Por cierto, y para que no se me tache de lo que no soy, el otro día me cargué El cazador, de Cimino. La pude apreciar en
BD (hermosísima y recomendable edición la del disco) y es una película TOTAL. Nos muestra desesperación y esperanza, la vida que buscamos y la vida que nos encontramos, la grandeza del ser humano (la esperanza que le hace seguir adelante) y la mayor de las miserias (la guerra y sus consecuencias).
Una dirección magnífica que se apoya en un guión extraordinario. El director nos sumerge en la historia, a base de los detalles más pequeños, mundanos y livianos, que nos permiten sentir en carne propia toda la identidad e idiosincracia de aquella comunidad de inmigrantes del Este en un pueblo industrial de Pennsylvannia.
La libertad y la opresión, el individuo frente a la naturaleza y a otros individuos, el líder y el seguidor...
Todos los actores están magníficos. Llegamos a comprender y conocer tanto a cada uno de ellos que se nos hace difícil quedarnos con alguno. Christopher Walken y su mirada fría, alejada del lugar se nos queda para siempre en la mente y nos hiela el corazón.
Cazale hace una clase magistral de actor que no actúa, sino que reacciona ante los acontecimientos (y eso que estaba gravemente enfermo, muriendo antes, incluso, de finalizar el rodaje).
Streep es una gozada para los ojos. Guapísima, llevaba muy poco tiempo en el negocio, pero el aplomo, cercanía y naturalidad que muestra en pantalla sólo corresponde a una de las grandes (y vaya que lo demostró). En este sentido, estoy seguro que aprendió mucho de su relación personal con Cazale (algo que casi nunca se ha comentado)
De Niro me lo dejo para el final. Siempre que hablamos de él, mencionamos Taxi driver o El Padrino segunda parte o Toro salvaje. Afirmo aquí que El cazador es el ejercicio de interpretación más complicado que ha resuelto con matrícula de honor. No es fácil transmitir tanto con tan poco. Sabe decir cosas con la mirada como muy pocos han conseguido con largas parrafadas. Es un personaje que actúa más que habla, pero que siente profundamente y se lo agradecemos enormemente.
Su personaje es el motor del largo film, a veces lento, otras, de ritmo trepidante y angustioso, pero siempre interesante. y de esto, tiene gran culpa De Niro. Lo más increíble es que además, rompe todos nuestros esquemas e ideas preconcebidas a lo largo del metraje, resultando ser otra persona muy distinta de lo que aparentaba. Está perfectamente escrito y tamizado todos los bordes de su comportamiento. Gran complejidad y gran actuación.
No hay más remedio que darle un 10. Eso sí: advierto que el ver la película te deja hecho polvo, pero es una experiencia que todo el mundo debe llevar a cabo, al menos, una vez en la vida. Consejo: dejarse llevar por la historia y los personajes, y fijarse en el mínimo detalle de la vida ordinaria.