Quiero quejarme de lo atrasados o incompatibles, además de incompetentes, que seguimos siendo con la Unión Europea en cuestión de transacciones electrónicas comerciales.
Y digo esto porque es la quinta vez que me voy a ver obligado a tener que desplazarme a una sucursal "extranjera" para finalizar un intercambio comercial.
¿Cómo es posible que si quiero abonar bienes o servicios a Francia, Alemania, Reino Unido e Irlanda, ya sea desde La Caixa, BBVA, BSCH, Cajamadrid o Banco Popular me tenga que desplazar en persona a mi oficina de la entidad de crédito X para poder realizarlo o irme directamente a una sucursal de una entidad de crédito extranjera?
¿De qué sirven las distintas opciones on-line que ofrecen las variopintas entidades crediticias españolas en sus webs si no son de uso real?
¿Por qué seguimos en el Pleistoceno en cuestión de comercio electrónico?
¿Es esto normal o decente si se me apura?
No lo entiendo, de verdad que no llego a comprenderlo. Se nos intentan vender equiparaciones varias y luego resulta que seguimos siendo el culo del mundo para lo que de verdad es importante actualmente: el comercio electrónico intracomunitario.
Una vez más tendré que perder horas de mi tiempo de trabajo para realizar algo que se me debería facilitar por las distintas entidades a través de internet. Y, para más escarnio, hacerlo desde una sucursal (tú sucursal) cuesta no sólo tiempo, sino también dinero.
Esto no es serio. Es más, es una vergüenza.
Sirva el presente mensaje como crítica y un pequeño desahogo a una situación que imagino nos sucederá a cada vez más personas y con una mayor frecuencia.
¡Qué viva la endogamia comercial!, ¡Un viva por los toros!, ¡Un viva por la sangría!, ¡Un viva por el cachondeo! y ¡Un viva por la competitividad española!
¡VIVA!, JODER, ¡QUÉ VIVA ESPAÑA!