GIJÓN
Los hosteleros reconocen «un deterioro del servicio» por la falta de personal cualificado
El sector lamenta su incapacidad para atender a toda la clientela propia del verano y admite que ya se han producido reclamaciones por este motivo
«Es vital potenciar la escuela de hostelería de Gijón para que sea en una auténtica cantera», dice Muñiz
LOS DATOS
El sector: en Gijón hay unos 2.100 negocios de hostelería que, en determinadas épocas, pueden llegar a los 2.300.
Puestos de trabajo: se generan en la ciudad 25.000 puestos de trabajo directos, además de los indirectos, que crean empleo en comercios de alimentación y equipamientos.
Inmigrantes: representan el 20% de los trabajadores del gremio en todo el municipio. Su presencia va en aumento.
«No hay negocio en Gijón que no tenga problemas de falta de personal en momentos clave del año». Los hosteleros locales reconocen que la ausencia de profesionales cualificados en la región se ha traducido este verano en «un deterioro del servicio» que reciben los clientes. La falta de formación de los trabajadores obliga a algunos bares y restaurantes de la ciudad a renunciar a una parte de su clientela estival para evitar que se produzca una lluvia de reclamaciones. Pese a ello, las quejas ya han empezado a llegar de manera formal e informal a los empresarios. Arturo Muñiz, presidente de la Asociación de Hostelería, advierte de que las escuelas del Principado, y en particular la de Gijón, «no son ninguna panacea», e insta a los representantes políticos a potenciar su funcionamiento. «Tener una buena cantera es una necesidad vital para nosotros», subraya.
La falta de mano de obra en general y cualificada en particular obliga a los responsables de los negocios a recurrir a los inmigrantes, que ya acaparan el 20% de los 25.000 puestos de trabajo generados en el municipio. Pese a que su preparación también presenta, en líneas generales, algunas deficiencias, los empresarios mantienen que la motivación con la que se emplean a diario termina por convertirles a medio y largo plazo en mejores profesionales que muchos asturianos.
La escasez de personal cualificado, el intrusismo en el sector y la creciente necesidad de trabajadores por parte de los empresarios hacen que el sector de la hostelería, uno de los motores económicos de la ciudad, fluctúe de forma «peligrosa» en los momentos de mayor carga de trabajo y, sobre todo, en verano.
«Es la época de la inauguración de nuevos negocios, así que se producen constantes rotaciones del personal de unos a otros negocios. A algunos restaurantes, el hecho de que se vaya una persona de confianza les supone un trastorno tremendo», explica Muñiz. Aunque, por el momento, las carencias de capital humano no han obligado a tomar medidas empresariales drásticas, el sector teme que la situación empeore y algunos bares y restaurantes se vean abocados al cierre. «Es dramático tener que tirar la toalla porque no encuentras obreros», comenta el presidente de los hosteleros gijoneses.
La configuración del mercado laboral ha llevado a muchos empresarios a hacer 'fichajes estrella' que, de manera informal, se convierten en pequeños accionistas del negocio. Su suelo es un porcentaje pactado del total de ingresos percibidos. En este sentido, el sector asevera que para el resto de empleados existe un convenio colectivo «firmado y aprobado» por la patronal y los trabajadores. «Un camarero gana entre 1.200 y 1.300 euros. La labor que desempeñan es dura, pero no tan ingrata como la desarrollada por otros colectivos como los pescadores, los transportistas...», indicó Muñiz.
La dificultad para encontrar personal y las cada vez mayores inversiones necesarias para poner en marcha un negocio desaniman al empresariado y coartan su iniciativa. Los mayores problemas se detectan en la barra y los comedores, si bien los profesionales de la cocina tienen una mayor preparación. La asociación que representa al gremio reclama cambios estructurales que permitan superar esta situación. «En Gijón ya no se puede hablar de industria. Ahora las fábricas están en nuestros bajos comerciales».