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Tras varios fracasos comerciales y artísticos consecutivos Blumhouse vuelve a la carga con un film eficaz y feminista. Y es que se nota la huella del movimiento #MeToo en el personaje de Elisabeth Moss, que lleva toda la película con su sobrecogedora interpretación. El resto lo ponen un director artesano de la casa y una gran partitura de Benjamin Wallfisch. Muy apañada. Veremos si con "Drácula" están a la altura...
Aún más efectiva que la adecuada partitura de Wallfisch es la sabia decisión de prescindir de ella en extensos tramos de la película provocando la atención al más pequeño sonido y, con ello, elevando el nivel de tensión de algunas de las mejores secuencias. A veces, menos es más.
Pero la musica de Wallfisch (sabio compositor actual de terror donde los haya), sabe crear el componente emocional, aun cuando la musica no es tan constante y a su vez, crear los sonidos del hombre invisible (que no leitmotiv o theme) para apoyar todo el sonido orquestal en su personaje principal.
Eso no lo discuto. Simplemente señalo el acierto que supone la utilización del silencio para crear tensión, en lugar de -como en tantas ocasiones- abusar del subrayado musical o del golpe de efecto sonoro sin ton ni son y con resultados contraproducentes.Cita:
Iniciado por PrimeCallahan
Tampoco discuto, pero la labor -inteligente- de Wallfisch cuando toca, es casi igual de impagable que el uso del silencio.Cita:
Iniciado por Twist