Scott lleva reivindicando a la mujer desde hace 30 años, por no decir casi desde sus inicios.
La vi ayer, sala llena hasta la bandera.
Historia narrada con una brutalidad necesaria y que no recuerdo haber presenciado en ningun otro film de tal epoca.
Necesaria desde su escena inicial para adentrar al espectador en el infierno de aquellos momentos.
Ya no solo pone en denuncia la denigracion a la que estaba sometida la mujer, sino que enmarca la necedad de los personajes masculinos, los cuales quedan expuestos incluso de la complicidad del propio crimen, burlandose o simplemente como defensa del propio orgullo personal.
Me quedo antetodo con el pulso narrativo de Scott, formidable y admirable a su edad.
El duelo final es ACOJONANTE, que le den una estatuilla a los coreografos, maquilladores y al propio Scott por esos momentos que te quitan la respiracion.
Me quito el sombrero, grande Ridley.