A propósito de los casos de "Jarhead", "Munich" y "Brokeback Mountain" y de los muchos comentarios sobre la involución del mercado de dvd que estamos manifestando, me gustaría comentar un par de aspectos:
1- No parece que sea una estimación subjetiva el que gran parte de las editoras grandes están dando claros síntomas de recesión en la calidad y cantidad de los dvds editados y en el conjunto de sus políticas comerciales en nuestro país:
Warner ha reestablecido las ventanas de alquiler e incumple casi sistemáticamente las fechas de lanzamiento de clásicos (muy por debajo en número de los editados en zona 1).
Sony parece haber desaparecido en combate o, al menos, no tener nada claro qué quiere hacer en el mercado español.
Aurum lleva meses editando sin subtítulos en español.
BuenaVista sigue empeñada en editar poco y malo, centrándose en comedietas de consumo interno USA y en telefilms del Disney Channel (los tiempos del fondo de catálogo y de los "Disney treasures" pasaron)
Paramount, como la anterior, lanza escasos títulos y poquísimos de sus clásicos (tan sólo alguna edición restaurada como "Desayuno con diamantes") resistiéndose a editar películas que sí han ido apareciendo en otros países ("El quimérico inquilino", "En busca de Bobby Fischer", westerns clásicos...).
Fox parece haber echado tambien el freno a los clásicos dedicándose más a reeditar lo ya editado que a incorporar los muchos títulos que se van incorporando al mercado de zona 1
De Universal mejor no hablar. Ya se ha dicho todo. Y en las editoras nacionales no voy a entrar ahora porque son otro mundo y esto se alarga.
Me imagino que este panorama es el resultado de varias causas entrelazadas y que una de ellas será la inminente aparición de nuevos formatos y la desorientación que conlleva, pero también parece un motivo importante la masificación de usuarios del dvd y la postura que las editoras están adoptando frente a ello y que, en nuestro país, lamentablemente, parece traducirse en un detrimento de la calidad, posibilidades y diversidad del producto.
Los síntomas apuntan a un "todo vale", confiando en que una masa suficiente de compradores desinformados o desentendidos de cualidades técnicas (formatos originales de imágen y sonido, subtitulado, etc) proveerán de ingresos suficientes como para no molestarse demasiado en elaborar un producto de calidad (y mucho menos editar "clásicos elitistas" siempre antiguos y, a veces, en "desagradable" blanco y negro). Es decir, un retroceso a los peores y más masificados tiempos del vhs, en los que primaba una carátula con muchos colores y explosiones.
A esto habria que añadir el castigo reiterado al sector comprador con la multiplicidad de ediciones sin el menor aviso previo de su inminente lanzamiento, las exclusivas restrictivas con un comercio determinado, la atención preferente a los videoclubs...
2- A estas apreciaciones, quizá personales, se puede añadir como ilustración el editorial publicado en el último nº de la revista "Tercer Mercado" en el que se pueden leer frases y argumentos como estos:
"Las compañías han comprendido que nuestro público tiene una gran preferencia por alquilar películas y que radica en ello uno de los pilares del negocio, por lo que han decidido no sólo restaurar las ventanas (...) sino que la mayoría las están ampliando de un mes en adelante (...)Si los cada vez más numerosos aficionados que desean verlas en su casa, se decantan por alquilarlas en videoclubs, que les ofrecen la garantia de copias en inmejorable estado de visionado y en periodos de exclusividad, en los próximos tiempos el negocio reflorecerá en nuestra industria".
A mi no me parece mal que el sector del alquiler vele por su continuidad, pero me temo que las editoras en lugar de refinar el producto y alcanzar el máximo de sus posibilidades lo están limitando y embruteciendo para devolverlo al nivel del vhs de garrafón, desatendiendo y agrediendo a otros "pilares" del negocio, que es precisamente lo contrario de lo que argumentan y defienden estudios recientes como los contenidos en el ensayo "El juego de Hollywood", de reciente publicación.
No sé adonde vamos con esta dinámica, ni que traerán (o se llevarán) los nuevos formatos pero, desde luego, la situación actual dista de ser la que todos los foreros deseabamos, y prima en ella la desorientación, la negligencia, el mercadeo puro y duro, y el desprecio absoluto al consumidor más interesado y selectivo.