Tema: Las furias (Miguel del Arco, 2016)

El reputado director de teatro español debuta en el cine con este proyecto sobre la familia. El rodaje ya ha comenzado:



Sinopsis
Marga, una mujer de casi setenta años, anuncia a sus tres hijos que tiene la firme intención de vender la casa de verano familiar- un caserón en algún lugar de la costa española- con el propósito de emprender un largo y misterioso viaje. Los emplaza a pasarse por allí lo antes posible para elegir muebles, enseres o recuerdos que quieran conservar antes de que la venta se lleve a cabo. Héctor, el hermano mayor, propone aprovechar el mismo fin de semana en el que deshagan la casa entre todos para celebrar en familia su boda con la mujer con la que lleva más de quince años viviendo y de la que todos esperaban que se separara. La familia vivirá un fin de semana dividido entre: qué ha pasado, qué te pasa, no me puedo creer que esto esté pasando, eso nunca debió pasar y ha pasado lo que tenía que pasar… una típica reunión familiar.

Del Arco: 'En el cine español se tiende a que la gente hable farfullando'
El director teatral relata cómo ha sido su salto al cine con la película Las furias protagonizada por José Sacristán, Kiti Manver, Bárbara Lennie y Gonzalo de Castro

A Miguel Del Arco (Madrid, 1965) le gusta salirse de su zona de confort. "Luego me pongo histérico y me arrepiento, pero hay algo innato que me lleva tomar este tipo de decisiones". Cuando se refiere a este tipo de decisiones (y al vértigo que le provocan), el director de montajes ya míticos como Misántropo o Veraneantes habla de su salto al cine con Las furias, cuyo rodaje ha comenzado en Madrid el pasado 10 de agosto y promete ser movido. "Tenemos todo lo que dicen que no se debería tener y, menos, cuando es tu primera película. Hay muchas escenas en exteriores, con lluvia, náuticas, con animales, con niño... Si es que me va la marcha", dice entre risas, aunque le esperan intensas jornadas de 12 horas, primero en Madrid y luego en Cantabria.



Para su debut tras la cámara, Del Arco cuenta con un equipo de actores de primera en el que destacan Barbara Lennie y Carmen Machi (últimas ganadoras del Goya a Mejor Actiz y Actriz de reparto, respectivamente), además de José Sacristán, Mercedes Sampietro, Gonzalo de Castro, Emma Suárez, Alberto San Juan, Elisabet Gelabert, Pere Arquillué y Macarena Sanz. Con la mayoría, ya había trabajado sobre las tablas. Tan sólo Sacristán, San Juan y Sampietro son 'nuevos' para él.

¿Ha sido diferente trabajar con estos actores para la cámara que sobre un escenario?
No, porque cuando yo empiezo a trabajar con los actores en teatro siempre empiezo muy pegado a ellos y me voy separando progresivamente. Quiero que funcione en la distancia corta, que el actor transite el personaje, lo haga suyo, y, a partir de ahí, que lo vaya proyectando para hacerlo en un escenario de tropecientas localidades. En teatro, al pasar de la sala de ensayos al escenario siempre hay una fractura, tienen que adecuar la voz y lanzarlo. En cine el proceso es al contrario, puedo pedirles que vayan bajando y hacerlo todo más pequeño todavía. Eso me emociona mucho.

La mayoría de los actores está cobrando por debajo de su caché pero todos han quedado atrapados por el guión "muy coral" de este madrileño experto en diálogos de doble filo y que en esta ocasión mete su bisturí en el microcosmos familiar. "Lo primero que hice fue sentarme con mis padres y decirles que esto no tenía nada que ver con nosotros", explica, "fundamentalmente, esta es una película sobre la dificultad de hablar. Y lo fácil que que es que esta dificultad se transforme en esas furias que nos dominan. La película tiene mucho que ver con mi momento personal y con el de muchos de los actores, que también están rondando los 50. Ese momento en el que ya tienes tu vida profesional encarrilada y que sabes que muchas cosas no van a ser como esperabas. Por el guión planea la idea de la muerte. Hablo de ese momento en el que los padres ya son mayores y aparece como algo posible. Llega un momento en el que ya no puedes decir: dentro de un años haré...".

En el teatro, Del Arco tiene prácticamente todos premios que se pueden ganar (del Valle-Inclán por De ratones y hombres a los Max logrados por Veraneantes o La función por hacer), sin embargo es un novato en el cine aunque siempre estuvo en su punto de mira. De hecho, su compañía teatral Kamikaze, en la que está asociado con Aitor Tejada, surgió para que rodase sus cortos (especialmente recomendable es La envidia del ejército nipón). El último, Morir, dormir, soñar es de 2005. ¿Cómo sido reencontrarse con las cámaras? "A mí no me cuesta pensar en planos porque mi cultura, como espectador, es mucho más audiovisual que teatral. Hay mucha gente que dice que mi teatro es muy cinematográfico y ya estoy preparado para que me digan que mi película es muy teatral, porque sé que eso va a pasar. De hecho, la primera secuencia empieza en un camarino".

Otra baza que avalaría la supuesta teatralidad de la película son los abundantes diálogos del filme, es una película en el que el peso de la palabra será importante. "Mis personajes hablan mucho. La gente de cine dice: 'Uy es que hablan mucho, esto es muy teatral'. Y yo pienso: 'Sí, claro, en las películas de Ernst Lubistch o Billy Wilder, que son los padres del lenguaje cinematográfico, no paran de rajar y son muy teatrales'. No lo entiendo. Yo disfruto mucho en películas como Magnolia en la que Tom Cruise suelta una parrafada enorme y no pasa nada. Me resulta muy curioso que alguna gente de cine esté en contra de los diálogos largos, es algo que he tenido que defender hasta el hastío en algunos momentos. Y otra cosa que he defendido es que los personajes hablen bien, que sean inteligentes, que no sea una cosa como de barrio. En el cine español se tiende a que la gente hable como farfullando".

Las barreras entre los medios (cine, teatro o televisión) es algo que Del Arco considera absurdo. "Todavía existe esa cosa de parcelar, lo de 'tú eres de cine y yo de teatro". Es algo que yo nunca he comprendido pero va cambiando. Sobre todo, con los actores, que unos erande cine y otros de teatro y los que no valían para ni lo uno ni para lo otro, a la televisión. Para mí eso era muy bobo".

Sí, es bobo pero hay actores que en cine funcionan muy bien y en teatro apenas tienen voz y se mueven como perdidos...
Sí, y a la contra también. Actores de teatro que no funcionan en cine. Eso pasa. Ocurre con actores que son buenísimos haciendo tragedia y son incapaces de hacer comedia. Yo entiendo que hay especialidades porque es imposible cubrir todos los registros. Bueno, hay singularidades como Carmen Machi o Bárbara Lennie, que lo hacen todo bien. Pero yo creo que eso de de decir tú eres de teatro y tú de cine es una tontería y que el trayecto de un medio a otro ya se transita de forma normal. Hay gente que no le apetece nada hacer teatro y eso no le convierte en un mal actor. También al contrario, hay gente que a la que el cine no le apetece nada porque ahí no tienen el dominio del arco del personaje, todo va parcelado en planos, no tienes la sensación de ser el dueño y señor de la escena y encima luego el director puede hacer lo que le apetezca contigo en montaje.

Las furias está corproducida por Kamikazes y Aquí y Allí, la productora de Pedro Hernández, responsable de Magical Girl. Las principales diferencias que el director encuentra al trabajar en el cine cómo crecen los equipos. "Nosotros somos un equipo reducido y sólo en el equipo de rodaje y ya somos 52 personas, y luego está la postproducción, la distribución... Es un lío de industria que a mí se me escapa y, casi lo prefiero, porque así me centro en lo que tengo que hacer". Lo que tiene que hacer, básicamente, es tomar decisiones a todas horas. "Son muchas cosas, pero me apoyo mucho en el criterio de mis colaboradores. Yo siempre tengo la última palabra y, si lo tengo muy claro, lo hago pero escucho mucho a todos los departamentos porque la gente está muy curtida y su experiencia a mí me viene muy bien".



Pase lo que pase con Las furias, Del Arco tiene claro que no abandonará la escena. Aunque espera que ésta no sea su última película. "A mí me encantaría poder alternar el teatro y el cine. El teatro siempre va a ser prioritario porque, ahora, es la base de Kamikzes y tenemos un montón de planes para el futuro. Planes grandes, somos muy ambiciosos". De hecho, para la próxima temporada le espera un everest como Hamlet, con Israel Elejalde de protagonista, y otro reto: dirigir su primera zarzuela, que en realidad serán dos: El año pasado por agua / La Gran Vía, (ambas se podrán ver en doble programa en el Teatro de la Zarzuela).

¿Qué espera de Las furias?
Disfrutar muchísimo de este viaje y que surjan muchos momentos de emoción. Me fascina levantarme del combo arrasado en lágrimas o meado de la risa. A veces, hay que cortar secuencias por mi culpa, porque mi carcajada se mezcla con el sonido... Y, bueno, espero ser capaz de llevar este proyecto a su fin.

Póster y trailer de Las Furias (trailer en el enlace de El País):



http://blogs.elpais.com/version-muy-...lasfurias.html

Esta película la tenía olvidada y ahora que se estrena, me apetecería mucho disfrutar de ella... que casualiad que este año que es de los que menos he ido (y el que viene) al cine en toda mi vida (motivos personales), es de las que más películas interesantes están saliendo... (o será cosa mía por el hecho de no poder ir )

Cuando alguien la disfrute que cuente algo please!

joyla, yo he disfrutado hoy del film.

La película me ha gustado mucho, aunque es verdad que algún momento me ha sobrado un poco. Pero lo dicho, en genral me ha gustado mucho y aunque solo fuera por ver a diez intérpretes interactuando de forma tan conseguida, creo que el film valdría la pena.

Además creo que Miguel del Arco, aunque novel en el cine, su experiencia teatral consigue que su dirección de actores sea excelente y además creo que, fílmicamente hablando, sin necesidad de innovar, sí se consiguen grnades secuencuias mediante el uso de diferentes planos frontales o laterales enlazados, que dan dinamismo a los diálgos y que sirven para mostar diferente pespectivas de los personajes y complementando dichos ángulos los diálogos.

Por tanto una historia muy interesante creo que muy bien plasmada en unos grnades diálogos uqe me suenas muy naturales en casi todo monento en boca de los intérpretes del film. LA labora interpretativa en general me parece muy lograda y creo que he empatizado (o no), con los personajes según el avance de la trama.

El otro día me comentaba una compañera de trabajo, sin hacerme ninigún spoiler (y también creo que se indicaba en alguna crítica) que el tramo final de la cinta presenta bastantes elementos algo difíciles de aceptar. Bien es verdad que tal vez la búsqueda de catarsis que presenta el final del film fuerce un poco las situaciones, pero tampoco creo que sea algo muy exagerado y no creo que termite desentonando para nada con momentos y elementos que se han ido viendo en al cinta.

En definitiva, para múy una muy notable opera prima que creo que se puede añadir sin dificultad a la gran cosecha de filmes patrios que se han estrenado este año.

Saludos