Un adolescente pierde el bazo tras ser apuñalado por otro en Guadalmar
Ingresó en estado crítico en el Hospital Clínico al recibir una cuchillada que casi le alcanza la arteria aorta por parte de un menor de 16 años, que ha sido detenido Una veintena de jóvenes atacó a la víctima y a su padre con barras y cadenas de hierro
JUAN CANO/MÁLAGA
Le ha tocado vivir una auténtica pesadilla. Un adolescente de 16 años ha perdido el bazo tras recibir una puñalada, supuestamente por parte de otro menor, que estuvo a punto de alcanzarle la arteria aorta. El chico y su padre, que también sufrió múltiples lesiones, fueron atacados por una pandilla de jóvenes, que les golpearon con barras de hierro, pitones de moto y hasta con una papelera.
La Policía Nacional ha detenido al supuesto autor de la puñalada, que tiene 16 años, por un presunto delito de homicidio en grado de tentativa. El juez ordenó el pasado sábado su ingreso en un centro de reforma de carácter cerrado, según confirmaron a SUR fuentes judiciales.
La primera agresión, que desencadenó la cuchillada posterior, sucedió el 26 de junio en un centro de ocio de la capital. La víctima tuvo un incidente con la pandilla de adolescentes, que, al parecer, venían acosándola y amenazándola desde antes. El menor recibió varios puñetazos que le ocasionaron contusiones y hematomas por los que tuvo que ser atendido en Urgencias.
Amenazas
Al día siguiente, padre e hijo, que viven en Alhaurín de la Torre, fueron a casa de unos amigos a ver el partido de fútbol entre España y Francia. Tras el encuentro, el hombre decidió intervenir y se fue al lugar de reunión de la pandilla, la calle Rogelio Oliva, en Guadalmar. Allí encontró a un grupo de siete u ocho adolescentes y les preguntó quién era el que estaba amenazando con «rajar» a su hijo para hablar con él y poner fin a la situación.
Según las fuentes consultadas, los jóvenes le contestaron: «¿A ti quién te ha llamado para que vengas aquí?». Acto seguido, se dirigieron hacia él y comenzaron a pegarle con objetos contundentes mientras uno de los chicos hacía una llamada de teléfono. En cuestión de minutos, aparecieron varios coches y motos con jóvenes de la misma pandilla hasta sumar una veintena de personas.
Al parecer, le agredieron con pitones de motos y con barras de hierro; parecían actuar de forma organizada, ya que se acercaban en oleadas y por todas partes. Según su testimonio, dos de los integrantes del grupo le llegaron por detrás y le dieron un «latigazo» con la cadena del ciclomotor. Otros dos le lanzaron una papelera a la espalda que le hizo caer de bruces, pese a su altura y corpulencia.
En el transcurso de la agresión, el padre consiguió arrebatarle la barra de hierro a uno de los atacantes y se defendió golpeando a los que se le acercaban. Al verle acorralado, su hijo se colocó detrás para cubrirle las espaldas. Pero hubo un momento en el que ambos, intentando esquivar a los que tenían delante, se separaron unos metros. Fue entonces cuando uno de los agresores sacó una navaja y le lanzó al adolescente una puñalada a la altura de la zona lumbar.
Herido de gravedad
El menor quedó tendido en el suelo sobre un charco de sangre. Los demás, al ver la escena, huyeron. Una ambulancia lo trasladó al Hospital Clínico, donde fue intervenido quirúrgicamente de urgencia. Según las fuentes, estuvo al borde de la muerte, ya que la cuchillada pasó a sólo un centímetro de la aorta, la principal arteria del cuerpo humano, y libró varios órganos vitales. Aun así, ha perdido el bazo.
La Policía Nacional identificó y localizó al supuesto autor de la puñalada, al que se le imputó un presunto delito de homicidio en grado de tentativa. La Fiscalía de Menores solicitó su inmediato ingreso en un centro de reforma de carácter cerrado. El juez ordenó su internamiento el pasado sábado 1 de julio.
Según los testimonios recabados, la víctima conocía a los agresores, ya que existían amenazas previas. De hecho, el primer incidente, aunque sin llegar a las manos, ocurrió en las fiestas de Alhaurín de la Torre, donde reside el menor.