Un poco de mi historia como coleccionista...
Como muchos sabéis soy Paco, de Sevilla, y aunque mi colección está centrada en la saga de Star Wars en la actualidad no ha sido siempre así. Si tengo que hacer un resumen de mi historial, aún breve espero, como coleccionista empezaría comentando que desde muy pequeño la ciencia ficción ha sido mi género preferido en cualquier ámbito, pero sobretodo el mundo del cómic fue lo primero que atrajo mi atención.
Cuando tenía 6 ó 7 años ya le solicitaba a mis padres la compra de cómics ( tebeos que los llamaba yo en aquel momento, claro ) porque desde que recuerdo me ha gustado mucho dibujar, y en los cómics disfrutaba mucho del dibujo que aquellos que con su arte daban vida a las historias de -generalmente- los superhéroes, personajes muy característicos que me llamaban mucho la atención. Como en esos momento, en plena década de los 80, las tiendas de cómics ni existían en mi ciudad el quiosco del barrio era el que me surtía de aquellas primeras ediciones de Cómics Forum y Zinco que eran las editoriales que publicaban a Marvel y a DC en aquellos momentos. Coleccionar cómics en aquel momento era complicado porque las colecciones no llegaban al quiosco de forma regular, sino que los números llegaban salteados y era casi imposible reunir correlativamente 3 ó 4 de una misma cabecera, pero era lo que había y para mi ya era suficiente, por aquel entonces Batman y Spiderman eran mis superhéroes preferidos aunque no la hacía ascos a casi ninguno.
Con 14 años, en cuanto terminé la EGB, entré a estudiar en la Escuela de Artes Aplicadas de Sevilla para seguir practicando mi afición por el dibujo de forma un poco más seria, y entre clase y clase fue entonces que descubrí lo que hoy día llamamos una librería especializada, básicamente porque había una ( Elektra Comics, la primera que se abrió en Sevilla ) justo al lado de la Escuela. Fue entonces cuando me adentré a fondo en el mundo del cómic y aparte del género de superhéroes que me seguía encandilando me abrí a otros mercados como el europeo o el japonés. En ese momento si era factible el coleccionar cómics de forma regular, y así lo hice aunque para entonces ya compartía esa afición con otras que había ido descubriendo por el camino, como eran los videojuegos o el cine de sci-fi. Cuando dejé de estudiar, con 19 años, entré a trabajar como dibujante ( animador ) en una empresa de animación y diseño audiovisual. Durante los años siguientes me volqué mucho en el cine de animación y el anime, diríamos que por defecto profesional, pero lo que siempre han tenido en común todas estas aficiones para mí – los cómics, los videojuegos, el anime, el cine...-es el gusto por las historias de ciencia ficción, como decía mi género preferido.
Con este historial lo fácil es que me hubiese animado a coleccionar merchandising más bien relacionado con los cómics o los superhéroes, sin embargo siempre me habían llamado la atención esos “muñecos” que descubría en las tiendas de cómics que no estaban destinados a los niños, sino que representaban a personajes de culto del mundo del cine. Entendiendo que esas figuras no estaban destinadas al uso común de un juguete y que eran más bien piezas para coleccionistas me animé a comprar varias de ellas para adornar un poco mis estanterías de dvds y videojuegos, y de ese modo me hice con varias figuras articuladas de McFarlane, esas mismas que han sido el origen de tantas y tantas otras colecciones de las que pululan actualmente por el foro ( y por el mundo ).
Sin embargo reconozco como mis primeras piezas “de entidad” los 4 bustos de la firma Gentle Giant que compré allá por el año 2002 ó 2003 y que representaron un paso muy grande para mi en aquel entonces cuando cada busto costaba “la friolera” de 60 euros. Eran de resina, y representaban con mucho detalle a los protagonistas de una de mis películas preferidas del género, The Matrix. Realmente me pensé mucho aquella compra, porque entendía que eran artículos casi “de lujo” por su precio y características, pero aún recuerdo lo fascinado que estaba con aquellas primeras piezas de resina y el como me parecían una mejora más que significativa respecto a esas figuras de plástico que había ido comprando anteriormente.
Gentle Giant había arrancado poco tiempo antes una línea de bustos, del mismo tipo que los que yo había comprado de Matrix, sobre Star Wars, que era una de mis sagas predilectas por aquel entonces -aunque reconozco haber sido un fan bastante “tardío” de la saga- y entonces decidí adquirir algunos de estos bustos para representar la saga de George Lucas en mi habitación, del mismo modo que había hecho antes con la de los Hermanos Wachowski, sin embargo caí con las figuras de cuerpo completo escala 1/6 de Kotobukiya antes de continuar mi aventura con los chicos de Gentle. El motivo era que eran figuras de cuerpo completo de muy buen tamaño y relación calidad/precio, a pesar de que este se incrementaba y de que cada vez el listón económico estaba más alto, en poco tiempo me hice con 4 ó 5 de estas estatuas de PVC que me llevaron de cabeza a la perdición que supone este mundillo ( que os voy a contar ya que no sepáis ). En ese momento una figura de 30 ctms. me parecía algo casi de otro mundo, y la fiebre por este tipo de artículos se desató, ya bicheaba por internet y le había ido echando el ojo a otras licencias y fabricantes, una de las líneas que más me habían llamado la atención fue la de Weta/Sideshow sobre The Lord of the Rings, otra de las sagas que más me habían llenado en los años precedentes, e incluso en alguna tienda de mi ciudad pude disfrutar de ver en vivo alguna de estas estatuas, que sin embargo consideraba totalmente fuera de mis posibilidades, pagar 200 ó 300 euros por una estatua me parecía entonces una locura y me contentaba con ir picando de los mini-bust de Gentle Giant, con los que finalmente retomé mi colección Star Wars en verano de 2007.
Terminé vendiendo las figuras de Kotobukiya para hacer sitio, y dinero, para la resina, y en lo que quedaba de ese año compré una veintena de los mencionados bustos, “especializándome” en este tipo de artículos y descartando las figuras de plástico y PVC para mi colección ( apenas guardé un par de las viejas McFarlane que aún estarán en algún cajón, el resto lo vendí todo o incluso lo regalé ).
En ese momento fue también cuando comencé a registrarme en foros especializados ( algunos que ya ni existen ). Quizás un punto de inflexión en mi historial como coleccionista fue cuando decidí adquirir, en verano del 2008, una Premium Format de Sideshow, echando por tierra esa norma autoimpuesta de no gastar una cantidad tan grande en una sola pieza. El caso es que lo que en principio era la intención de comprar un par de estas piezas como remate para mi colección de bustos se convirtió en un cambio de sentido inesperado, y esta línea se convirtió en mi nueva “obsesión”, siendo que desde entonces no he dejado nunca de comprar este tipo de estatuas. Por el camino he picado en varias licencias siempre enfocadas al género cinematográfico: Indianas Jones, Terminator, el universo de Alien, El Señor de los Anillos ( adquiriendo varias de aquellas estatuas de Weta que años antes me habían parecido inaccesibles )... pero también es cierto que llegado a un punto, en Octubre del 2012 concretamente, decido dar un nuevo giro a mi colección para centrarme única y exclusivamente en la saga galáctica por excelencia. Ante la clara idea de no disponer ya de un espacio excesivo para exponer mis figuras, y de querer seguir subiendo el listón en cuanto a calidad de piezas se refiere, hice el sacrificio de vender buena parte de mis estatuas para conseguir otras piezas de mayor calibre, como son los bustos life-size ( bustos de tamaño natural ), y a la par obtener nuevo espacio que invertir en la representación del máximo número de personajes posible de mi saga favorita.
En la actualidad mi ritmo de compras se ha ralentizado bastante, pero siendo que en los últimos años he dedicado la mayor parte del esfuerzo a la adquisición de piezas, lo que era la exposición de las mismas la he tenido algo descuidada, habiendo tenido la mayoría de las figuras incluso guardadas en el trastero durante varios años. Poco a poco estoy acondicionando la habitación que dedico a este bendito ( y sufrido ) hobby, y aunque me queda mucho por hacer debo decir que la colección actual me parece mucho más completa y ambiciosa de lo que nunca me imaginé que iba a llegar a ser. Ya sabéis que en esto se sabe cuando se empieza, pero nunca cuando, ni en que circunstancias, se acaba, y todos tenemos una idea original que termina desbordándose de alguna u otra forma.