CAPITULO I
Este símil político puede valer para definir la carrera de Goldsmith en esta década. Dejando un lado trabajos de gran mérito durante la misma, es cierto que durante este tiempo se comienzan a observar unas constantes que en su mayoría nos remiten a un compositor cansado y en cierto modo acomodado. Entre esas constantes podemos destacar:
* * * * -Reutilización de las características propias de su estilo, sin la inspiración de su etapa pasada y con mayor amolde a los gustos populares (debido al auge en la venta de bandas sonoras)..
* * * * -Gran número de trabajos realizados en escaso lapsus temporal confiados, en su mayoría, a la rapidez de los nuevos aparatos electrónicos, con excesivo uso del sintetizador para recreación de ambientes y repetición de esquemas incidentales fruto de la rapidez (cantidad por calidad).
* * * * -Gusto por la melodía fácil, con registros agudos en la cuerda y un progresivo alejamiento de los esquemas complejos, amen de una excesiva dependencia a un leitmotif principal.
En descargo del propio Goldsmith en realidad, son unas constantes que pueden encontrarse en la mayoría de los trabajos para el cine de esa época. Así, encontramos al peor Goldsmith en títulos como RUNAWAY (1984), cuarta y última colaboración con Michael Crichton, aburridísimo festival electrónico sin un ápice de inspiración; y en THE LONELY GUY (1984), comedia vehículo para Steve Martín, dirigida por el cada vez mas torpe Arthur Hiller y donde el maestro se deja arrastrar nuevamente por un nuevo festival al sintetizador con resultados excesivamente vulgares y un tema principal con álito orquestal (“No number”) que se convierte en machacona e inevitable canción con letra de John Bettis (“Love comes without warning” interpretada por América).
También encontramos en estos años de ajuste a un Goldsmith interesado por la experimentación mas electrónica que orquestal. GREMLINS (1984), junto a Joe Dante, es original, divertida y en ocasiones grotesca, con profusión de efectos electrónicos asociados alas travesuras cometidas por los extraños protagonistas del film. Para la versión buena de estos animales, Gizmo, crea una melodía dulce y gentil de indudable inspiración, pero en general, escuchada hoy día, la partitura está pasada de moda y produce cierto sonrojo (debido a sus efectos facilones y simples). Sin embargo, en su momento le supuso un Saturn Award. La continuación GREMLINS II (1990), dirigida también por Dante, cinematográficamente pierde toda la gracia del original y alcanza cotas pésimas. Goldsmith utiliza los dos temas principales de la antecesora, el dulce de “Gizmo” y el divertido “Gremlin rag”, dotando al score de un mayor aire sinfónico que se agradece en melodías nuevas como “New friends” y convirtiendo el rag final en un auténtico tour de force orquestal. En ese mismo camino se situa su trabajo para LINK (1986), con peores resultados. Este film de terror, con simio incluido, era dirigido por Richard Franklin, con el que ya había trabajado en “Psycho II”. Narrado con ciertas dosis cómicas, esta resuleto con un tema principal con graciosa y obsesiva melodía de aires circenses con nuevo uso vulgar de efectos electrónicos. Sólo destaca una idea melódica desarrollada en el corte “Welcome Link”. Según palabras de su director, lo que se buscaba era realizar una música que se asemejara a un rock and roll barroco (sic). Cabe decir lo mismo que se expuso sobre el paso del tiempo respecto de “Gremlins”, pero estos nuevos alardes electrónicos del maestro le vales una nueva nominación a los premios de la Academia de la Ciencia-Ficción (ya había sido nominado anteriormente por sus scores para “The boys from Brazil” y “Magic” en 1978 y “Star Trek” en 1979).
Mucho mas interesantes van a ser los prolíficos trabajos del compositor en el campo del cine de aventuras. SUPERGIRL (1984), que narra las peripecias de la supuesta prima de Superman, cuenta con un score predominantemente sinfónico (con uso de algunos efectos de sonido) con tres interesantes temas primarios: el “Supergirl theme”, una marcha poderosa y épica que se inicia con solos de trompeta, un bello tema de amor sostenido en maderas y cuerdas y el “Monster theme” asociado a la malvada Selina (Faye Dunaway)con tensos crescendos en cuerdas y metal. BABY (Baby, el secreto de la leyenda perdida)(1984), narra las aventuras de dos naturalistas tras la huella de un pequeño dinosaurio. El score posee un fuerte carácter sinfónico con melodía principal al sintetizador de tono infantil y frágil. “The rescue” es un fornido corte de acción que recuerda material de “First blood”, mientras el tema final (“The legend”) es una magnífica pieza de larga duración donde el tema central se afianza en la cuerda mientras el sintetizador mimetiza sonidos de la selva. Goldsmith repite esta estructura en su última colaboración con Jack.L.Thompson KING SOLOMON’S MINES (Las minas del Rey Solomon)(1985), esta vez sin uso electrónico. El film respondía a la nueva moda de acción continuada impuesta por el Indiana Jones de Spielberg, con resultados, eso sí, bastante pobres. La partitura se abre con un motivo egipcio asociado a la búsqueda del tesoro y el tema principal, una marcha (como en la música de Williams para “En busca del arca perdida”) emerge triunfante en las trompetas para definir el personaje de Quatermain (Richard Chamberlain). Un tema de acción domina el score (“No sale”, “Dancing shots”) y un breve motivo basado en “Las Walkirias” de Wagner se asocia al ejército alemán (“Forced flight”). Contiene otro tema interesante y grácil que emerge a la flauta y el oboe (“Upside down people”) y un frenético tema de acción con gran uso percusivo (“The cocodriles”). El tema de amor lleva el sello del autor y aparece por primera vez en el corte “Good morning”, reapareciendo en el tema final, junto al motivo de la marcha (“No diamonds”), con aires muy líricos.
Una nueva incursión en el cine de acción supone RAMBO: FIRST BLOOD II (Rambo)(1985) de nuevo junto a Pan Cosmatos. El maestro se limita a utilizar material procedente del primer film con mayor uso de aparato electrónico y un nuevo tema inicial en su primera mitad, para recrear la aproximación oriental de la historia (Vietnam, usando percusión similar a la de “The sand Peebles”) y otro de acción frenética con sorprendente uso del metal (“Pilot over”). El tema de acción que domina el score, variación del tema principal de la primera entrega, también prevalece en la última película de la serie, RAMBO III (1988 ) con una bellísima versión del “It’s a long road” (“Another time”), un tenso y sorprendente tema de acción con acertado uso electrónico (“Preparations”), nueva aproximación oriental asociada al país donde el héroe imparte justicia (?) (“Afganistán”) y magníficas y potentes versiones del tema central (“Flaming village” y “Night fight”).
Goldsmith volverá a encontrar el camino del éxito con un magnífico score para una desabrida película de nacionalidad británica: LEGEND (1985). Aquí el sintetizador completa la orquesta y los coros con un aire etéreo que evoca el mundo de las hadas y la magia donde sumerge a la historia. Estilísticamente es un score romántico con toques impresionistas que oscila entre tonalidad y atonalidad como entre sueño y realidad, incluyendo una atmósfera espiritual inducida por el uso de los coros. Temáticamente es compleja, con utilización de varios leitmotifs, e incluso de canciones (con letras de John Bettis, en una nueva colaboración con el maestro tras “Lonely guy” y “Twilight zone”) y elementos de música folk (“Sng the wee” y la trepidante “Faerie dance”). Destacan el bellísimo tema principal que cristaliza en “Reunited”, el descriptivo empleado para definir a los Goblins, el hermosísimo crescendo de “The unicorns”, el tema asociado al Señor Oscuro (Tim Curry) con extraños efectos electrónicos, el waltz nervioso y salvaje de “The dress waltz”, al igual que la hermosa y obsesiva melodía de “The riddle”. Lamentablemente el maestro volvió a tropezar con la difícil personalidad de Ridley Scott. Tras la frustrante colaboración del compositor con el director inglés en “Alien”, se dejó de nuevo subyugar por las posibilidades de la historia pensando que los problemas no tenían porqué repetirse. No fue así y el director volvió a acortar música en varias escenas, utilizar cortes musicales de “Psicosis II” para rellenar metraje, y como no, musica de otro compositor, esta vez del británico Tim Souster. Para colmo de males, los productores americanos, amen de montar una versión distinta para su estreno en el Nuevo Continente, pretendían un score mas comercial para el lanzamiento discográfico de la película y encargaron uno nuevo al grupo alemán Tangerine Dream, liderado por Christopher Franke, incluyendo un tema de rock interpretado por Brian Ferry en los títulos de crédito. El resultado es muy curioso, puesto que oida la versión americana del film, tampoco nos situa ante un score excesivamente comercial, es mas el acercamiento del grupo alemán notaba enormes influencias de la partitura de Goldsmith (el resultado es muy inferior al logrado por el compositor californiano).
Una nueva colaboración con Joe Dante se plasmaba en EXPLORERS (Exploradores)(1985), otro film fantástico que contaba con tres temas muy interesantes: “The construction” con un magnífico scherzo que presenta el gentil tema principal construido en crescendo orquestal, “Free ride” con un delicioso motivo que precede a un activo final con efectos similares a los usados en “Supergirl”, y “Have a nice trip” que desarrolla el leitmotif principal en las cuerdas y trompas, incluyendo una extraña pieza de “rock sideral”.
El “explorers theme” respira en el ambiente cuando escuchamos el tema principal para HOOSIERS (Hoosiers: mas que ídolos)(1986) que le vale su 14ª nominación al Oscar. La partitura es una apoteosis electrónica con el “Hoosiers theme”, pegadizo y de fácil retención (base de sintonía desde entonces para muchos programas televisivos dedicados al baloncesto), como tema abanderado que domina un score un tanto desfasado (por el uso incorrecto de los sintetizadores por parte del compositor) y que tiene su verdadera baza en el impresionante tema “The finals”, que roza el cuarto de hora, y que resume con magistral apoyo orquestal los dos temas básicos del score (el de Hoosiers y el bellísimo tema de amor).
</p>Editado por: <A HREF=http://pub32.ezboard.com/bmundodvd43132.showLocalUserPublicProfile?login=mi cki>Micki</A> fecha: 6/12/02 8:02:09 pm