
Historias para no dormir de forma, como digo, incuestionable. Da igual si a futuro cambiase de opinión, si es que lo hizo, que no está demostrado. La historia es como es y no puede cambiarse. No caben opiniones sobre hechos históricos comprobados. Se puede entrar a debatir o investigar sobre qué los motivaron, porque los motivos son tan importantes a la hora de analizarlos como los propios hechos. Pero los hechos son los hechos.
Por muy en la era de la postverdad que estemos o pretendamos estar, repetir muchas veces algo no lo convierte en verdad, aunque muchos se lo crean.
Como digo, lamento a quien le pese (espero que a tí no), pero
Historia de la frivoldiad es un episodio de
Historias para no dormir.
P.D. 17 + 1 = 18 (jajaja...)