Fuente RTVE.- "El realizador británico Ken Russell, nominado a un Óscar en 1970 por el filme Mujeres enamoradas, ha muerto este domingo en el Reino Unido a los 84 años, según ha informado la familia. Russell, que debutó en la televisión, es conocido también por haber llevado a la pantalla la comedia musical Tommy, de los Who, en 1975.
Russell nació en Southampton en 1927. Después de trabajar como actor y como bailarín, se convirtió en los 50 en un exitoso fotógrafo freelance. Sus cortometrajes Peepshow (1956) y Amelia and the Angel (1957) le valieron el acceso a la BBC, donde hizo varios documentales.
Tras trabajar varios años en la televisión, volvió al mundo del cine para hacer El cerebro de un billón de dólares, protagonizada por Michael Cane. Pero no fue hasta 1969, con Mujeres enamoradas, cuando se ganó el respeto como director rompiendo el tabú sobre la desnudez frontal masculina.
"Contribución única al mundo del cine"
Michael Winner, realizador británico que dirigió a Marlon Brando en Los últimos juegos prohibidos, ha rendido tributo a su colega fallecido al afirmar que hizo "una contribución única" a la industria cinematográfica del Reino Unido.
"Su aportación a la televisión y al cine en este país es absolutamente única. Los llevó a áreas desconocidas hasta entonces", ha afirmado.
Winner ha revelado que Russell había sufrido "una enfermedad terrible" durante algún tiempo.
También ha dicho que el director, muy conocido en este país por su trabajo para televisión, era "una persona muy alegre y bienintencionada"."
También fue el realizador de La guarida del gusano blanco, Gothic, La pasión de China Blue, Viaje alucinante al fondo de la mente o Los demonios: en la foto aparece junto a Ringo Starr en un momento de descanso durante el rodaje de Lisztomania.
Descanse en paz uno de los directores más originales, salvajes e inconoclastas de la historia del cine
Por cierto, en la información de RTVE española se indica que uno de sus últimos trabajos fue La casa Rusia con Sean Connery, y a no ser que la dirigiera sin acreditar me parece un error como una casa porque el director (para bien o para mal) fue Fred Schepisi