El propio Del Toro lo deja caer en una
entrevista:
"Cuando te enamoras, no importa lo que te digan los ideólogos, te enamorarás de alguien con un trasfondo religioso completamente diferente, tu mismo sexo, diferente color de piel: cuando te enamoras, te enamoras, no hay necesidad de permiso. Podrías llamarlo “una forma de amor”, pero creo que es mucho mejor hacer que la criatura salga del agua, y
mostrar la conexión de Sally con el agua, porque al final se revela que ella puede haber tenido mucho más en su origen de lo que reconoció en la criatura. Se tomaron un largo tiempo para encontrarse, pero se conocieron."
Y aquí otra
aportación es ese sentido:
"Zelda revela que Elisa fue encontrada de niña junto a un río y luego fue puesta en adopción. Cuando ella fue encontrada, ya tenía las marcas en el cuello. Strickland asume que la causa de las marcas y de la mudez de Elisa tiene que ver con un procedimiento quirúrgico en el que le extrajeron las cuerdas vocales, posiblemente como parte de un experimento.
Sin embargo, Strickland resulta muy malo para enarbolar teorías y si conectamos esta información con la teoría de que la criatura se dejó atrapar voluntariamente, todo calza. Elisa bien podría ser un cruce entre un humano y la especie de la criatura, y las marcas en el cuello y su imposibilidad de hablar podrían ser indicios de su verdadera especie.
Las marcas podrían ser simplemente branquias en estado latente, y la imposibilidad de hablar es una marca de su ascendencia no humana. Así, no se trataría de magia, la escena final en la que las branquias de Elisa aparecen, sino simplemente que vuelven a ser funcionales. ¿Sería demasiada casualidad que la encontraran en un río, que sueñe con vivir debajo del agua y que las branquias aparezcan como si nada de un segundo al otro?"