Pues eso, me he quedado de piedra al leer la noticia. Al margen de su tortuosa vida personal, hay que reconocer que era -y siempre será- un genio de la música. Es curioso, hace unos días, durante las vacaciones que he disfrutado en USA, pasé por delante de su mansión en beverly Hills, la misma donde hoy ha fallecido, y era sorprendente observar la cantidad de fans que lo esperaban cada día -o eso nos dijo el guía- a la espera de un saludo o un autógrafo. En fin, descanse en paz y gracias por su música.