Críticas a la homeopatía
Falta de evidencia de su eficacia terapéutica
Muchos consideran la homeopatía como un residuo pseudocientífico de la época de la alquimia. Los resultados atribuidos a la homeopatía se pueden explicar por el efecto placebo. Afirman que los remedios homeopáticos han sido científicamente probados (en lo que se llama experimento de «doble ciego» para controlar el efecto placebo) muchas veces, y en unos pocos de esos estudios se han producido resultados ligeramente positivos. La mayoría de los científicos atribuyen esto a la casualidad, porque los resultados no son apenas medibles, ni los ensayos son reproducibles, y porque hay muchos más experimentos fallidos. Además, la manera en la que se desarrollan estas pruebas indica que una pequeña parte de ellas dan falsos positivos. Por lo general, los resultados están protegidos estadísticamente, pero cuando se hacen muchos experimentos, puede aparecer alguno con resultado positivo por casualidad.
Falta de consistencia lógica
Otra crítica a la homeopatía es su inconsistencia lógica. Esta teoría asume que el agua de algún modo «recuerda» las propiedades químicas de las moléculas que alguna vez estuvieron en contacto con ella. En esta práctica se diluye la solución original hasta el punto de que al final no hay moléculas de la misma, aunque afirman que el agua retiene algunas propiedades químicas de la molécula. Si fuera así, ¿cómo se obtuvo el agua pura que se usa en este proceso? El agua que los propios homeópatas usan estuvo anteriormente en contacto con otros componentes, incluso de residuos químicos, orina, metales radiactivos y venenos varios. De acuerdo con la teoría homeopática, toda el agua del mundo debería «recordar» su contacto con millones de sustancias químicas. En la práctica, dicen los científicos, el agua homeopática no recuerda absolutamente nada, excepto las propiedades de los componentes que los homeópatas dicen que contienen.
Pensamiento mágico
Aunque las afirmaciones de la homeopatía no han sido probadas científicamente, mucha gente acepta que la homeopatía se debe al pensamiento mágico. Como apunta el doctor Phillips Stevens, «muchos de los sistemas de curación complementarios o alternativos de hoy incluyen creencias mágicas, lo cual pone de manifiesto que el pensamiento basado en los principios de la cosmología y la causalidad son inmemoriales y universales. Estos principios son similares entre todas las culturas humanas, por lo que los científicos cognitivos han sugerido que son innatos en la especie humana, lo cual esta siendo reforzado por la investigación científica actual... Algunos de los principios de las creencias mágicas descritos arriba son evidentes en los sistemas de creencias populares actuales. Un ejemplo claro es la homeopatía... El principio fundamental de su fundador, Samuel Hahnemann (1755-1843), similia similibus curantur, es una expresión explícita de un principio mágico».
Las sucesivas diluciones no dejan más que agua
El diluir sustancias tal como lo hace la homeopatía no debería incrementar o disminuir los efectos que la sustancia en cuestión tiene, sino que de hecho destruye por completo el agente sanador. Robert L. Park, profesor de física y director de la sede de Washington de la American Physical Society, escribió en su libro Voodoo Science: The Road from Foolishness to Fraud:
[Samuel] Hahnemann [el «inventor» de la homeopatía en los siglos XVIII y XIX] utilizó un proceso de dilución secuencial para preparar sus medicinas. Diluiría un extracto de alguna hierba «natural» o mineral, exactamente una parte de medicina en diez partes de agua, 1:10, agitaría la solución, y volvería a diluir de nuevo en la misma proporción, resultando una dilución total 1:100. Si lo repite una tercera vez, tenemos 1:1.000, etc. Cada dilución añadiría otro cero. Repetiría el proceso muchas veces. Así se consiguen diluciones extremas. El límite de la dilución se alcanza cuando queda aún una sola molécula de la medicina. Más allá de este punto, no queda nada que diluir. En los remedios homeopáticos por ejemplo, una dilución de 30× es un estándar. La notación 30× indica que la sustancia fue diluida en proporción 1:10 y agitada, para después volver a repetir lo mismo hasta 30 veces. La dilución final tendría una parte de medicina por cada 1.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000 partes de agua. Esto estaría lejos del límite de dilución. Para ser precisos, en una dilución de 30× tendrías que beber 29.803 litros de la solución para esperar encontrar sólo una molécula de la medicina. En comparación con muchos preparados homeopáticos, incluso 30× es demasiado concentrado. El Oscillococcinum, un remedio homeopático estándar para la gripe, es un derivado del hígado de pato, pero su uso en homeopatía no amenaza a la población de patos. Su dilución estándar es de 200C. La C significa que el extracto está diluido en proporción 1:100 y agitado en 200 ocasiones. Como resultado tenemos una dilución con una molécula del extracto por cada 10400 moléculas de agua, es decir, un 1 seguido por 400 ceros. Pero sólo hay 1080 (un 1 seguido por 80 ceros) átomos en el universo entero. Una dilución 200C va mucho más allá del límite de dilución de todo el universo visible.^
Park afirma que Hahnemann posiblemente no sabía que estaba excediendo el límite de dilución porque no conocía el número de Avogadro, una constante física que hace posible calcular el número de moléculas que hay en una cantidad de masa de sustancia. Park explica el éxito de la homeopatía comparándolo con el uso de remedios realmente dañinos al mismo tiempo: «Los médicos seguían tratando a sus pacientes con sangrías, purgas, y frecuentes dosis de mercurio y otras sustancias tóxicas. Si las panaceas infinitamente diluidas no hacían bien, al menos tampoco hacía mal, permitiendo que las defensas naturales del paciente corrigieran el problema.»
Park además explica cómo los modernos homeopatólogos afirman que no hay realmente ninguna molécula de medicina en sus medicinas, sino que el líquido «recuerda» la sustancia tras el proceso de dilución. No han explicado cómo la sustancia recuerda esto. Los críticos también dicen que el agua espontáneamente se disocia en ácido y álcali (por eso tiene pH 7). La cantidad de ácido de un remedio homeopático, aunque pequeño, es mucho mayor que la cantidad de agente activo.
El reto del millón de dólares de James Randi
El escéptico James Randi ha ofrecido un premio de un millón de dólares a cualquiera que pueda demostrar la existencia de algo sobrenatural o paranormal. El millón de dólares también está disponible para cualquiera que pueda, por cualesquiera medios de su elección, demostrar la diferencia entre el agua normal y cualquier remedio homeopático de su elección.
Recientemente, el programa científico de la BBC Horizon financió una prueba de homeopatía en un intento de ganar el premio. Se probaron dos soluciones (agua «pura» y un tratamiento homeopático) para establecer si producían algún efecto biológico. Ningún efecto no achacable al azar fue producido por la solución homeopática. Así pues, la homeopatía perdió el desafío.