Esa frase podría definir muchos de los films de Bergman, quizá con el matiz que en la categoría de "desequilibrados emocionales" podríamos acabar entrando casi todos, desde la perspectiva bergmaniana. Los finales "lógicamente terribles" es algo también bastante común en el cine del sueco, y yo pondría el énfasis en eso que dices de "lógicamente", porque se trata en todo caso de una lógica perversa pero de la que en cierto modo no podemos escapar.
Si te interesa profundizar en la obra de Bergman, en el hilo
Revisitando a Ingmar Bergman pasamos revista a toda su obra, de forma cronológica, hace ya unos tres años. En concreto, esta
De la vida de las marionetas que comentas es uno de sus films más "terroríficos", pero no el único, una producción algo atípica porque está rodada en Alemania y en alemán, durante la época en que Bergman abandonó Suecia por problemas con el fisco. A mí es un film que me encanta y, a la vez, me horroriza.