Sí, hablo de películas de miedo que nos dejan el miedo.

Ese título que a priori es tan obvio, no lo es en absoluto.

Cuando hablo de “dejar el miedo” me refiero a aquellas películas que nos dejan con cierto mal rollo, es decir, una extraña sensación de malestar psíquico que incluso llega afectar a nuestra vida cotidiana (dormir con la luz encendida, evitar estancias oscuras, ansiedad, insomnio, apatía, estrés, etc.).
En mi apreciación personal del 90% de las películas de miedo, un 40% te da miedo durante la duración del film, un 30% te deja indiferente y un 20% te da directamente risa, pero ¡Ay amigo! El otro 10% de cine de miedo te traspasa. Se transmuta en puñaladas de sensaciones oscuras que llegan a instalarse en tu mente con fines inquietantes. Es el cine de miedo que te deja el miedo en el cuerpo, que te abstrae a su terreno y puede llegar a convertirse casi en una enfermedad. Un tema realmente serio.

Si evitamos el extremo de la enfermedad, que puede sonar utópico pero estoy seguro no lo es ¿Cuántas películas que recordemos nos dejaron esa sensación de malestar?. De eso quiero que trate el hilo, de que comentemos las experiencias vividas con determinada película o películas y las consecuencias que a nuestra vida real desembocaron.

No tengo que viajar muy lejos en el tiempo para encontrarme con una de estas joyas que traspasan la pantalla y te hieren espiritualmente; es el caso de “El Exorcismo de Emily Rose” que aún me entra cierto pavor cuando en una noche de esas de falta de reconciliación y exceso de remordimiento, veo en el despertador que son las 3:00 en punto de la mañana y se me agudizan los sentidos para descubrir cualquier atisbo del maligno; como oiga un ruido en ese momento sufro un orgasmo de pulsaciones. Soy una persona creyente, puede que esto influya, no lo sé, el caso es que la película en general con toda su argumentación me tuvo bastante inquieto durante un buen puñado de días.

Un Hombre lobo americano en Londres me tuvo sin pisar la calle a horas tardías durante casi un mes Esa conjunción de la gran bestia apocalíptica derrochando su miedo bajo las sombras de los altos edificios, y como testigos únicos de su masacre el neón y el asfalto, componentes tan sumamente cercanos al hombre tecnológico(véase escena del metro), supuso un paso adelante en la capacidad de herir la mente de un joven adolescente como yo. El hombre lobo pertenece a los enormes bosques, verlo en una ciudad matando a siniestro, lo convirtió en un terror demasiado cercano, familiar, audible, preciso....

Con el tiempo, en unos casos más y en otros menos, con un poco de suerte y un mucho de sexo(magnífico remedio contra el miedo) todo acaba siendo una anécdota y lo cotidiano vuelve a formar parte de nuestras vidas en un equilibrio de bienestar y seguridad. Todo está en calma, todo es acogedor, hasta ese día, en que sin quererlo, como un presagio de tiempos inmemoriables, volvemos a "disfrutar" de esa película que nos traspasa, que toca nuestra fibra sensible, que se hace inquietantemente cercana, que en definitiva nos deja, de forma inexorable.... el miedo... en el cuerpo....

Salu2.