Demetrius and The Gladiators (Delmer Daves; 1954)
Como queda poco para semana santa, me he animado a revisar una película de uno de los géneros que más me apasionan: el peplúm y cine Bíblico.
Secuela directa de la Tunica Sagrada, que arranca inmediatamente después de que el Tribuno Marcello Gallio y Diana hayan sido sentenciados a muerte por Calígula por alta traición al estado al considerarse Cristianos; Demetrius, el antes esclavo y mayordomo de Marcello, es el encargado custodiar la Túnica de Jesús ante la ausencia de Pedro en nuevas misiones.
Me gusta menos que la "Túnica Sagrada" y ni de lejos me parece que llega al nivel de aquella. Delmer Daves parece que tenía claro rebajar el componente religioso y místico de la primera entrega y en transformarlo en un péplum más convencional centrado en la acción. El primer problema que le encuentro es que ni el Demetrius de Victor Mature (aunque no me disguste como actor) ni la Messalina de Susan Hayward no tienen ni el carisma ni la química que tenían Richard Burton y Jean Simmons en la "Túnica Sagrada". Otro problema es lo irregular que están trazados los personajes: por un lado tenemos un Demetrio que sufre un cambio de personalidad renegando de un plumazo de todas sus creencias sólo porque muere la mujer que se enamora de él (una dulce Debra Paget), y poseído por la rabia, se carga un puñado de gladiadores en el circo ante Calígula. Nombrado Tribuno y viendo que la Túnica salva a Lucía, tiene remordimientos y vuelve a convertirse en cristiano. Por otro, Messalina, esposa de Claudio, que va cambiando de opinión sobre Demetrius según avanzan los acontecimientos (ahora luchas, ahora no; ahora te hago sirviente, ahora vuelves a la arena...), y eso sin contar las tragaderas de Claudio por las infidelidades de Messalina con Demetrius.
El guión parece que está hecho con prisas, la historia es muy inconexa y deslavazada. Vemos que Demetrius esconde la túnica en la colonia de cristianos ante una redada de los romanos, que estos no son capaces de encontrar, y posteriormente desaparece misteriosamente, y sin saber cómo ni por qué, aparece posteriormente como si nada. Por otra parte, Caligula actúa como si no conociera de nada a Demetrius. Tampoco se explica cómo sabe combatir Demetrius con tanta destreza (se podría haber enseñado el entrenamiento en la escuela, como si hace por cierto Richard Fleischer en
Barrabás). El personaje de Lucía se podría haber sacado mucho más partido, no se explota todo el enamoramiento de Demetrius. Eso sí, aunque tampoco es que tenga demasiada acción las escenas en el circo son aceptables, no están nada mal (aunque me parece mejor por ejemplo el duelo a espadas entre Marcelo y el Decurión).
Si tengo que elegir, lo mejor es el trabajo expléndido de Calígula por Jay Robinson, interpretandolo con un histrionismo muy apropiado, resultando un tirano sádico que da realmente miedo. El Pedro de Michael Rennie; gran actor secundario que es capaz de dotar su Pedro de presencia y carisma. Susan Hayward está bien, pero el problema es otra vez la falta de carisma con Mature, y es lo que al final acaba pesando...
Aunque siempre me ha gustado
Demetrius, en esta ocasión le he sacado fallos que no recordaba; Me gusta, la disfruto y es entretenida, pero en mi opinión no tiene el equlibrio y la solidez de la historia que sí tenía la Túnica. Echo en falta el tono místico que aquí se pierde por completo.
Si la
Túnica Sagrada es de notable alto (8), a
Demetrius le voy a dar un seis.