Hacía ya unos añitos que no veía "Aquella casa al lado del cementerio"... ya iba siendo hora y anoche la pude ver en condiciones: solo, a altas horas de la madrugada y por supuesto, a oscuras
He de decir que, a principios de los 90, abrió un videoclub en mi pueblo que se especializaba, según las octavillas que se podían encontrar pegadas por todas partes, en películas antiguas y "cine clásico". Cual no fue mi enorme placer al llegar, el día de la inauguración, y ver que las películas estaban ordenadas por género, e irme derechito al terror... la primera peli que cogí fue esta; me llamó la atención su carátula pero aún con carátula sosa la habría cogido, porque en mi familia se había hablado mucho de esta película, muchos familiares la habían visto en el cine y la relataban como una de las películas más "fuertes" y terroríficas que jamás hubieran visto.
Siendo ya entonces un chaval aficionado a las cosas morbosas y siniestras
una película relacionada con un cementerio excitaba mi imaginación. No sé exactamente si tenía 12 o 13 años, pero sí que la vi una noche de sábado con mi hermano mayor y su novia. La película de asustó, me dio un asco infinito (estáis leyendo a alguien que en su infancia pasó varios meses negándose categóricamente a tomar ninguna clase de sopa después de ver "Indiana Jones y el templo maldito"), pero también me fascinó más allá de todo lo imaginable. Me pasé semanas enteras dibujando caserones y cementerios y escribiendo relatos sobre posibles funestas visitas de otros ocupantes a aquella casa... al lado del cementerio.
Vista hoy, la película no ha perdido impacto. No soy un gran fan de Fulci (antes prefiero a Mario Bava, o a Argento en sus buenos tiempos) pero le reconozco una fascinante capacidad para saltarse, como le da la puñetera gana, la lógica más elemental, combinando esto con crear imágenes visuales revulsivas muy potentes, tenemos que sus mejores películas son una especie de dosis individuales de pesadilla, una vez el espectador es capaz de pedirle a su sentido de la lógica que se vaya a tomarse un café, se entra de lleno en ese mundo.
Probablemente, los espectadores acostumbrados a horrores sofisticados, ya sea tenebrosas historias góticas con monstruos clásicos o historias de suspense psicológico, rechacen la propuesta de Fulci, pues sus películas son una experiencia de los sentidos antes que para el intelecto. La atmósfera de puro terror que es capaz de crear a costa de tirar cualquier coherencia por la borda, es única.
La película comienza mostrándonos el brutal asesinato de una joven y su pareja en la casa del título. El joven era un brillante científico, el doctor Petersen, que estaba haciendo unas misteriosas investigaciones en Nueva Inglaterra. Un nuevo científico, el doctor Norman Boyle, será emplazado en la misma ciudad para terminar el trabajo del anterior, y se mudará con su familia a la misma casa donde ocurrieron los hechos (hay que tener narices también, ¿no había más casas?). A partir de ahí, la película se convierte en una pesadilla constante donde mucho ayuda esa música, muy italiana, capaz de poner a cualquiera los pelos de punta.
La película despliega un sinfin de temas visuales y narrativos, sin coherencia alguna. Por un lado tenemos el misterio de la casa y lo que en ella habita. Por otro, el niño de los Boyle tiene ¿visiones? ¿premoniciones? donde ve a una niña advirtiéndole que no debe ir a la casa. Una extraña niña que ronda por todas partes sin que nadie parezca notarlo. La esposa de Boyle tiene extrañas alucinaciones con la casa, y sabemos que toma una medicación con fines no muy claros, o la misteriosa niñera que aparece para ayudar en la casa, y que es idéntica a un maniquí que el niño ha visto poco antes, cuya actitud no dejará de ser sospechosa en ningún momento.
Tenemos también el misterio de Norman, el científico que viene a resolver lo ocurrido, pero que esconde no pocos misterios. Por ejemplo, según el conservador de la biblioteca donde trabaja, Boyle ya estuvo en la ciudad tiempo atrás con una mujer que decía ser su hija, pero Boyle niega completamente que tal cosa haya sucedido y asegura que nunca jamás había visitado la ciudad, además no tiene ninguna hija...
La película va acumulando tales incoherencias argumentales, que se hace difícil creer que sean fruto del azar o de la mera mediocridad...
Para mi, se trata de un film simplemente alucinante, con todos sus defectos, que los tiene y muchos.