Aquí uno que en el instituto y así jugaba bastante. Pasaba del aire libre en los recreos y jugaba, en casa tb me metía en webs para jugar contras otras personas y cuando mi padre podía aprovechaba de cuando en cuando para jugar. Y fue genial un trimestre de una optativa en la ESO que nos valoraron directamente en función de las partidas de ajedrez ganadas al resto. No es que fuera nada del otro mundo, ya que básicamente me guiaba por la intuición y a veces lo bordaba y otras cometía errores pésimos. Eso sí, nunca del estilo de un amigo mio al que una vez le metí cinco pastores seguidos. Ridiculísimo.