Fíjate, a mí éso mismo me pasa también con ese cine de aventuras y fantasía clásico (El mago de Oz, El ladrón de Bagdad, Robín de los Bosques, La espada de Damasco, Su alteza el ladrón, La coraza negra, Ivanhoe, Noche en el paraíso, El mundo en sus manos, El hidalgo de los mares...) y ahí sí que difícilmente puede entrar el factor nostalgia, porque en la época en que esas pelis se hicieron yo ni había nacido. Definitivamente, eran películas para los más jóvenes, pero que podía disfrutar toda la familia. Y hechas con más alma y honestidad -puede que incluso con más oficio- que ahora, una especie de sentido ingenuo de la maravilla que se ha perdido totalmente en el cine de hoy.