Plataformas disponibles: PC, PS4, Xbox One y Nintendo Switch.Furi es un juego de acción beat’em up que nos propone acabar con la vida de un variado grupo de enemigos finales. El juego apuesta por un sistema de combate inspirado por los clásicos japoneses.
Fecha de lanzamiento: 2018 en switch y 2016 en el resto de plataformas.
Desde que vi un vídeo de este juego, me llamó mucho la atención. Por el reto que supone, porque me descubrió el subgénero boss rush y porque audiovisualmente me pareció increíble. Aprovechando que en la eshop de Nintendo está a mitad de precio (10€ en lugar de los 20€ que cuesta habitualmente) por fin lo compré. Me extraña que no haya un tema abierto.
No me lo he pasado aún, y sé que no es una maravilla. Al fin y al cabo el juego son 9 fases de final bosses, así que la duración y variedad del mismo no es precisamente uno de sus puntos fuertes. Pero lo estoy disfrutando tanto como me imaginaba que lo iba a hacer.
El sistema de combate es muy sencillo, pero es muy adictivo y espectacular. Cuentas con cuatro acciones:
- Ataque (pudiendo hacer un combo de 4 golpes y un ataque cargado).
- Bloqueo (dependiendo de cuando bloquees, te da vida o te permite hacer un ataque especial).
- Esquive (puedes cargarlo para llegar más lejos).
- Disparo (pudiendo cargar el disparo).
Hay dos estilos de pelea. Está el amplio y el cercano. El cambio de uno a otro sucede cuando le quitas una barra de vida al jefe. Los dos son curiosos gracias a que cada uno de los jefes está muy bien pensado y son totalmente diferentes entre si. Obviamente, hay cosas en cada uno de ellos que se repiten, pero la sensación es de que estás luchando contra un enemigo totalmente distinto contra el que debes pensar una estrategia nueva. Su elevada dificultad (ya en su modo normal, el difícil hasta que no te pasas el juego no se desbloquea), lo mejora todo. Un juego que podría durar un suspiro, se convierte en un juego al que le puedes echar horas. Es todo un reto.
Pero más allá de su jugabilidad, que es notable, lo que me enamora de este juego es su estética. El diseño viene del creador de Afro Samurái, Takashi Okazaki, y se nota una barbaridad. Solo tenemos que comparar a los dos protagonistas para darnos cuenta de que están dibujados por el mismo autor. Como en aquella producción, luce espectacular, y la iluminación hecha con neones para darle ese ambiente futurista lo hace más molón. Dejo por aquí algunas capturas (de los momentos de calma entre jefe y jefe), para que veáis el nivel:
Los gráficos no son nada del otro mundo, bastante justitos. Pero con un diseño artístico tan potente, no importa. A esto hay que añadirle la banda sonora creada por Carpenter Brut, The Toxic Avenger, Danger y demás artistas del panorama de la música electrónica que es una auténtica pasada. Sintetizadores a tope. Temazos como:
Su historia es simple, aunque bastante enigmática. No es su punto fuerte, pero cumple. Llevo 4 jefes vencidos, y por el momento lo recomiendo encarecidamente. Muy divertido.