Este fin de semana he disfrutado los 13 episodios de esta serie que dejó de emitirse trás los 4 primeros. Me ha parecido una maravilla. Otra gran serie cancelada, otra oportunidad de hacer algo bueno echada al trás por causa de los índices de audiencia. Me ha encantado Bradley Cooper, que me parecía un soso insoportable en Alias, he recuperado al estupendo Nicholas Brendon, al que no veía desde Buffy, Frank Langella está colosal para lo poco que sale, otros actores que no conocía como Sam Pancake (el camarero homosexual) y Owain Yeoman (el cocinero británico) estan también geniales, al igual que las féminas que son de "toma pan y moja". El único inconveniente es que te deja la sensación de insatisfacción. Quieres más pero no hay más. Lástima.