Vista la segunda temporada.
¿Recuerdan que en
"La Cumbre Escarlata" se nos advierte que no es una historia de fantasmas, si no una historia de amor CON fantasmas?
Bien le hubiera convenido prepararnos de igual modo a
Bly Manor (cosa que reconoce abiertamente)
Sin duda una serie que mejorará en un segundo visionado.
A diferencia de la historia anterior, esta se cuece muy lentamente, y a ratos parece deambular sin dirección. Afortunadamente el final ha valido totalmente la pena.
Las actuaciones son
totalmente espléndidas, la ambientación y el aspecto técnico es impecable. La trama exige paciencia, pero resulta satisfactoria. El penúltimo episodio lo he sentido como una película por si solo.
Mi única gran queja es que la serie se quiere pasar de lista incluyendo otro tipo de fantasmas a la mezcla.
Demonios internos: la sombra del prometido y el alter ego del tio
Que al final quedan como pérdida de tiempo, que no condujeron a ningún lado, y solo descuadran lo establecido.