Me ha extrañado no encontrar un comentario. Es curioso. Ha pasado por aquí como si no hubiera existido, y no debería ser así. Como no debería quedar en el anonimato el estreno en España de esta película.
La forma en que vertebra la puesta en escena de un tema tan espinoso, difícil, y a la vez trascendente, como esa perversión del lenguaje originada en algunos hechos y mecanismos del nazismo, es tan interesante como arriesgada.
Se trata de una película que desde otras perspectivas cinematográficas se hubiera podido puntualizar en varios aspectos, cualquiera puede sugerir pequeños detalles a matizar; pero que, en su camino de tratamiento y revelación de un tema tan mal tratado habitualmente, logra llegar mucho más lejos.
No es fácil, nada fácil, articular un discurso cinematográfico partiendo del lenguaje verbal y sus fundamentos en el tiempo sin caer en algunos clichés limitados, y que limitan tanto la ilustración de este tema como la profundidad y el realismo con el que se trata.
A mí me gustó. Mucho. Quizá más de uno se perdió ante algunas palabras alemanas sin traducir explícitamente, pero creo, en mi opinión, que cualquiera de los que la vimos en el cine nos sentimos cierta turbación tras acabar. Hubo a quien se le hizo larga, no sé si a otros abrió los ojos, pero las pequeñas discusiones que presencié a la salida mostraban cualquiera cosa menos indiferencia.