Con el estreno de Sunshine a la vuelta de la esquina (20 de abril, según IMDB) , no viene mal hacer un repaso de la carrera de este interesante director.
Tumba abierta, su opera prima, un thriller psicológico muy bien llevado, con un descomunal Christopher Ecclestone y un jovencito Ewan McGregor. Me gusta el tono desenfadado que se alterna con el suspense y el terror.
Trainspotting, su mejor película, una tragicomedia irónica y nihilista, pero con un ritmo trepidante y lleno de vitalidad. Soberbia ambientación, bso, actores, dirección, etc.
Una historia diferente. Fallida comedia con ángeles de por medio y un sentido del humor naif y absurdo. A Cameron Diaz se la ve despistada.
La playa. La cuesta abajo empieza, ya que Boyle adapta una novela con una historia un tanto floja, y con un guión mas flojo todavía. Pero lo peor es que su guionista habitual, John Hodge se distancia, y Boyle se asocia con el creador de la novela, Alex Garland, con lo que su cine pierde muchísima solidez en sus historias y sobre todo en sus resoluciones. La playa es el primer ejemplo, con buenos momentos aislados ( el arranque, la escena del videojuego ), y un plomizo ritmo el resto del tiempo, con secuencias pijas y sensibleras que dan vergüenza ajena.
28 días después sigue esa misma línea: buenas ideas de arranque que se diluyen al avanzar el relato. Un espectacular inicio con un Londres desierto y unas secuencias de terror puro dan paso a una trama militar mal ligada. Para remate, unos cuantos finales alternativos en el dvd, otra muestra más de debilidad.
Millones no la he visto.
Y ahora nos llega Sunshine: aunque el argumento no es muy innovador, el tráiler promete, ya que la caligrafía y potencia visual de Boyle sigue intacta. Veremos si la historia no se le ha ido también de las manos...