Tema: Elia Kazan: revisando sus películas

Iniciado por Alcaudón

Discrepo, amigo Fletcher.

AL ESTE DEL EDÉN es no sólo la primera obra maestra de Elia Kazan sino también una de sus mejores películas y por extensión del cine norteamericano clásico.

Y el argumento procede de Steinbeck no de Williams. El mundo literario de uno es muy distinto al del otro.

Discrepo de tu discrepancia, la única obra maestra de Kazan (por ahora) ya fue comentada por aquí, y no es Pánico en las calles

Quería decir que por temática parece de TW, no que lo sea, pero tampoco me quiero meter en un mundo que desconozco.

Compañero Alcaudón, aquí servidor un seguidor tuyo, puede afirmar que tu lote de obras maestras del cine norteamericano clásico son de 2000 films, a mi me cuesta mucho más dar la medalla de oro.

Al este del Eden, el film me gusta, James Dean NO, pero ya llegara mis (merecidos azotes) a James Dean, más icono que buen actor, se que hay mucho "Deanista" por aquí, pero a falta de ver Gigante, dudo que me convenza alguien de que fue un muy buen actor (incluso buen actor), sin duda JAMES DEAN está SOBREVALORADO, lo digo con cariño, respeto y siempre desde mi "tocahuevera" opinión.

Iniciado por Alex Fletcher

Al este del Eden, el film me gusta, James Dean NO, pero ya llegara mis (merecidos azotes) a James Dean, más icono que buen actor, se que hay mucho "Deanista" por aquí, pero a falta de ver Gigante, dudo que me convenza alguien de que fue un muy buen actor (incluso buen actor), sin duda JAMES DEAN está SOBREVALORADO, lo digo con cariño, respeto y siempre desde mi "tocahuevera" opinión.

En mi opinión, más que buen actor (no tuvo mucho tiempo para demostrarlo, solo protagonizó tres películas, y la última solo parcialmente porque murió antes de acabarla), supuso la irrupción de una forma de estar ante la cámara radicalmente nueva (en la línea del Brando de sus primeros films), de una modernidad brutal en los grisáceos años 50, anunciando ya lo que sería el rock & roll, los años 60, el pop y la revolución juvenil. Pero ya lo discutiremos más a fondo cuando llegue el momento. En todo caso, tampoco es para mí un gran actor, aunque uno no puede olvidarlo después de verlo, en especial en Rebel Without a Cause, que comentamos en el "otro rincón" cuando nos dedicamos a revisar la obra de Ray.

Apunto también que, en La gata..., aparece la siempre inquietante, aunque aparezca algo domesticada (aplastada por Burl Ives), Miss Danvers/Judith Anderson, como Big Mama.

Ya sabes que respeto todas las opiniones, amigo Fletcher...

Iniciado por mad dog earle

En mi opinión, más que buen actor (no tuvo mucho tiempo para demostrarlo, solo protagonizó tres películas, y la última solo parcialmente porque murió antes de acabarla), supuso la irrupción de una forma de estar ante la cámara radicalmente nueva (en la línea del Brando de sus primeros films), de una modernidad brutal en los grisáceos años 50, anunciando ya lo que sería el rock & roll, los años 60, el pop y la revolución juvenil. Pero ya lo discutiremos más a fondo cuando llegue el momento. En todo caso, tampoco es para mí un gran actor, aunque uno no puede olvidarlo después de verlo, en especial en Rebel Without a Cause, que comentamos en el "otro rincón" cuando nos dedicamos a revisar la obra de Ray.

Apunto también que, en La gata..., aparece la siempre inquietante, aunque aparezca algo domesticada (aplastada por Burl Ives), Miss Danvers/Judith Anderson, como Big Mama.

Sí, maravillosa Judith como siempre, aunque aquí en un rol típico de esposa sureña, nada de arpía...

Jimy Dean el pobre no tuvo mucho tiempo de lucirse, a mi me parece correcto como actor aunque algo exagerado como icono (por la brevedad de su reinado) no por otra cosa.

Fugitivos del terror rojo (Man on a Tightrope, 1953)



Man on a Tightrope (me niego a utilizar el burdo título español, aunque en el fondo no se aleja del todo de la intención de la película) es uno de los films más sorprendentes dentro de la filmografía de Kazan. Me temo que bastante olvidado desde el poco afortunado momento de su estreno, cuesta encontrar elementos pertenecientes al universo de intereses del director. Al parecer fue una vez más un encargo de Zanuck (el último, por cierto), para la Fox obviamente, por el cual Kazan no se sentía atraído, dado los evidentes elementos argumentales anticomunistas. Si en el caso de Viva Zapata! me pronuncié en contra de considerarlo un film anticomunista (si acaso antistalinista o de crítica del destino de las revoluciones), aquí no hay duda que el argumento sirve para desarrollar un alegato contra la privación de libertad de los países de la Europa del Este, del llamado socialismo real, cobijados en el Pacto de Varsovia bajo el paraguas del Big Brother, la URSS.

La película parte de un guion de Robert E(mmet). Sherwood, al que recordaremos como autor de los guiones de Rebecca (junto a Joan Harrison) o de The Best Years of Our Lives, por el que recibió un Oscar, además de muchos otros, en paralelo a una exitosa carrera como dramaturgo, entre cuyas obras destaca “The Petrified Forest”, llevada al cine por Archie L. Mayo, y que supuso el espaldarazo definitivo a la carrera de Humphrey Bogart.

Sherwood parte de un relato del también guionista y novelista Neil Paterson, que se basó en el caso real del Circo Brumbach. De hecho, para la película se contó con varios de los auténticos artistas del Circo, los auténticos protagonistas de la fuga de Checoslovaquia en 1950.

Por primera vez (y casi única, con la sola excepción posterior de America America), Kazan rueda fuera de Estados Unidos y dedica el film a un tema ajeno a la realidad norteamericana. La película se filmó en Baviera y contó para la fotografía con el alemán Georg Krause, que realizó un excelente trabajo de cámara.

Lamentablemente, parece ser que Kazan tuvo que ceñirse al guion de Sherwood y además Zanuck montó la película sin contar con el director, recortando el metraje en 20 minutos. El resultado es un film argumentalmente un tanto deslavazado, con personajes dibujados con cuatro trazos, poco trabajados, e incluso con algunos errores de racord. Pero quizá por el mismo hecho de ser un film un tanto ajeno a Kazan da la sensación de que dejó al director más libertad a la hora de concentrarse en ciertos aspectos visuales, estrictamente cinematográficos, quedando algo de lado el peso literario o teatral de anteriores films.

Ese “hombre en la cuerda floja” del título original es Karel Cernik (magnífico Fredric March, con un rostro cansado, envejecido, que sienta de maravilla al personaje), director del Circo Cernik, del que ha perdido la propiedad desposeído por el Estado, ya que ahora el circo es “del pueblo”, como cínicamente le espetan en la comisaría de policía. El título tiene un doble significado: caracteriza al protagonista, que tiene un número de payaso equilibrista, y a las peripecias por las que pasan los integrantes del circo en su intento de huida.



La película arranca mostrándonos cómo la caravana de camiones y carromatos del circo se ha de apartar del centro de la carretera para dejar pasar a camiones militares cargados de lo que se supone son prisioneros, ominosamente marcados con una cruz blanca en la espalda. El paso de la comitiva provoca una ruidosa reacción de los animales, inquietos dentro de sus jaulas. Con esta breve secuencia inicial, la película ya define perfectamente de qué va a tratar: de la necesidad de liberarse del yugo dictatorial del estado, dominado por el partido comunista. Estamos aún en época stalinista, como unos carteles nos recuerdan, aparejando el rostro del dirigente soviético con el del checo Klement Gottwald.

Las representaciones circenses se realizan siempre con miedo a la aparición de la policía secreta, como así sucede, con la llegada del policía que interpreta Gerd Fröbe. Al día siguiente, Cernik es llevado a la comisaria y sometido a un interrogatorio.



En la sala, además del interrogador, está presente Fesker, un displicente y cínico comisario de policía (Adolphe Menjou, paradójicamente en labores de comunista, cuando era un conocido y furibundo anticomunista) y un comisario político, en el fondo la máxima autoridad, como acabará experimentando en carne propia Fesker.



La policía sospecha de los planes de Cernik y sabe que posee una radio de onda corta con la que escucha las radios occidentales. Van bien encaminados, porque el director del circo está preparando la huida a través de la cercana frontera con Alemania. La arbitrariedad del régimen se pone de manifiesto cuando multan a Cernik por no seguir las directrices del partido en las representaciones circenses.

Previamente a la secuencia de la huida, que ocupará el tramo final, conoceremos a algunos de los integrantes de la troupe, sus anhelos y amoríos. Así, por ejemplo, el coqueteo de la joven esposa de Cernik, Zama (una seductora Gloria Grahame) con el domador de leones, insatisfecha con la atención que recibe de su envejecido esposo. Zama es una mujer un tanto infantilizada y caprichosa, con la cama llena de muñecos, y que mata el tiempo escribiendo su nombre en la cabecera de la cama con tiza sirviéndose de sus pies (mostrándonos así de paso sus bellas piernas).



También el enamoramiento de la hija de Cernik, Tereza (Terry Moore) de un misterioso operario, Joe (Cameron Mitchell), que sabremos después que es un desertor del ejército norteamericano de origen checo. Joe y Tereza protagonizan una tórrida escena amorosa en el río y otra, elíptica, en un pajar.



Cernik mantiene una rivalidad, heredada de la época anterior a la guerra, con el circo de Bavorik. Este (Robert Beatty, en una breve, pero enérgica, interpretación) se entrevista a solas con Cernik, conocedor de sus intentos de huida, para alertarlo del peligro que corre, ya que ha albergado a un traidor delator (el enano), pero a la vez para ofrecerse como receptor del material que Cernik tenga que abandonar en su escapada. Para disimular la entente, protagonizarán una violenta pelea.

Otro de los componentes del circo es el encargado Krofta (interpretado por el habitualmente competente Richard Boone). Sus sospechas obligarán a maniatarlo para que no impida la fuga, y más tarde tendrán que matarlo.

Fuga que centra la atención del último tramo. El paso del circo a través de la vigilancia de frontera, fuertemente armada, resulta un tanto inverosímil, aunque esté basado en hechos reales. Tampoco el montaje de la secuencia consigue ser armónico.



Pasan la mayoría de los integrantes del circo (incluida la madre de Cernik) y los animales, aunque algunos, como el domador, mueren en el intento. Al otro lado de la frontera los reciben con los brazos abiertos soldados supuestamente norteamericanos. Atrás dejan la pancarta que une a Stalin con Gottwald, donde se puede leer irónicamente: “Kampf gegen die Kriegshetzer gegen die amerikanischen Imperialisten” (“guerra contra los belicistas, contra los imperialistas americanos”).

Cernik ha conseguido su objetivo, ha llevado su circo y su gente más allá del Telón de Acero, al mundo libre, aunque haya sido a costa de que algunos se queden por el camino. Han recuperado la libertad, aunque, como si de Moisés se tratara, él no podrá gozar de la tierra prometida. El mensaje es simplón, expuesto de forma un tanto rudimentaria (la trama política parece una excusa, como en los films de espías de Hitchcock), al menos en la versión que conocemos, pero no hay duda que Kazan consigue un film vibrante por momentos, aunque irregular. Nos quedamos sin saber cómo hubiera sido con esos 20 minutos de más y con un montaje controlado por el director. Con todo, me parece un film estimable.

En la próxima entrega comentaremos otro de sus films estelares, La ley del silencio (On the Waterfront). Nuevamente con Brando en la cabeza de cartel.

Me sorprende mucho su nota en FA 5,4 , esto equivale a pelis muy buenas del género de terror para que os pongáis en contexto, y “Mar de hierba” tiene un 6,5. Leo por encima alguna crítica de los usuarios de FA, las críticas negativas son por elementos “extra-deportivos”, que repercuten directamente en la calidad del film, según ellos of course, naturalmente hablo del delator. Mucha curiosidad por lo que dicen los críticos y el propio Kazan, así que por primera vez en el ciclo Kazan, le dedico más tiempo de lo normal a indagar. En “el libro” Kazan pasa por alto el film, aludiendo que el montador y Zanuck le cortaron 20 minutos, y este no tenía derechos para el montaje final; el film ha comentar fue el último de ello, ya que a partir de este exigiría el derecho al montaje. Y yendo a Dirigido por del octubre del 2019, página 60, no puedo estar más de acuerdo con lo que escribe Tomás Fernández Valentí, he tenido la misma sensación al terminar el film y al ver y leer las opiniones del pueblo. Por cierto los tituladores españoles se gustaron y lo gozaron a la hora de poner el título al film, que se notara la imparcialidad franquista ;).

El contexto del film ya me atrapa, la huída de todo un circo de Checoslovaquia reinada por el comunismo, evidentemente es ineludible asociar el film como una penitencia de Kazan por los hechos ya conocidos, pero logro eliminar esto de mi mente y centrarme en lo que veo y como me lo está contando. Es curioso tener la sensación de estar viendo un film carcelario, ya que en gran parte del film se está maquinando la huída del país, y tener dicha sensación es en gran parte gracias al trabajo del director en intentar crear una atmósfera opresiva y asfixiante a cielo abierto, y esto es difícil, si bien es cierto se apoya en fantásticas escenas interiores que subrayan lo dicho, la larga escena entre los directores de circo rivales es muestra de ello, sensacional por cierto, pero el resultado global es de asfixia total.



También me interesa el film por la temática circense, donde Kazan lo filma como más decadente, triste de lo que esperaba, vaya que se acerca más al circo de Fellini que al de deMille, y al de Bergman? pues no se, pero me muero de ganas de ver “noche de circo” que curiosamente es del mismo año, aunque sospecho que será más fellieniesco también (espero la contrainfo del compañero Mad con ganas, teniendo en cuenta que la reseña esta escrita dos semanas antes de su publicación), por cierto me esta empezando a picar el gusanillo de hacer primer visionado de la filmo de Bergman, pero sabiendo que estaré sólo y que algunas de las que me faltan estan a un precio desorbitado o sea descatalogados, me cuesta dar el paso, y ver films sueltos de directores que tengo bastante parte de su filmografía no me acaba de agradar, esto de las revisiones totales es un vicio!!!!!!!.

Me gusta también que se trata de un film más coral de lo esperado, si que hay claros personajes principales muy marcados, como el de Fredric March (FANTASTICO por cierto), por el hecho de recrear a un circo es ineludible la existencia de secundarios, los cuales me atrapan, incluso, creo recordar, sin tener ni una linea de diálogo, como por ejemplo la niña oriental, o el agente secreto Gert Fröbe, que creo que tampoco habla en el film, eso si le reconocí enseguida, pero curiosamente no por “Goldfinger”, eso vino unos segundos después, y si por la “nuestra” y excelente “el cebo”.

Lo que menos me gusta, sólo un poquito, tampoco esta vez hay vinagre, es quizá la relación amoroso de Tereza (está claro que un zopitaz le puso el nombre, no había visto ni oído este nombre con Z) y Joe Vosdek que me empalaga un poco, ojo, que su escena de calentón en el río es muy bella e inusual, y Kazan, como bien ha dicho anteriormente aprendió de Ford a grabar a plano abierto, pues esta sería una gran muestra. Me encanta la relación que tiene el matrimonio Cernik, este da mucho más juego.



Y otra vez Kazan se luce en las escenas finales, como en “pánico en las calles”, siendo la mejor parte con diferencia este final; en el film que toca, la escena de la huida coral, más o menos se trata de 30 minutos de bello cine, agobio y tensión constante, es puro “Jicoc”, como Kazan consigue crear dicha sensación durante tanto minutaje, sin decaer ni un segundo, combinando a la perfección escenas de interior como la de la fatalidad del jefe Cernik con las exteriores y esos momentos previos (larguísimos!!!) con el desfile del circo, es canela pura, y si fuera un film fallido en lineas generales sólo con dicha escena destacable, la tendría igualmente en buena posición y opinión favorable, pero esta vez no es sólo esta larga escena, aunque sea le mejor sin duda.

En el resumen seré vulgar (vaya novedad!!!), sinceramente ME LA SUDA que el film sea considerado un panfleto anticomunista realizado por penitencia, ojalá todo los films panfletarios tuvieran esta calidad y con estos matices, la sensación que he tenido es de estar viendo un drama carcelario circense, un film de huidas, un survival, hombres y mujeres desesperados que quieren huir, donde precisamente al otro lado de la frontera no les espera el paraíso, una Alemania de la postguerra tan próxima en fechas, más bien les espera la nada, pero libres. Una sorpresa y la segunda mejor obra de Kazan hasta ahora. Por cierto leo en el reportaje de Dirigido por que he comentado arriba, que donde si se baja los pantalones (o sea es más panfletario que “fugitivos del terror rojo”) en el tema del chivatazo es en “la ley de silencio”, film que vi hace tiempo, que me gustó pero no recuerdo estos matices, vamos a ver que pasa.

Peli a reivindicar total,ya le llegará su momento y me explayaré algo.. por Federico que lo borda con hilos de plata.

Anda!

Lo siento mucho mad dog earl. Te acompaño en el sentimiento. En mi familia también ha habido problemas de este tipo.



Ánimos.

Iniciado por DrxStrangelove

Anda!

Lo siento mucho mad dog earl. Te acompaño en el sentimiento. En mi familia también ha habido problemas de este tipo.



Ánimos.

Gracias DrxStrangelove, igual que a muchogris en su comentario anterior. En fin, hay que continuar y que cuidarnos, que vivimos tiempos difíciles.

"¡Ay! ¡Ay! ¡Dios mío! ¡Qué tarde voy a llegar!"



["Alicia en el País de las Maravillas" (Madrid, Alianza Editorial, 1970)]

o

08. VIVA ZAPATA! (1952, ¡VIVA ZAPATA!)



Director: Elia Kazan.

Producción y distribución: Twentieth Century-Fox Film Corp.

Productor: Darryl F. Zanuck.

Guion: John Steinbeck.

Dirección artística: Lyle Wheeler y Leland Fuller.

Decorados: Thomas Little y Claude Carpenter.

Fotografía: Joe MacDonald.

Música: Alex North.

Montaje: Barbara McLean.

Reparto: Marlon Brando (Zapata), Jean Peters (Josefa), Anthony Quinn (Eufemio), Joseph Wiseman (Fernando), Arnold Moss (Don Nacio), Alan Reed (Pancho Villa), Margo (Soldadera), Harold Gordon (Madero), Lou Gilbert (Pablo), Mildred Dunnock (Señora Espejo).

Duración: 1 h 53 m 15 s.

Rodaje: desde el 29 de mayo hasta finales de julio de 1951.

Estreno: 7 de febrero de 1952.

Recaudación: 1.900.000 dólares (Variety, 7 de enero de 1953).



...

1909 / 1919

...

CONSIDERACIONES PREVIAS

En palabras del propio director:

Extracto de una carta del 29 de enero de 1952 de Elia Kazan a Darryl F. Zanuck:

“This picture is not only prodemocratic, but it is specifically, strongly, and incontrovertibly anti-Communist”.

Del libro “Kazan on Directing” (Nueva York, Alfred A. Knopf, 2009):

“Of all the films that I have made it is certainly one of those that are most dear to me”.

Mis propias reflexiones:

Para sorpresa de propios y extraños no voy a hablar del Kazan delator.

Ni siquiera, como afirma el propio director, de si ¡VIVA ZAPATA! es o no es una película anticomunista.

Creo que es un tema que ya ha sido lo suficientemente tratado como para incidir más en él.

Después de todo, lo que más nos tiene que interesar de una película es si los valores cinematográficos de la misma son superiores a sus (supuestos) contenidos ideológicos que pudieran entorpecer su visionado.

Y aunque es obvio que el a veces demasiado simplista guion del futuro premio Nobel John Steinbeck (1902-1968), reescrito por el productor Jules Buck, el propio Elia Kazan y hasta el mismísimo Darryl F. Zanuck, no deja se ser una diáfana parábola de lo que sucedió en la U.R.S.S. desde la Revolución Rusa de 1917 hasta el Gran Hermano en que se acabó convirtiendo Iósif Stalin (1878-1953), también lo es el hecho de que la puesta en escena del director sublima en buena medida las carencias del mismo, permitiendo que el protagonista se convierta en el campbelliano Héroe de las Mil Caras y no en su reverso, el Emperador de Todas las Cosas.

También entiendo que Kazan la considerara una de sus películas más queridas o más afines a su ideario aunque no creo que ¡VIVA ZAPATA! pueda incluirse entre sus mejores películas, al menos desde mi modesto punto de vista.

EL HÉROE

Emiliano Zapata / Marlon Brando

Creo que Kazan (o Steinbeck, o ambos) fuerzan demasiado el paralelismo entre la figura de Emiliano Zapata y la de Jesucristo, incluido el martirio final en forma de brutal fusilamiento, previo beso de Judas (el que le da el coronel Guajardo (Frank DeKova) cuando le entrega el arsenal de armas que no es más que el cebo con el que atraer al esquivo rebelde).





Por el contrario, la idea de Zanuck de que el héroe cabalgue en un caballo blanco me parece brillante, especialmente en la citada escena de su muerte, cuando lo recupera después de darlo por perdido durante años. No deja de ser curioso que Zapata muestre más cariño por él que por sus propios hombres, no porque no lo sienta sino porque es una persona parca en la expresión de sus emociones no sólo con sus hombres sino hasta con su propia esposa. Quizás sobra ese imagen final del cuadrúpedo como símbolo de que el héroe sobrevive incluso a su propia muerte y que me parece una metáfora demasiado transparente aunque iconográfica.





Marlon Brando, a pesar del horrible maquillaje que lleva y que ciertamente recuerda al Gengis Kan encarnado por el gran John Wayne en la demencial EL CONQUISTADOR DE MONGOLIA (1956) de Dick Powell, demuestra su extraordinaria versatilidad como actor puesto que su personaje está en las antípodas del Stanley Kowalski de UN TRANVÍA LLAMADO DESEO.



Al parecer y con buen juicio, Kazan dejó libertad absoluta al actor y de esta forma consiguió extraer de Brando nuevos registros, con escenas tan impactantes como la de la muerte de su hermano o la suya propia a manos del traidor Fernando antes mencionada.



Entiendo que los mexicanos se quejaran de que un gringo encarnara a uno de los héroes de la patria pero lo cierto es que primero Steinbeck y luego Kazan hacen de él el héroe sin mácula, el revolucionario no profesional (como después denominaré a su némesis), alguien que lucha en beneficio de la colectividad y no del interés propio.



LOS COMPAÑEROS DEL HÉROE

Eufemio Zapata / Anthony Quinn

Pablo / Lou Gilbert

Soldadera / Margo

De los tres compañeros que acompañan al héroe desde el principio el más cercano al corazón de Zapata es su propio hermano, Eufemio, aunque ambos son como el día y la noche, el sol y la luna.



Eufemio acabará por convertirse en aquello contra lo que él y su hermano han luchado durante toda su vida.



Eufemio hubiese dado su vida sin pestañear para salvar la de su hermano pero no acaba de entender los verdaderos motivos de la revolución iniciada por este.

Es una lástima que un personaje tan complejo no tenga una mayor extensión en el relato, por lo que nunca entendí el por qué le fue concedido el Oscar al mejor actor de reparto a Anthony Quinn cuando me parece muy superior el trabajo interpretativo del auténtico villano de la función, Fernando (Joseph Wiseman), del que hablaré un poco más adelante.



Al contrario que Eufemio, Pablo (un espléndido Lou Gilbert), se convertirá en la conciencia de Emiliano, sirviendo de puente entre este y Madero (Harold Gordon), al que ve como el hombre que puede sacar al país de la miseria y de la corrupción, pero que acabará por ser ejecutado por el propio líder en una de las escenas más bellas (y terribles) de la película.





Aunque es un personaje que carece de voz propia la soldadera (según la RAE: “Mujer que convivía con los soldados durante las campañas de guerra”), encarnado por la actriz Margo, de origen mexicano al igual que Anthony Quinn, es el único de los “apóstoles” (¿o tal vez un trasunto de María Magdalena?) que sobrevivirá a todos sus compañeros y será además la primera persona que se acerque al cuerpo acribillado a balazos del “mesías”. El subrayado iconográfico de Kazan tal vez es demasiado evidente (esa imagen de la torre de la iglesia y de la fuente de la que mana el agua que bien podría ser la sangre del protagonista) pero no por ello deja de ser visualmente hermoso.





EL INTERÉS AMOROSO DEL HÉROE

Josefa Espejo/Zapata / Jean Peters

Curiosamente, alguna de las mejores escenas de toda la película tienen como coprotagonista a Josefa (un bellísima y estupenda Jean Peters), desde su primera aparición en la iglesia, pasando por el brillante juego de refranes y requiebros entre la joven y su pretendiente (y donde destaca también el delicioso trabajo de Mildred Dunnock, la madre y de Nina Varela, la tía (y carabina de la pareja)) en casa de los Espejo.







- Recordemos que Dunnock encarnó a Linda, la mujer de Willy Loman, en “La muerte de un viajante” de Arthur Miller y que Kazan llevó a los escenarios el 10 de febrero de 1949. -

A pesar de que el personaje no aparece en el último tramo de la película, la despedida entre ambos es ciertamente desgarradora.



Además es todo un acierto no sé si por expreso deseo de la actriz o por indicación del director el que Peters aparezca sin maquillaje lo que acentúa todavía más la aproximación al personaje real.



Algo que, curiosamente, se opone a la demasiado tosca caracterización de Emiliano a la que antes hacíamos referencia.

LOS AMIGOS DEL HÉROE

Francisco Ignacio Madero (1911-1913) / Harold Gordon

El personaje de Madero es uno de los más complejos de la película porque combina a la perfección la debilidad de la persona con la fortaleza de sus convicciones democráticas.





Madero simboliza otro Héroe de las Mil Caras pero sin el glamour que destila el tosco Emiliano.

La fe que Pablo pone en él, dos personajes demasiado puros para el mundo que les ha tocado vivir y que le granjeará la muerte al primero, es sintomática de la progresiva pérdida de los ideales revolucionarios con los que se inició la revolución zapatista.





Su muerte a manos del general Huerta (Frank Silvera), es otra imagen para el recuerdo. La fragilidad de la recién nacida democracia frente a los fantasmas del pasado, más presentes que nunca en la vida del país.



LOS ENEMIGOS DEL HÉROE

- INTERNOS

Fernando Aguirre / Joseph Wiseman

Como antes decía, si hay algún actor que se hubiese merecido ganar un Oscar por esta película (aparte de Jean Peters) es sin duda Joseph Wiseman.



Fernando es la imagen invertida de Pepito Grillo, el auténtico villano de la función, pero no otro Judas (como antes mencionaba – tal vez incorrectamente – en el caso del coronel Guajardo) dado que desde un principio sabemos cuáles son sus verdaderas intenciones.



Evidentemente el personaje fue creado ex profeso para servir de posible escudo frente a las críticas que tildaran la película no de anticomunista sino de lo contrario.

Y, pese a ello, es el personaje más fascinante de toda la historia (aunque no el más complejo, como antes indicaba).

Fernando encarna al revolucionario profesional, al que no le importan los ideales sino la forma de alcanzar y perpetuarse en el poder.

El hombre que siempre está en la sombra y que sobrevuela los campos de batalla como un ave carroñera.



- EXTERNOS

Porfirio Díaz (1884-1911) / Fay Roope

La presentación del protagonista cuando acompaña a sus amigos a la capital para entrevistarse con el dictador siempre me ha parecido modélica.

Ese (humillante) paternalismo que encarna Díaz (un excelente Fay Roope) es todo un símbolo del desprecio de los gobernantes hacia las personas a las que dicen representar.



El gesto de apuntar el nombre de Emiliano en la lista de desafectos al régimen (y que Kazan volverá a utilizar más adelante pero a la inversa) tiene una lectura que, curiosamente, pondría en tela de juicio el asumido anticomunismo de la propuesta.





¿O acaso no estamos ante lo que bien podría ser un nada velada referencia a la famosa Lista Negra que empezó a funcionar en Hollywood a partir de 1947?

Victoriano Huerta (1913-1914) / Frank Silvera

Huerta (también excelente Frank Silvera) es el perfecto ejemplo de militar sin escrúpulos pero que, al contrario que el dubitativo Madero, tiene las cosas claras desde el principio.

Y la principal de ellas es que hay que acabar cuanto antes con Zapata, al que ve como el único elemento capaz de hacer peligrar su futuro político.

Como antes mencionaba, es terrible la escena en la que manda ejecutar a Madero, a resguardo de la lluvia en su coche. Un mero trámite que le sirve para despejar su camino hacia el poder.





Venustiano Carranza (1917-1920) / Richard Garrick

Aquí tal vez esté equivocado con la atribución del actor que encarna al que creo que es Venustiano, porque no viene acreditado como tal en la ficha técnica de la película, ni siquiera en la IMDb o en el AFI.

Garrick había encarnado al doctor que se hacía cargo de la enajenada Blanche en UN TRANVÍA LLAMADO DESEO y que sería el interlocutor de la frase más famosa de la obra teatral y de la película (“Siempre he confiado en la amabilidad de los desconocidos.”).

Venustiano (si es él) es el único de los adversarios de Zapata al que el director le otorga una cierta dignidad moral al reconocer la valía y la integridad de su enemigo.



Además será testigo de su muerte y su actitud frente al traidor Fernando es de profundo desagrado y además deja la puerta abierta a la resolución final del conflicto.

Para él la muerte de Zapata no implica necesariamente que la lucha no continúe.

LAS (H)IELES DEL ÉXITO

Nunca entendí por qué tras el descomunal éxito que el director obtuvo con su anterior película, UN TRANVÍA LLAMADO DESEO, volviera al redil de la Fox y de Zanuck, un ejecutivo al que respetaba (después de todo le había dado su primera oportunidad en el cine) pero que mantenía un férreo control sobre todas sus producciones.

El fracaso en taquilla de ¡VIVA ZAPATA! (si UN TRANVÍA LLAMADO DESEO fue la quinta película más taquillera de 1951 (con 4.250.000 dólares), ¡VIVA ZAPATA! se cayó al puesto n.º 53 (con 1.900.000) en la lista de 1952) puede interpretarse de diferentes maneras.

Por un lado, por el castigo que paradójicamente sufrió por la crítica y por el público cuando hizo pública su previa adscripción al partido comunista y su posterior delación de amigos y de compañeros de profesión.

De otro lado, por el final de la película.

La lógica muerte del héroe – recordemos que estamos ante un biopic – no ayudó a hacer la propuesta más accesible al público medio norteamericano, además de ser el personaje mucho menos conocido – o incluso completamente desconocido – frente al mucho más popular Pancho Villa (recordemos la película de la MGM protagonizada por el excesivo Wallace Beery (¡VIVA VILLA! (1934) de Jack Conway).

- Por cierto, me gustaría saber a santo de qué viene la obsesión de los norteamericanos (y asimilados, en el caso de Eisenstein) de incluir la palabra “viva” en cualquier producción que trate de la historia del país vecino. A las pruebas me remito:

¡QUE VIVA MÉXICO! (1932) de Sergei M. Eisentein

VIVA VILLA! (1934, ¡VIVA VILLA!) de Jack Conway

La película hoy comentada… -

Igualmente se descartó el que tanto la película como el director pudiesen entrar entre las finalistas a los Oscar de 1953, siendo incomprensiblemente nominado el a todas luces insuficiente libreto de Steinbeck, sin duda uno de los puntos flacos de la película.

Pese a todo y pese a todos (incluido el propio director) la película cuenta con numerosas bazas a favor y me gustaría destacar especialmente dos.

La primera, la excepcional banda sonora del gran Alex North que logra dotar de una considerable dignidad escenas tan hermosas como aquella en la que Zapata es apresado y en su camino hacia prisión se le van uniendo centenares de campesinos.



Un ejemplo claro donde se nota la perfecta fusión entre Kazan, North y MacDonald (del que hablaré más adelante) y que demuestra la excesiva dependencia que tiene la película del texto, demasiado literario, de Steinbeck, al que nadie y menos yo le resta un ápice de su talento como escritor.

Recordemos que North volverá a musicalizar otra de las grandes epopeyas protagonizadas por el Héroe de las Mil Caras, el Espartaco encarnado magistralmente por el recientemente fallecido Kirk Douglas. Sin duda, una de las partituras más bellas de la Historia del Cine.

La segunda, el magistral trabajo de luces y de sombras del operador Joe MacDonald, sin duda en la mejor de sus tres colaboraciones con el director (recordemos las otras dos, PINKY y PÁNICO EN LAS CALLES) y que curiosamente lo acerca al del mexicano Gabriel Figueroa quien fue la persona que veto el rodaje de la película en su país.

El uso de la profundidad de campo deviene capital en la puesta en escena del director de forma que dota a la imagen de mayores significaciones.





Y, por supuesto, como ya he ido desgranando en este – atípico – comentario, la excelente labor, en líneas generales, de todo el reparto, con especial acento en Marlon Brando, Jean Peters Joseph Wiseman, Harold Gordon y Lou Gilbert.

Una película que pese a las consignas políticas del momento, las mismas que denuncia en la película, se mantiene todavía como una obra desigual pero a ratos apasionante, aunque no creo que podamos incluirla dentro de lo mejor de su director.

Habrá que ver qué tal le ha sentado el tiempo a una película tan controvertida como es LA LEY DEL SILENCIO y que no he visto desde hace tiempo.

Independientemente de mi valoración, LA LEY DEL SILENCIO fue la película que convirtió a Kazan en uno de los directores más poderosos (y creativos) de su generación.

Claro que en medio tenemos FUGITIVOS DEL TERROR ROJO, que veo que algunos compañeros ya han empezado a comentar y que yo recuerdo nítidamente haber visto en La Clave.

Dado que no recuerdo absolutamente nada de ella (salvo el hecho de haberla visto, valga tanta redundancia) me leeré vuestros comentarios cuando la vea, seguramente a mitad de semana, para así no “contaminar” el mío.

Lamento la demora en la entrega pero Terence Fisher y Gene Tierney merecían unas reseñas a su altura. Espero haberlo conseguido, al menos en el caso de la segunda.

Feliz tarde, y buenas noches (teniendo en cuenta lo pronto que se acuesta el Sol en estas latitudes).

¡Guau!, ¡nuestras reseñas son bastante coincidentes y eso me lo tomo como un honor! En todo caso un inciso, intuyo que la aproximación de Kazan es más severa que la del propio Zanuck y me refería a ello un poco hablando sobre "el western" de Zanuck, o film bélico, o mejor aún una especie de híbrido de lo que vendría a ser "Mayor Dundee" de Peckinpah, si no fuera por que aquí se montó la gorda, cosa que parece no dais a entender que hubo conflictos entre productor y realizador/guionista. De acuerdo en lo de Jean Peters, está excelente y lástima que no le dan un poco más de carrete.

PD: Ese primer plano gritando horrorizado de la cara de Madero en su ejecución parece un plano del periodo silente del cine.

Iniciado por Otto+

PD: Ese primer plano gritando horrorizado de la cara de Madero en su ejecución parece un plano del periodo silente del cine.

Creo que lo comenté: a mí me recuerda el uso de los encadenados sonoros de algunos films de Hitchcock, cuando relaciona gritos de horror con el silbido de un tren o los chillidos de las gaviotas.

Discrepo en un detalle de tu comentario, Alcaudón, por otra parte excelente as usual. A mí el personaje de Fernando me parece demasiado de una pieza, sin matices, y la interpretación de Wiseman demasiado rígida. En lo que coincido es que yo tampoco entiendo el Oscar para Quinn, en una interpretación tópica de mexicano alborotador, borrachuzo y mujeriego, de esas que Quinn da la impresión de hacer con el piloto automático, aunque ya sabes que el asunto de los premios me atrae más bien poco.

Iniciado por Otto+

PD: Ese primer plano gritando horrorizado de la cara de Madero en su ejecución parece un plano del periodo silente del cine.

¿Tal vez EL ACORAZADO POTEMKIN (1925) de Eisenstein...?

Wiseman hace básicamente de un Maquiavelo que también por momentos parece salido del periodo silente, caligariano, y es ante todo una metáfora de Kazan, un hombre sin nombre, el agitador y poderoso en las sombras. Si hubiese sido periodista o de la CIA, habiéndose realizado la película más adelante, ya bien entrados los 60', se hubiese vuelto corpóreo.

Quinn iba a ganar el Oscar tarde o temprano, en eso estaremos de acuerdo, a lo largo de esta misma década. Y de hecho consigue dos; que lo consigue por hacer de mexicano, sí, pero es que realmente pienso que es en 1952 precisamente cuando arranca su carrera de verdad. Con Brando, con Peck, con Flynn y O´Hara, antagonista y extrovertido, vulgar y elocuente, hasta un punto que rara vez Hollywood había conocido por entonces; al año siguiente con Cooper y Stanwyck. Sigue de secundario pero en pendiente ascendente. A finales de los 50', ya está consagrado como protagonista de dramas y westerns.

Iniciado por Alcaudón

¿Tal vez EL ACORAZADO POTEMKIN (1925) de Eisenstein...?

Ahí está el detalle (1940), versionando al cómico mexicano legendario

Más que a Maquiavelo (que era un personaje complejo y muy sutil) a mí me recuerda a un Mefistófeles laico, intrigante, maligno, tentador, siempre en la sombra moviendo los hilos. En ese aspecto, ciertamente, parece un personaje de la época silente, incluso anterior, un malvado de teatrillo.

Quizás por eso me gusta.

Iniciado por tomaszapa

De Patricia Neal me encanta Hud, por la que le dieron el Oscar. En esa película me gusta mucho las escenas con Newman. Y a mí también me gusta mucho el papel de los medios en el cine. Me viene a la memoria las magníficas Juan Nadie o El gran carnaval. Como vemos, son varios los grandes directores que hicieron una crítica, más o menos, ácida o severa del papel de la prensa en la opinión pública.

Por cierto, la última película que vi sobre el tema, una joyita, es lo último de Clint Eastwood, Richard Jewell, que aconsejo a quién aún no la haya visto.

Que peliculón HUD... Me encanta la delicadeza con la que cuenta las contradicciones que supone el progeso entre generaciones.
Una maravilla de película.

Iniciado por tomaszapa

Peluquero malo!!!
Me ha venido a la memoria un juego de cartas que había por casa, cuando yo pequeñito y que muchos años después regalé a mi sobrino, cuando era muy pequeño, porque aún se vendían. Los que tenemos de cuarenta y tantos para arriba lo conocemos

No he llegado a conocer esas barajas pero salen en esta película:

Ay qué bonito lo hacía Alex North....esta semana haré la review

Iniciado por Alcaudón

Quizás por eso me gusta.

Ya veo... Por lo mismo que a mí no.

Iniciado por Otto+

Ains, tú y tus fetichismos capilares ¡Qué mal lo pasarías si montaras una perruqueria!

"¡Ay, no, no , por favor!, ¡para qué quiere cortarse esa melena tan... tan varonil y leonina!
¡Deje, deje, venga aquí que se la lavo, que soy experta!
¡Y mire... le pago yo a usted el corte de pelo que quería hacerse si no se lo corta!"

Qué le voy a hacer . Lo pasaría fatal .

Ya te digo yo que es verdad

Virgina Mayo Intervi[/QUOTEew

Tell me about some of the other big stars with whom you worked.
Oh, there were so many! I did four movies with Danny Kaye. Danny was hilarious, always cutting up and doing funny things. I worked with Jimmy Cagney in some films including “White Heat”. Jimmy should have won an Oscar for that film, but for some reason they thought gangster movies shouldn’t win Oscars. It’s a shame because Jimmy gave a magnificent performance.

How was Joel McCrea?
Wonderful, friendly, funny…great to work with. He loved to tell jokes, and his riding was like watching a symphony. He rode so beautifully.

What was it like working with Burt Lancaster?
He was very intense, but much more likable than Kirk Douglas. He’s very intelligent and reads a lot. He used to keep in great shape. He was an acrobat and did his own trapeze work in one of his films. He had a love scene and he was supposed to be angry at me. He grabbed and kissed me so violently that I thought I’d lost my teeth. My arms turned black and blue. I surely didn’t want to kiss him again.
(Hay besos de todos los tipos, Kazanilla -ya que estamos en el hilo del director y para que no desentone...

Tell me about Gregory Peck.
Oh, now there’s a man! He’s so fantastic, wonderful, and charming. He and Reagan were equal in charm. Greg was a better actor because he took it more seriously than Ronnie (Reagan). Greg was great in love scenes. He was tender, sensitive, and a good kisser. Love scenes with him were enjoyable. ¿Lo ves?

¡Toma el Greg! .

Y creo que acabo de entender de dónde viene aquéllo de "La cagaste Burt Lancaster" .

¿Eso es un medio sí?, ¿un quizá al menos?
¿A qué número de foto apuesto? O tiras el dado; el número que salga, la foto de la peli que puse tienes que ver. Aunque no hay una foto número 6, ¿y si sale un 6? Bueno, ya pensaremos en algo .

Esto es un "la tenía preparada pero no me ha dado tiempo" . Pues me ha venido bien tu juego, era una de tus cinco .

Iniciado por hannaben

YEAH!

Cuidado que se nos desvanece

.

Iniciado por tomaszapa

Peluquero malo!!!
Me ha venido a la memoria un juego de cartas que había por casa, cuando yo pequeñito y que muchos años después regalé a mi sobrino, cuando era muy pequeño, porque aún se vendían. Los que tenemos de cuarenta y tantos para arriba lo conocemos

¿Esto no estaba en formato pequeñito de "pica y dale la vuelta a todos los que puedas"? Me suena mucho .

Iniciado por Otto+

Pero del aparatito también heredado en la infancia del que mayores recuerdos tengo es éste (no hay nada obsceno, lo prometo)

Spoiler:

Dicta cómo serán tus relaciones amorosas Y todavía lo conservo ¡.............!

Es como la máquina de Zoltar de "Big", que cumple tus deseos. Falla a veces, pero tampoco tantas

¿Qué es eso? . Pues si no falla te servirá para cosultar tus ligues . Por eso te la has quedado, claro .

Iniciado por Alex Fletcher

Y sin discusión la gata sobre el tejado de zinc es un diez sin paliativos, cosa que no es Al Este del Edén, lo cual tiene un argumento made in Tennessee Williams pero sin TW, cosa que me hace llegar a la conclusión, o por lo menos le da un poco más de fuerza, a que el éxito de Un tranvía llamado deseo resalta mucho más TW que Elia Kazan.

Yo lo discutiría .

Alcaudón, no llegas tarde, la tardona oficial este año, soy yo . Todavía me faltan las dos anteriores .

Leeré vuestros comentarios de la que toca hoy cuando la vea .

North lo hacía todo bien, un adelantado: un sentido rítmico y unas orquestaciones únicas. Lo de Espartaco y Cleopatra es la punta del iceberg. Pero sus partituras para westerns, retomando a Kazan y Zapata -también bastante exóticas a su manera y referenciando muy bien el tono fronterizo- como "Un rey para cuatro reinas" (Walsh, Gable y E. Parker, ésta es particularmente desenfadada, una gozada), "Más allá de Rio Grande" (Parrish, Mitchum y J. London; folklórica mexicana por un tubo, espectacular) o "Muerde la bala" (Brooks, Hackman y Coburn; impetuosa y nostálgica a la luz del fuego y el café al aire libre típico del western), todas ellas son extraordinarias si conectas con su idioma. Luego, mucho más crepuscular, "El gran combate" para John Ford, al que no le gustó nada la composición musical, demasiado modernista porque él aún vivía de los tiempos de Max Steiner y el ya fallecido por entonces Victor Young.
"El largo y cálido verano", una delicatessen nocturna; "Mañana lloraré", sleazy jazz en la línea del "Tranvía".

North fue un pilar para Kazan, mientras que para "7 mujeres" Ford se refugió en Elmer Bernstein, más afín a sus gustos tras El gran combate.

Spoiler:

"Desirée" es una de las que menos me importan de su filmografía, aunque no tanto como a Brando el film , y luego, pues maravillas como "El tormento y el éxtasis", "La calumnia" y "La mala semilla" (estas dos muy semejantes, comportamientos maliciosos desde la infancia que el compositor aborda con unas melodías tiernas y melancólicas como brutal contraste para lo que va aconteciendo); finalizando con su faceta jazzística en "Virginia Wolf" de la Taylor.

Por cierto, me alegro de que a Alcaudón le haya gustado mucho más "La gata sobre el tejado de Zinc" y en especial Paul Newman Es una película que veo cada dos o tres años y no me canso de ella, ya la mencionamos por ahí hace muy poco. Es que es un además que iría de cabeza a ese ciclo que mencioné en el hilo más general que estaría dispuesto a hacer sobre "cuerpos de cine" ; sí, sí, aprovechando que Tomás dejó clara su pasión por Leslie Anne Down. Eso sí, la escena en la que Newman cabreado lanza la muleta y se cae, me remite más a un futurible James Dean que a Marlon Brando. Guapos, guapos, inclusive Ives, pero la Taylor es que hasta ronronea. Prrr, prrrrr.




Cuántas feromonas La escena de las medias.... esa espalda... desnuda

Spoiler:

Atmósfera cargada de electrones. Electricidad estática como cuando acercábamos el vello de los brazos a los televisores de tubo y se erizaba

Espero tener tiempo para comentarla siquiera brevemente en "el otro rincón" aunque últimamente voy más cargado que los Reyes Magos en Navidades.

Además Richard Brooks, guionista reconvertido en director y excelente en ambas facetas, siempre ha sido de mi agrado.

Y no sólo eso sino que tuvo la fortuna de casarse con una de mis actrices predilectas...