Bueno, pues ya (por fin), recibí mi flamante iPod Photo (20 gb) de los amiguetes de Heinz.
No he querido escribir antes hasta "machacar" el trasto a fondo y poder sacar conclusiones fundamentadas. Llevo tres o cuatro dias a saco con el.
Primeras impresiones: Que pijerío, por Dios... Da gusto abrir esa caja... "desvirgar" esos precintos (coño, es que hasta los precintos son "cool")... manchar por primera vez esa trasera metálica que nunca jamás volverá a ser lo que era...
En este aspecto, la GOLEADA a otros mp3 (a partir de ahora me centraré en el iRiver como mayor rival y mi otro mp3 principal), es INDISCUTIBLE. Apple sabe hacer esto muy, pero que muy bien (idéntica sensación me asaltó cuando desempaqueté mi Power Mac). Pero como entonces, enseguida comenzaron los sinsabores...
Señores de Apple... Bien está que no incluyan la dock station. Puedo llegar a entenderlo. Pero lo que nunca comprenderé es como no pueden incluir UNA PUTA FUNDA. Que su iPod se mancha con mirarlo... y lo saben. Y no es precisamente barato.
Y no solo eso. Es que no trae un cochino mando a distancia, como la práctica totalidad de mp3's del mercado... Y no es una cuestión de estética o pijez. Es que NO PUEDO VARIAR EL VOLUMEN SIN EL. O más exactamente, sin el y sin estar en la pantalla de reproducción de audio. Usease, que me da por bucear en el trasto mientras oigo algo, y no puedo bajar el volumen. Stupendo. Fantástico.
Pero vaya. Lo asumiremos. Vayamos al grano. Escuchemos música.
Instalo el famoso iTunes. O lo intento. Por que el muy :>: se queda absolutamente KO en plena instalación. Y mi iPod me muestra en pantalla un alarmante mensaje de "¡No desconectar!". Reinicio a las bravas, cruzando los dedos. Vuelvo a insertar el CD. Bienvenido a la desinstalación de su software. Pero... ERROR CRITICO. No puede procederse a la desinstalación. Sudor frio. Bueno, poco. Tras unos escarceos en el registro (¿es esta la legendaria "user friendly" Apple?), consigo (por fin) instalar al maldito.
Primer chasco: no reconoce ORGG, y tengo casi toda mi biblioteca en ese formato. Pero todo sea por la causa... Busco algún mp3. Sincronizo. Vaya, el criterio de organización ha sido algo "sui géneris". No veo donde cambiarlo. Da igual. A lo mio.
Antes de seguir, acabo de recordar que tengo en mi Mac más mp3's. Perfecto, voy a conectarlo allí para ampliar mi musiteca portátil. Y veo un aviso en el manual. Si pretendo ahora conectar mi iPod a mi Apple... ¡DEBERÉ NO SOLO RESETEARLO, SINO FORMATEARLO...!
Pero por Dios... ¿En que cabeza cabe eso hoy en dia? ¿No han sabido hacerlo mejor? No me lo creo. ¿Por joder a los "traidores" a la filosofía de la manzanita? Empiezo a creerlo...
Vale. Me aguantaré. Escuchemos. Para no desprecintar los auriculares (quien sabe si acabaré vendiéndolo en breve), y a sabiendas de que además, no son nada del otro Jueves, saco mis Etys, y mis Koss del cajón. Empieza la audición.
Señores, la cosa ya está clara. Ya lo dije en su dia, pero no he hecho más que corroborarlo:
El iPod suena BASTANTE peor que el iRiver.
No hay confusión posible. La diferencia es notable. A otras personas a las que he pedido opinión, les ha resultado igual de obvio.
¿En suma? Un cacharro de moda, muy, muy cool, con el buen hacer de Jobs detrás. Un objeto de deseo que, como tantos otros, no cubre las expectativas, aunque a la gente eso le de lo mismo. Y casi que lo entiendo. Es un animal de seducción, y atrae. Vaya si atrae. Pero despojándolo de esa aureola de exclusividad (si puede hablarse de eso en un trasto que nos invade), el interior no es ni con mucho tan notable.
Eso si, un diez al señor Jobs. Sabe como nadie sacarnos los cuartos. Es un genio en eso.
De hecho... ya tardáis en ponerme los links de esas tiendas tan "chic" que habéis puesto en otras ocasiones que venden fundas y demás mariconadas. Jorgeg, ya tardas. ;)
Manu1oo1