El apretón de manos, ese extraño saludo que efectuamos entre los hombres occidentales y que consiste en apretujar la mano del otro (que vaya usted a saber donde había estado unos minutos antes) y que se supone que es el súmmum de la educación.
Bueno, está bien. Es algo que acepto. Una tontería social más como puede ser el llevar corbata y chaqueta o darle tu tarjeta a otra persona.
Pero, ¿os habeís preguntado alguna vez por qué algunos subnormales hijos de la grandisima puta tienen la horrible costumbre de destrozarte la mano cada vez os saludan?.
Ayer el orangután borracho que ha dejado preñada a mi prima, para saludarme, me dio un apretón de manos que os juro que aún me duele. La cara de odio que le puse después de machacarme la mano fue inenarrable y, ni que decir tiene que jamás en lo que me queda de vida voy a volver a establecer ningún tipo de contacto físico con semejante primate.
Lo peor de todo es que no es la primera ves que me pasa y cada vez lo llevo peor. ¿Pero que coño piensan algunos? ¿Qué cuantos más huesos de la mano le rompas al otro más educado eres?
De verdad, ¿cómo lo llevais la gente que, por vuestro trabajo, teneís que estar dando la mano constantemente y os toca un capullo de estos (que me consta que hay muchos)? . ¿Os cagaís en suputa madre? ¿Os vengaís en la siguiente ocasión?
Es algo que me intriga.