Tema: Las últimas pelis que has visto en casa

Iniciado por Narmer

Pues nada hoy he tenido la fortuna de descubrir uno de esos peliculones clásicos que tanto gusto da cuando no te los esperas.

"En un lugar solitario" (1950). Una auténtica joya sobre el amor y el desamor, pero con un trasfondo de intriga con un duelo entre Bogart (estupendo) y una actriz que desconocía llamada Gloria Grahame que directamente me ha enamorado ella y su interpretación.

Con una trama interesantísima, muy trabajada y con personajes secundarios de calidad, en unos entornos geniales, con decorados al estilo Hitchcock en La ventana indiscreta. Y además con una dirección muy buena, me ha gustado mucho esos planos de cámara mirando la actriz como si nos hablara a nosotros directamente como si fuéramos el personaje de Bogart.

Una maravilla vamos.

Y ella...



Y encima editada en septiembre en bd con un master a la altura, parece.

Esta señora, aunque hoy quizá no todo lo recordada que merecería, fue una de las grandes ...

Y ya tardas en ver Los sobornados .

Sí, Los sobornados es otra que tengo tiempo en lista de pendientes, pero sabiendo que está Grahame la voy a poner como prioritaria.

Ya que estoy que tal "Imitación a la vida"??

Iniciado por Narmer

Sí, Los sobornados es otra que tengo tiempo en lista de pendientes, pero sabiendo que está Grahame la voy a poner como prioritaria.

Ya que estoy que tal "Imitación a la vida"??

Empecé a verla un día que la daban por la tele, pero por circunstancias varias no pude terminarla. De todas formas, Douglas Sirk suele hacer dramas que podrían incurrir fácilmente en lo culebronero, pero no es así por la elegancia que les presta y porque siempre hay algún elemento poco convencional.

Es de las que en época de mi madre se llamaban "gravemente peligrosas" ...

LA EXCEPCIÓN QUE CONFIRMA LA REGLA

O

THE GLASS KEY (1942) de Stuart Heisler.

Paramount Pictures, Inc.



LA LLAVE DE CRISTAL (Nueva York, 1931), cuarta novela del gran Dashiell Hammett, fue llevada dos veces a la gran pantalla.

La primera, en 1935, de la mano de Frank Tuttle y con George Raft, Edward Arnold y Claire Dood de protagonistas.

La segunda, la película que hoy sucíntamente comentamos, viene firmada por el artesano Stuart Heisler y está encabezada por Brian Donlevy, Veronica Lake y Alan Ladd. Estos dos últimos ya habían formado pareja en la excelente THIS GUN FOR HIRE (1942, EL CUERVO) de (casualmente) Frank Tuttle. Una dupla de actores con buena química en pantalla y que protagonizarían otro clásico del género como es THE BLUE DAHLIA (1946, LA DALIA AZUL) guionizada nada más y nada menos que por Raymond Chandler.



Con un libreto del también autor de novela negra Jonathan Latimer que aunque suaviza notablemente los contenidos de la novela de Hammett así como la figura del protagonista Ed Beaumont (Alan Ladd) mantiene las líneas maestras de la obra original donde los temas fundamentales son la amistad y la lealtad, la corrupción de las instituciones y los medios de comunicación así como la violencia extrema.

Dos bandas de gángsters rivales lideradas por Paul Madvig (Brian Donlevy) y Nick Varna (Joseph Calleia) tratan de que los candidatos a los que cada uno de ellos apoya salgan elegidos para el cargo de gobernador del estado y para ello cuentan con el sustento de los medios de comunicación y de las autoridades judiciales y legislativas.

Madvig está enamorado de la hija del senador al que apoya, Janet Henry (Veronica Lake), aunque esta le desprecia y en cambio siente atracción por su guardaespaldas Beaumont.



El hijo del candidato al que apoya Madvig, Taylor Henry (Richard Denning (uno de los protagonistas de la mítica CREATURE FROM THE BLACK LAGOON (1954, LA MUJER Y EL MONSTRUO)) aparece muerto y su cuerpo es encontrado por Beaumont.

A partir de ahí empezará una carrera contrarreloj por parte de este para tratar de descubrir al asesino y más cuando todas las miradas parecen centrarse en su jefe (y su mejor amigo) Madvig.

El personaje de Jeff (encarnado por el siempre excelente William Bendix), uno de los matones de Varna, protagoniza una de las mejores escenas de la película (y de la novela) propinando a nuestro protagonista una terrible paliza al negarse a unirse al citado gángster una vez (aparentemente) ha roto con Madvig (algo recuperado posteriormente en la (para mí) mejor película de los hermanos Coen (MILLER'S CROSSING (1990, MUERTE ENTRE LAS FLORES)).



La versión cinematográfica difiere de la novela básicamente en el mayor peso que tiene en la trama el personaje que encarna Veronica Lake, la explicación del título de la novela y un final feliz como era de rigor.

Con una sobresaliente fotografía en b/n de Theodor Sparkuhl y una hermosa banda sonora del gran Victor Young, THE GLASS KEY es un pequeño clásico del género que todavía se mantiene en buena forma y que merece, sin duda, el desplazamiento.





DRACULA (1979, DRÁCULA) de John Badham.

The Mirisch Corp. / Universal Pictures Ltd.



Frank Langella (al igual que Bela Lugosi) interpretó primero en los escenarios la obra de Hamilton Deane y (reescrita por) John L. Balderstone basada en la novela de Bram Stoker antes de que fuese llevada (de nuevo) a la gran pantalla. El Drácula de John Badham (sin lugar a dudas su mejor película) no tuvo el éxito esperado en las taquillas quizás porque ese mismo año se estrenaron otros títulos que tenían al famoso conde como protagonista: LOVE AT FIRST SITE (1979, AMOR AL PRIMER MORDISCO) de Stan Dragoti y NOSFERATU, PHANTOM DER NACHT (1979, NOSFERATU, VAMPIRO DE LA NOCHE) de Werner Herzog. Películas completamente opuestas pero que eclipsaron en cierta medida la interesante propuesta de Badham.

El guionista W. D. Richter se basó (al igual que la versión canónica de Tod Browning) más en la obra teatral que en el libro de Stoker aunque recuperó de este algunos elementos (especialmente las excelentes escenas en las Drácula repta por las paredes (algo, por otra parte, que ya habíamos visto en la hammeriana SCARS OF DRACULA (1970, LAS CICATRICES DE DRÁCULA)) o la muerte del conde por efecto de los rayos de Sol más que por la consabida estaca en el corazón).



El aristocrata encarnado por Langella es un ser amoral e insaciable pero que encarna el ideal romántico llevado a su extremo pues busca en Lucy (Kate Nelligan) la compañera ideal con la que compartir su inmortal existencia. Un conde seductor, de corteses maneras pero que esconde en su corazón un lobo (aquí literalmente) capaz de acabar con todo aquel que se interponga en su camino. Sin duda Francis Ford Coppola tomó buena nota para su versión de 1992...



Una Lucy (y no Mina como en la novela) que representa un nuevo tipo de mujer, más independiente y que ansía más cosas en la vida que ser la esposa del aburrido Jonathan Harker (Trevor Eve) y a la que la llegada del conde abrirá un nuevo mundo de sensaciones (y placeres).

Tanto Langella como Nelligan están perfectos en sus papeles y sólo me chirrían las composiciones de Van Helsing (Laurence Olivier) y, especialmente, el Dr. Seward (un cargante Donald Pleasence), el padre de Lucy.

Un final abierto (¿de verdad ha muerto el conde?) nos deja con la miel en los labios.



Destacar la bella banda sonora de John Williams que recuerda en cierta manera la de James Bernard para el Drácula de Terence Fisher aunque tiene un tono romántico mucho más acentuado.

La fotografía sigue siendo objeto de controversia pues pese a que la intención del director era haberla rodado en b/n tuvo que plegarse a las exigencias de la Universal (o de la Mirisch) y usar el Technicolor. No obstante, las copias hoy disponibles tienen una colorimetría notablemente amortiguada y sólo en escenas puntuales (como el primer encuentro (sexual) entre el conde y Lucy donde predomina el rojo intenso) el cromatismo es más acentuado.

En cualquier caso, una notable aportación al canon del personaje que debería haber tenido una mayor repercusión.

EYE OF THE NEEDLE (1981, EL OJO DE LA AGUJA) de Richard Marquand.

Kings Road Entertainment / United Artists Corp.



Por mera coincidencia la protagonista femenina de esta entretenida película es, de nuevo, Kate Nelligan y, casualmente, su personaje se llama también Lucy (el mundo es un pañuelo). Su partenaire masculino es el siempre sobresaliente Donald Sutherland.

La historia comienza en Londres en 1940 donde Faber (Sutherland) es un agente infiltrado de los alemanes a los que les pasa información sobre los movimientos de las tropas británicas. Un individuo al que los británicos llaman El Aguja debido a que elimina a sus víctimas con una navaja automática (y de ahí el título de la novela (y de la película)).



Lucy (Nelligan) acaba de casarse con un oficial británico, David (Christopher Cazenove), y debido al estado de embriaguez de este sufren un accidente de coche.

Pasan cuatro años.

La acción se traslada a Storm Island, el sitio que Lucy y David han "elegido" para vivir, un paraje solitario donde el segundo apaga sus penas con el alcohol (a raíz del accidente ha perdido el uso de sus piernas). Una Lucy que pese a amar profundamente a su marido no deja de pensar en todo lo que ha perdido acompañandole "al exilio". Sólo la existencia de su hijo parece llenar ese espantoso vacío.

Por otro lado, al traidor Faber le informan sus superiores que a partir de ahora las comunicaciones (entre ellas el lugar exacto del desembarco de los aliados en Francia) se hagan de manera directa y no mediante el telégrafo. Un submarino irá a recogerlo a un punto concreto del Atlántico, cerca de Storm Island...

Abreviando que el tiempo es escaso (y el calor no deja de aumentar) Faber (un ser aparentemente carente de todo tipo de afectos o debilidades) encuenta en Lucy una persona a la que poder amar. Y una Lucy, frustrada por la actitud de su marido, no tarda en caer en brazos del enemigo.



No quiero contar el final de la historia aunque uno ya se lo intuya.

No deja de ser curioso que los personajes femeninos de estas dos últimas películas sean mujeres frustradas (especialmente en el terreno sentimental (y especificamente en el sexual)) que tratan de sobrellevar unas vidas mediocres donde los roles parecen inmutables.



Richard Marquand (como John Badham (y en menor medida Stuart Heisler)) no son directores de una acentuada personalidad, más bien todo lo contrario. Estas tres películas que hoy brevemente comento son con toda seguridad sus mayores logros.

Realizadores que contando con un extenso grupo de profesionales que les amparan son capaces de dar lo mejor de sí, aunque sea puntualmente y de demostrar que incluso los mediocres (o los menos talentosos) también pueden depararnos sorpresas francamente agradables.

Ah y se me olvidaba. Otra maravillosa banda sonora, en este caso del inmarcesible Miklos Rozsa.

Tres mediocres directores al límite de sus capacidades.

Tres músicos excepcionales.

Tres repartos estupendos.

¿Quién podría pedir más?

Felices sueños.

Iniciado por Narmer

Pues nada hoy he tenido la fortuna de descubrir uno de esos peliculones clásicos que tanto gusto da cuando no te los esperas.

"En un lugar solitario" (1950). Una auténtica joya sobre el amor y el desamor, pero con un trasfondo de intriga con un duelo entre Bogart (estupendo) y una actriz que desconocía llamada Gloria Grahame que directamente me ha enamorado ella y su interpretación.

Con una trama interesantísima, muy trabajada y con personajes secundarios de calidad, en unos entornos geniales, con decorados al estilo Hitchcock en La ventana indiscreta. Y además con una dirección muy buena, me ha gustado mucho esos planos de cámara mirando la actriz como si nos hablara a nosotros directamente como si fuéramos el personaje de Bogart.

Una maravilla vamos.

Y ella...



Y encima editada en septiembre en bd con un master a la altura, parece.

IN A LONELY PLACE (inédita en cine en nuestro país (como muchas otras obras de Nicholas Ray)) es una de sus más grandes obras maestras. Y estamos hablando de uno de los mejores directores de la historia del cine. Y, en mi modesta opinión, el mejor trabajo de Bogart como actor. Y también de Gloria Grahame que por aquella época estaba casada con el director.

Nicholas Ray, el más romántico de los directores de postguerra.

Iniciado por Narmer

Sí, Los sobornados es otra que tengo tiempo en lista de pendientes, pero sabiendo que está Grahame la voy a poner como prioritaria.

Ya que estoy que tal "Imitación a la vida"??

TODOS los melodramas rodados por Douglas Sirk en los años '50 son auténticas joyas. Historias demenciales pero rodadas con exquisito gusto por el director de origen alemán que además encontró en Rock Hudson su actor ideal.

Iniciado por Alcaudón

DRACULA (1979, DRÁCULA) de John Badham.

The Mirisch Corp. / Universal Pictures Ltd.



Frank Langella (al igual que Bela Lugosi) interpretó primero en los escenarios la obra de Hamilton Deane y (reescrita por) John L. Balderstone basada en la novela de Bram Stoker antes de que fuese llevada (de nuevo) a la gran pantalla. El Drácula de John Badham (sin lugar a dudas su mejor película) no tuvo el éxito esperado en las taquillas quizás porque ese mismo año se estrenaron otros títulos que tenían al famoso conde como protagonista: LOVE AT FIRST SITE (1979, AMOR AL PRIMER MORDISCO) de Stan Dragoti y NOSFERATU, PHANTOM DER NACHT (1979, NOSFERATU, VAMPIRO DE LA NOCHE) de Werner Herzog. Películas completamente opuestas pero que eclipsaron en cierta medida la interesante propuesta de Badham.

El guionista W. D. Richter se basó (al igual que la versión canónica de Tod Browning) más en la obra teatral que en el libro de Stoker aunque recuperó de este algunos elementos (especialmente las excelentes escenas en las Drácula repta por las paredes (algo, por otra parte, que ya habíamos visto en la hammeriana SCARS OF DRACULA (1970, LAS CICATRICES DE DRÁCULA)) o la muerte del conde por efecto de los rayos de Sol más que por la consabida estaca en el corazón).



El aristocrata encarnado por Langella es un ser amoral e insaciable pero que encarna el ideal romántico llevado a su extremo pues busca en Lucy (Kate Nelligan) la compañera ideal con la que compartir su inmortal existencia. Un conde seductor, de corteses maneras pero que esconde en su corazón un lobo (aquí literalmente) capaz de acabar con todo aquel que se interponga en su camino. Sin duda Francis Ford Coppola tomó buena nota para su versión de 1992...



Una Lucy (y no Mina como en la novela) que representa un nuevo tipo de mujer, más independiente y que ansía más cosas en la vida que ser la esposa del aburrido Jonathan Harker (Trevor Eve) y a la que la llegada del conde abrirá un nuevo mundo de sensaciones (y placeres).

Tanto Langella como Nelligan están perfectos en sus papeles y sólo me chirrían las composiciones de Van Helsing (Laurence Olivier) y, especialmente, el Dr. Seward (un cargante Donald Pleasance), el padre de Lucy.

Un final abierto (¿de verdad ha muerto el conde?) nos deja con la miel en los labios.



Destacar la bella banda sonora de John Williams que recuerda en cierta manera la de James Bernard para el Drácula de Terence Fisher aunque tiene un tono romántico mucho más acentuado.

La fotografía sigue siendo objeto de controversia pues pese a que la intención del director era haberla rodado en b/n tuvo que plegarse a las exigencias de la Universal (o de la Mirisch) y usar el Technicolor. No obstante, las copias hoy disponibles tienen una colorimetría notablemente amortiguada y sólo en escenas puntuales (como el primer encuentro (sexual) entre el conde y Lucy donde predomina el rojo intenso) el cromatismo es escaso.

En cualquier caso, una notable aportación al canon del personaje que debería haber tenido una mayor repercusión.

Fíjate que yo no le tengo demasiado aprecio a los Dráculas románticos (y menos a drag queen llorona de Coppola ), y sin embargo, cada vez tengo en más estima al Drácula de Badham por esa vuelta de calcetín en clave feminista que hace de la historia original. ¿Qué mujer querría acabar metida en la cama con un marido vulgar que ronca, pudiendo tener al Príncipe de las Tinieblas ?

En cambio, la de Herzog me parece un truñete sobrado de pretensiones, y de Amor al primer mordisco, mejor corramos un tupido velo ...

No veo, en cambio, demasiado parecido entre la -maravillosa- banda sonora de Williams -que aún no ha sido editada como debería ) y la también muy sugestiva de Bernard, de la que tampoco hay edición como es debido. Yo siempre he pensado que Williams, de algún modo, quería homenajear el pasaje de El lago de los cisnes de Tchaikovsky que servía de apertura a la cinta clásica de Tod Browning, de la que ésta es una versión actualizada. Langella viene a ser un latin lover, un Drácula dandy como lo era Lugosi dotado de una nueva sensibilidad postmoderna. Por demás, muy de acuerdo en todas tus apreciaciones. Olivier y Pleasance, en plan abueletes tontorrones casi se cargan la película entera ellos dos solos (por demás, se nota que el primero estaba ya para pocos trotes).

Ah, y el primero en plantear un Drácula romántico no fue ni Coppola ni Badham. Ya hizo Dan Curtis algo parecido con su Drácula, que una de las cosas que hace en Inglaterra, es buscar a la reencarnación -o algo así- de un antiguo amor suyo (en algunos países bautizado significativamente como Drácula, el último romántico), si bien Jack Palance solo lograba insuflarle el triste aislamiento de una fiera herida.



Y Louis Jourdan también hizo un Drácula en plan dandy bon vivant con ciertos matices de libertino baudeleriano que se burla de la religión como de los vínculos matrimoniales:

Iniciado por Alcaudón

IN A LONELY PLACE (inédita en cine en nuestro país (como muchas otras obras de Nicholas Ray)) es una de sus más grandes obras maestras. Y estamos hablando de uno de los mejores directores de la historia del cine. Y, en mi modesta opinión, el mejor trabajo de Bogart como actor. Y, desde luego, Gloria Grahame que por aquella época estaba casada con el director.

Nicholas Ray, el más romántico de los directores de postguerra.

Nicholas Ray es otro de mis directores favoritos, al que debería hacerle un hilo algún año de estos. ¡Que todavía no me haya visto toda su filmo ..!

Iniciado por Jane Olsen

Fíjate que yo no le tengo demasiado aprecio a los Dráculas románticos (y menos a drag queen llorona de Coppola ), y sin embargo, cada vez tengo en más estima al Drácula de Badham por esa vuelta de calcetín en clave feminista que hace de la historia original. ¿Qué mujer querría acabar metida en la cama con un marido vulgar que ronca, pudiendo tener al Príncipe de las Tinieblas ?

En cambio, la de Herzog me parece un truñete sobrado de pretensiones, y de Amor al primer mordisco, mejor corramos un tupido velo ...

No veo, en cambio, demasiado parecido entre la -maravillosa- banda sonora de Williams -que aún no ha sido editada como debería ) y la también muy sugestiva de Bernard, de la que tampoco hay edición como es debido. Yo siempre he pensado que Williams, de algún modo, quería homenajear el pasaje de El lago de los cisnes de Tchaikovsky que servía de apertura a la cinta clásica de Tod Browning, de la que ésta es una versión actualizada. Langella viene a ser un latin lover, un Drácula dandy como lo era Lugosi dotado de una nueva sensibilidad postmoderna. Por demás, muy de acuerdo en todas tus apreciaciones. Olivier y Pleasance, en plan abueletes tontorrones casi se cargan la película entera ellos dos solos (por demás, se nota que el primero estaba ya para pocos trotes).

Ah, y el primero en plantear un Drácula romántico no fue ni Coppola ni Badham. Ya hizo Dan Curtis algo parecido con su Drácula, que una de las cosas que hace en Inglaterra, es buscar a la reencarnación -o algo así- de un antiguo amor suyo (en algunos países bautizado significativamente como Drácula, el último romántico), si bien Jack Palance solo lograba insuflarle el triste aislamiento de una fiera herida.



Y Louis Jourdan también hizo un Drácula en plan dandy bon vivant con ciertos matices de libertino baudeleriano que se burla de la religión como de los vínculos matrimoniales:





Nicholas Ray es otro de mis directores favoritos, al que debería hacerle un hilo algún año de estos. ¡Que todavía no me haya visto toda su filmo ..!

De Nicholas Ray tengo TODA su filmografía salvo HOT BLOOD (1956, SANGRE CALIENTE).

También el compañero mad dog earle comentó recientemente que le encantaría abrir un hilo para comentar la (breve) filmografía de Ray.

Sería cosa de ponernos de acuerdo.

Creo que el primer Drácula "romántico" que buscaba a la encarnación de su amor perdido, fue este



Yo desde aquí declaro mi amor incondicional por el Dracula de Badham que vi en La 2 de niño, en el marco del programa "Alucine", fue mi segundo Dracula (el primero, curiosamente, fue el de Palance, alquilado en el videoclub, salió en VHS con el títuio "La leyenda del conde Dracula"). Por desgracia, el propio Badham exige la mutilación de la fotografía original para "desvanecer" la película a unos tonos sepias. Echo de menos el gran colorido original, que solo está disponible gracias a VHSrips.

Al Drácula Afro todavía no le he visto . Si bien todo el rollo del retrato y de Drácula buscando a ésa mujer ya estaba en Murnau (Fisher lo retoma en su primer Drácula), ahí no se da a entender en ningún momento que Drácula/Orlock ya conociera de algo a la chica:




Historia del Abu Cebolleta : mi primera exposición a Drácula fue precisamente el de Jack Palance que mencionaba antes, un día que la dieron un domingo por la tarde en horario de sobremesa. Mis padres se habían ido a dormir la siesta, como era usual en ellos, por lo que ésta solía ser una de las escasas oportunidades que yo tenía para ver "pelis de mayores", que de otro modo, no me hubieran dejado ver. Hoy nadie la consideraría como una de las mejores versiones de la historia del mítico Archivampiro, y ni siquiera una de las más terroríficas, pero yo, que debía tener ocho o nueve años, me fui por la pata abajo. Aún así, me la vi entera. Y me consta que éso le pasó a más críos de por aquel entonces.

La otra fue el mítico -pero por lo delirante - Drácula de la Toei, que dieron una Navidad en horario de mañana, en una época en que les dio por echar muchas películas japonesas de dibujos.

Iniciado por Charles Lee Ra

Creo que el primer Drácula "romántico" que buscaba a la encarnación de su amor perdido, fue este



Yo desde aquí declaro mi amor incondicional por el Dracula de Badham que vi en La 2 de niño, en el marco del programa "Alucine", fue mi segundo Dracula (el primero, curiosamente, fue el de Palance, alquilado en el videoclub, salió en VHS con el títuio "La leyenda del conde Dracula"). Por desgracia, el propio Badham exige la mutilación de la fotografía original para "desvanecer" la película a unos tonos sepias. Echo de menos el gran colorido original, que solo está disponible gracias a VHSrips.

El problema es que en las copias actuales el color esta tan desvaído y la fotografía tan oscura que no se aprecia bien a veces lo que acontece en la pantalla.

Para mí el Drácula definitivo es el de los cómics Marvel THE TOMB OF DRACULA (1972-79) escritos por Marv Wolfman y dibujados por Gene Colan.

Iniciado por Jane Olsen

Al Drácula Afro todavía no le he visto . Si bien todo el rollo del retrato y de Drácula buscando a ésa mujer ya estaba en Murnau (Fisher lo retoma en su primer Drácula), ahí no se da a entender en ningún momento que Drácula/Orlock ya conociera de algo a la chica:




Historia del Abu Cebolleta : mi primera exposición a Drácula fue precisamente el de Jack Palance que mencionaba antes, un día que la dieron un domingo por la tarde en horario de sobremesa. Mis padres se habían ido a dormir la siesta, como era usual en ellos, por lo que ésta solía ser una de las escasas oportunidades que yo tenía para ver "pelis de mayores", que de otro modo, no me hubieran dejado ver. Hoy nadie la consideraría como una de las mejores versiones de la historia del mítico Archivampiro, y ni siquiera una de las más terroríficas, pero yo, que debía tener ocho o nueve años, me fui por la pata abajo. Aún así, me la vi entera. Y me consta que éso le pasó a más críos de por aquel entonces.

La otra fue el mítico -pero por lo delirante - Drácula de la Toei, que dieron una Navidad en horario de mañana, en una época en que les dio por echar muchas películas japonesas de dibujos.

En mi caso probablemente los dráculas de Terence Fisher para la Hammer. Aunque no recuerdo haberlas visto completas ya que me daban mucho miedo y luego no podía dormir en toda la noche.

Mi primer Drácula Hammeriano creo que fue El príncipe de las tinieblas, en un pase de la Dos hace ya muchísimo tiempo, un sábado por la noche o así, una época en que les dio por poner pelis de la Hammer (vi así por primera vez varias de ellas, como La momia o La maldición de Frankenstein) en lugar de esos plúmbeos dramones europeos de hace pocos años que les da por poner ahora.



Inolvidable.

Otro día hablaré de mis primeras exposiciones frankensteininanas y otros de mis primeras experiencias fantasmales.

LA HISTORIA DE AMOR MÁS GRANDE JAMÁS CONTADA

O

LA PRIMERA EDAD DE ORO DEL CINE FANTÁSTICO (1931-1936) / PARTE IX

THE MUMMY (1932, LA MOMIA) de Karl Freund.



Estudio: Universal Pictures Corp.

Productores: Stanley Bergerman / Carl Laemmle, Jr.

Guión: John L. Balderston, basado en una historia de Nina Wilcox Putnam y Richard Schayer

Dirección artística: Willy Pogany

Fotografía: Charles Stumar

Música: James Dietrich

Reparto: Boris Karloff (Imhotep/Ardath Bey), Zita Johann (Helen Grosvenor/Anck-es-en-Amon), David Manners (Frank Whemple), Arthur Byron (Sir Joseph Whemple), Edward Van Sloan (Doctor Muller), Bramwell Fletcher (Ralph Norton)

Duración: 72 minutos

Inicio de rodaje: septiembre de 1932

Estreno: 22 de diciembre de 1932

El guionista John L. Balderstone (1889-1954) fue, sin lugar a dudas, una de las piezas clave en el éxito de las primeras propuestas de corte fantástico dentro de la pequeña (por entonces) productora Universal. Las reescrituras de las obras teatrales de las que partieron las adaptaciones tanto para DRACULA como para FRANKENSTEIN así como el guión de la película que hoy comentamos así lo atestiguan. Y como corresponsal del New York World de Joseph Pulitzer cubrió para dicho periódico la apertura de la tumba de Tutankamón en 1922...Volveremos más tarde con este personaje.

Primer trabajo como realizador del prestigioso director de fotografía Karl Freund (que ya se había encargado de muchas secuencias del Drácula de Tod Browning) aquí contó con la inestimable ayuda del excelente operador Charles Stumar que junto al excepcional maquillaje de Jack Pierce consiguieron transformar el semblante de Boris Karloff en el del reencarnado sumo sacerdote Imhotep, cuyo rostro, surcado por mil y un finísimas arrugas, nos da idea del increíble lapso temporal (¡3.700 años!) en que permaneció enterrado en vida por su amor ilícito por la princesa Anck-es-en-Amon, historia que se contará más adelante en un hermoso flashback (gracias al trabajo en los efectos especiales del gran John P. Fulton) y que sería retomada posteriormente por la Hammer en su atractiva (aunque inferior) versión dirigida por Terence Fisher en 1959.



Egipto, 1921. Una expedición arqueológica del British Museum de Londres encabezada por Sir Joseph Whemple y al que acompañan su colega el Dr. Muller y Ralph Norton descubren la momia de Imhotep. Igualmente encuentran una pequeña arqueta en la que, al parecer, está depositada una copia del pergamino de Thoth en el cual se encuentran las palabras mágicas con las que Isis devolvió la vida a Osiris. Un imprudente Ralph, desoyendo los consejos de Sir Joseph y, especialmente, de Muller (un estudioso de las ciencias ocultas (el habitual Edward Van Sloan que ya había trabajado en DRACULA y FRANKENSTEIN)) abre la caja, comienza a transcribir las inscripciones que lee en el pergamino e, involuntariamente, devuelve a la vida a Imhotep. Ralph enloquecerá al ver al renacido sumo sacerdote, el cual se llevará el pergamino consigo. Sin duda, la mejor escena de toda la película y todo un prodigio a la hora de crear tensión y más teniendo en cuenta la ausencia de música y que la vuelta a la vida de la momia queda fuera de la vista de los espectadores salvo los instantes iniciales. Una pieza absolutamente antológica que ya forma parte del canon del mejor cine fantástico de todos los tiempos.



Egipto, 1932. Una nueva expedición del British en esta caso encabezada por el hijo de Sir Joseph, Frank, trata infructuosamente de encontrar nuevos restos arqueológicos. La llegada de un extraño personaje, Ardath Bey, proporciona a los científicos información precisa de la localización de la tumba de la princesa Anck-es-en-Amon.



Efectivamente. Con la ayuda del misterioso Bey se encuentran los tan ansiados restos que van a parar al museo de El Cairo (algo de lo que se lamenta uno de los protagonistas ya que le hubiera gustado que hubiesen sido expuestos en el citado museo británico (¿una velada crítica al espíritu expoliador de estos y por extensión al de todas las potencias coloniales?).

La aparición de Helen (una exótica y turbadoramente sensual Zita Johann), una mujer de padre europeo pero madre egipcia, que parece la reencarnación de Anck-es-en-Amon, será el objeto de disputa entre el renacido Imhotep y el joven galán Frank (un David Manners que ya había intervenido en… ¡DRACULA!).



Un Imhotep que tratará de usar el pergamino de Toth para traer de vuelta del más allá el espíritu de su amada y depositarlo en el receptáculo que es el cuerpo de la deseada Helen.

[Al parecer se rodaron escenas donde la susodicha se reencarnaba en diferentes mujeres a lo largo de la historia pero fueron descartadas del montaje original (y que hoy se consideran perdidas) debido a que ralentizaban el tempo de la narración].



Antes citaba al guionista John L. Balderston y ciertamente no deja de ser curioso el parentesco más que evidente entre la figura de Drácula establecida por él y la de Imhotep.

Ambos “han cruzado oceános de tiempo” para estar con la persona amada.

Ambos usan sus poderes hipnóticos para conseguir doblegar la voluntad de las personas con las que se cruzan.



Ambos temen la presencia de ciertos amuletos: el crucifijo en el caso del conde y el colgante con la figura de Isis en el caso del segundo.

Ambos se mueven como figuras de otro tiempo, con un andar parsimonioso y planean minuciosamente sus estrategias para conseguir sus objetivos.

Ambos morirán convertidos en huesos y polvo cuando son destruídos: el primero al clavarle una estaca en el corazón y el otro cuando una estatua de la diosa Isis destruye con un rayo al impío sacerdote (¡!).

Y en ambas películas suena al inicio El lago de los cisnes de Chaikovski (¿de qué me suena esto, amiga Olsen...? ).

En cualquier caso, LA MOMIA es una obra maestra del mejor cine fantástico, de breve metraje, al igual que las anteriormente citadas, pero plena de inventiva visual y que atesora algunas de las imágenes más bellas que nos ha legado el género.

Y destacar el prodigioso trabajo del gran Boris Karloff en su doble papel (breve en el caso de la momia pero absolutamente cautivador (por lo terrorífico)).

Tuvo una suerte inmensa la Universal al contar con dos actores del talento (y la presencia) de Karloff y Bela Lugosi. Así que por qué reunirlos en una película y ver qué puede suceder… pero esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión.

Dulces sueños.





P. D. Aquí parto para la reseña de la excepcional edición llevada a cabo por la Universal en 2017 que incluye, además de la película hoy comentada, las cuatro continuaciones que le siguieron y la ineludible parodia llevada a cabo por Abbott y Costello en 1955.



P. P. D. El poster original de la película (y que ilustra este humilde comentario) es el más buscado por todos los coleccionistas. En 1997 se pagó por él la cantidad de 453.500 dólares (¡!).



P. P. P. D. Por cierto, se me olvidó comentar que en la versión de 1979 de Drácula hay una escena en la que el conde agarra con su mano el crucifijo con el que uno de los personajes se le enfrenta algo impensable en las versiones más canónicas del vampiro. Aunque tal vez deberíamos recordar la estaca que se saca del pecho Christopher Lee (una escena que le provocó un gran disgusto a la estrella pues destruía según él la esencia del personaje) en DRACULA HAS RISEN FROM THE GRAVE (1968, DRÁCULA VUELVE DE LA TUMBA).

"Ningún hombre ha sufrido nunca lo que yo sufrí por tí", le dice Imhotep a la chica con una razón escalofriante. Ésos sí eran "océanos de tiempo", y no los que decía el Drácula llorica de Coppola . El desenlace de La Momia siempre me ha parecido de lo más injusto. Nunca entenderé que prefiriera al sieso de su novio, el insípido David Manners, un petimetre recién salido de Oxford, al hombre que había sacrificado por ella, no ya la vida, sino la eternidad. Me ocurre lo mismo con la Christine del Fantasma de la Ópera. Tonta, para qué acabar con el tonto del Conde de Chagny , si con el Ángel de la Música, por mucho miedo que al principio le diera, jamás se aburriría ...

De La Momia se cuentan muchas historias, como que al principio iba a ser una película sobre Cagliostro (hay varias películas sobre este intrigante personaje, una de ellas con Orson Welles y otra no producida que iba a estar basada en un ambicioso guión de Vicente Huidobro), el misterioso personaje del siglo XVIII -evidentemente confundido con el igualmente misterioso Conde de Saint-Germain-, del que se decía que era inmortal y que había vivido en muchas épocas. Pero acabó convertido en una suerte de Drácula de ambientación egipcia, muy de moda a la sazón por el descubrimiento de la tumba de Tutankhamón y las historias sobre maldiciones de la momia que entonces hacían furor.

Lo de Drácula destruyendo el crucifijo no es sino un reflejo de la creciente secularización de los tiempos. La religión cada vez tiene menos poder sobre la sociedad occidental, incluyendo los vampiros. En otras películas más recientes vemos a los vampiros siendo cada vez menos afectados por los símbolos religiosos, que incluso se destruyen en su presencia.

Por cierto que tanto Imphotep como Anack-Su-Namum (o Ankhesenamón) fueron personajes que existieron realmente en el antiguo Egipto, aunque vivieron en épocas distintas, y no fueron exactamente quienes la película dice que fueron:

Iniciado por Jane Olsen

Mi primer Drácula Hammeriano creo que fue El príncipe de las tinieblas, en un pase de la Dos hace ya muchísimo tiempo, un sábado por la noche o así, una época en que les dio por poner pelis de la Hammer (vi así por primera vez varias de ellas, como La momia o La maldición de Frankenstein) en lugar de esos plúmbeos dramones europeos de hace pocos años que les da por poner ahora.



Inolvidable.

Otro día hablaré de mis primeras exposiciones frankensteininanas y otros de mis primeras experiencias fantasmales.

Pues probablemente vimos Dracula Príncipe de las tinieblas la misma noche también fue mi primer Dracula de la Hammer. No sé si fue parte de algún ciclo de los que se marcaban en la época, ya sabeis, Alucine, Noche de lobos... pero el caso es que poco después echaron Frankenstein creó a la mujer, mi primer Frankie hammeriano, que me congració eternamente con la figura de Peter Cushing, mi actor fantástico favorito junto con Vincent Price.

Iniciado por Charles Lee Ra

Pues probablemente vimos Dracula Príncipe de las tinieblas la misma noche también fue mi primer Dracula de la Hammer. No sé si fue parte de algún ciclo de los que se marcaban en la época, ya sabeis, Alucine, Noche de lobos... pero el caso es que poco después echaron Frankenstein creó a la mujer, mi primer Frankie hammeriano, que me congració eternamente con la figura de Peter Cushing, mi actor fantástico favorito junto con Vincent Price.

Yo es que tengo unos cuantos ...















Y me dejo a bastantes... Mi primer Franken serio creo que fue el primero de la Hammer, en una Noche Temática, dedicada al tema "Vida artificial". Previamente ya había leído el libro, y sabía que lo que me iba a encontrar iba a tener poco que ver con lo que había leído. Sin embargo, cada vez encuentro más interesante el ciclo frankensteiniano de la Hammer, en el que se dedica protagonismo absoluto al cruel Barón. El verdadero monstruo de la historia.

Iniciado por Jane Olsen

Yo es que tengo unos cuantos ...















Y me dejo a bastantes... Mi primer Franken serio creo que fue el primero de la Hammer, en una Noche Temática, dedicada al tema "Vida artificial". Previamente ya había leído el libro, y sabía que lo que me iba a encontrar iba a tener poco que ver con lo que había leído. Sin embargo, cada vez encuentro más interesante el ciclo frankensteiniano de la Hammer, en el que se dedica protagonismo absoluto al cruel Barón. El verdadero monstruo de la historia.

Veo que te empieza a consumir el lado oscuro de la fuerza...

Me queda por ver alguna. Pero con todo, creo que se pierde un rasgo muy interesante del libro, la dicotomía Monstruo/Doctor-Criatura/Creador. Su interdependencia dramática. El título original del libro era "Frankenstein, o el moderno Prometeo". Pero ¿Quién era el Prometeo? ¿El Doctor o el Monstruo? Creo que lo eran los dos. En general, es un rasgo que se ha perdido en casi todas las adaptaciones. Había una versión de 1992, de la que no guardo un recuerdo especialmente bueno, en la que había una especie de conexión espiritual chunga entre los dos (si al Monstruo le herían, Frankenstein lo notaba, y cosas así,), y éso es, en general, a lo más que se ha llegado. Pero en general es una cosa que me atrae sobremanera y de la que el cine no se ha sabido aprovechar. Lo más parecido que he visto es una oscura versión televisiva de 1968... muy probretona, pero en la que, qué interesante, tanto a Frankenstein como a su Monstruo los interpreta el mismo actor: Ian Holm (que dicho sea de paso, no me parece era el más adecuado para ninguno de los dos, pero que pese a todo, hace un trabajo notable):

Línea mortal (1990).................... 8










El querer experimentar la muerte puede salir muy caro, a veces.



Una película noventera que aguanta muy bien el paso del tiempo. El reparto está formado por un buen grupo, por aquel entonces, de jóvenes y reputados actores como son Kiefer Sutherland, Julia Roberts, Kevin Bacon, William Baldwin y Oliver Platt (éste último está genial como Randall Steckle) , que encarnan a unos estudiantes de medicina, que quieren experimentar que hay después de la muerte. No todo es un camino de rosas, claro, se darán cuenta que todo tiene sus consecuencias. Producida por Michael Douglas y dirigida por Joel Schumacher (el cual ya dirigió a Kiefer anteriormente en Jóvenes Ocultos, una cinta sobre vampiros adolescentes). Recuerdo verla en su estreno en cines, y la he revisionado varias veces en casa y la cosa es, que la trama sigue gustando. Mencionar, además, la partitura compuesta por James Newton Howard y el perfecto inicio de la película, con un aventurado y profético Nelson (Sutherland) diciendo lo de "Hoy es un buen día para morir". Mi nota final es de 8/10.

No guardo mal recuerdo de Línea mortal, pero miedo me da intentar revisarla ...

Reconozco que es una película que no he visto jamás. Claro que me quedan tantos clásicos por visionar...

La verdad es que no está nada mal, Línea mortal. Si se le puede achacar un defecto es que no todas las "historias" del grupo de médicos tienen el mismo peso, la misma importancia o el mismo interés. Eso hace que esté algo descompensada, pero con todo, es muy revisionable.

Verónica (2017, Paco Plaza)
Ya me habían contado buenas impresiones con esta cinta, pero me he llevado una grata sorpresa. Muy recomendable, con un suspense agudo en la mayoría del metraje y aunque con algún detalle negativo que salta a la vista por el limitado presupuesto, me parece una película con un nivel muy alto.
Muy recomendable!

PD: Ayer volví a ver en casa el BD-UHD de Batman vs Superman: El Amanecer de la Justicia, y sigo pensando que está infravalorada. Mucho mejor que MoS o alguna "Marvelada" mucho mejor valorada. (IMHO).

Saludos.

Yo reconozco que me aburrí notablemente con BATMAN V SUPERMAN: EL AMANECER DE LA JUSTICIA. En cambio, me encantó WONDER WOMAN. Creo que Gal Gadot está perfecta como la heroína más antigua de los cómics. No sólo tiene una presencia imponente y es guapísima sino que también es una buena actriz.