Tema: Las últimas pelis que has visto en casa

Esas ganas, Alex, que te veo ansioso. Bueno, mi idea era crear mañana el hilo (pero vista la expectación, lo puedo crear hoy mismo) y durante la semana que viene comentar los cortos (que no he visto aún, salvo alguno que estaba incluido en otras ediciones) para ir cogiendo carrerilla y ya atacar El cuchillo en el agua en la semana del 19 al 25 de noviembre.

O sea, en resumen, que sí. Ya comentaré los cortos hacia el jueves más o menos.

Iniciado por Mizoguchi

De los directores que citas no he visto casi nada y eso incluye a Nicholas Ray. Con Polanski sí que puedo aportar salvo, por ahora, las 3 últimas.

Pues en especial Cronenberg creo que podría ser de tu gusto. Para mí son tres de los directores más interesantes surgidos en los 70, junto obviamente al mejor de todos, David Lynch.

Iniciado por Mizoguchi

Pues debes volver a ver Lunas de hiel, es un gran Polanski, además tiene mucho del tema obsesivo que tanto le gusta. Así como el asunto de confundir a personas por la calle, como en La semilla del diablo. En Polanski es muy importante la mirada.

Caerá, por supuesto. Tuve un tiempo por casa la novela de Pascal Bruckner en que se basa, pero después de la decepción de la película no tuve ganas de leerla. A ver qué me deparará esta revisión.

Iniciado por Mizoguchi

El escritor en realidad (lo tengo que desvelar ya) es un "remake" de El quimérico inquilino pero ahora todavía no diré a qué se debe eso por muy raro que pueda parecer. Un dios salvaje la dejo en interesantísima pero podría ponerla en la otra categoría, es algo tipo La muerte y la doncella, actores sublimes encerrados en un lugar. La maestría para dirigirles y colocar la cámara es antológica.

Pues sí, así de entrada más que raro suena rarísimo. A mí El escritor me encanta y más que por la trama o por las interpretaciones (que también) por la ambientación en esa isla lluviosa y semidesierta.

Iniciado por Mizoguchi

Concluyo por tanto que Macbeth también te encanta, a mí por fidelidad me gusta más aún que la de Kurosawa pero en realidad es como responder si quiero más a papá o a mamá.

Tanto como encantar no sé, necesito una revisión. De momento, me sigo inclinando por la de Kurosawa, aunque como bien dices no hace ninguna falta elegir entre una u otra.

Iniciado por Mizoguchi

A mí Basada en hecho reales me apetece mucho pese a los palos que le han dado, ¡a ver cuándo la veo! aunque sólo sea por el hecho de ser suya, pero me acabas de desvelar algo demasiado spoileante… Y además está Eva Green, hay que verla vamos.

Vaya, lo siento. Tengo que decir que lo "spoileante" a mí me pareció claro desde el primer momento, pero no sigo, ya llegaremos... dentro de unos 5 o 6 meses.

¿Vais a empezar con ciclo Polanski? A ver si me apunto!

Acabo de abrir el hilo. Empezamos esta semana entrante con los cortos y la siguiente con El cuchillo en el agua.

Iniciado por Mizoguchi

De los directores que citas no he visto casi nada y eso incluye a Nicholas Ray. Con Polanski sí que puedo aportar salvo, por ahora, las 3 últimas.



Pues debes volver a ver Lunas de hiel, es un gran Polanski, además tiene mucho del tema obsesivo que tanto le gusta. Así como el asunto de confundir a personas por la calle, como en La semilla del diablo. En Polanski es muy importante la mirada.

Lo mismo digo con Frenético, es una película estupenda y algo aún más Polanski, kafkiana.

El escritor en realidad (lo tengo que desvelar ya) es un "remake" de El quimérico inquilino pero ahora todavía no diré a qué se debe eso por muy raro que pueda parecer. Un dios salvaje la dejo en interesantísima pero podría ponerla en la otra categoría, es algo tipo La muerte y la doncella, actores sublimes encerrados en un lugar. La maestría para dirigirles y colocar la cámara es antológica.

Concluyo por tanto que Macbeth también te encanta, a mí por fidelidad me gusta más aún que la de Kurosawa pero en realidad es como responder si quiero más a papá o a mamá.



A mí Basada en hecho reales me apetece mucho pese a los palos que le han dado, ¡a ver cuándo la veo! aunque sólo sea por el hecho de ser suya, pero me acabas de desvelar algo demasiado spoileante… :cuniao Y además está Eva Green, hay que verla vamos.

Cierto!!!!Polanski y Eva Green!!!!, quien no tendría ganas de verla? Si fuera director de casting Eva Green sería SIEMPRE la primera opción para Femme Fatale

De Polanski tengo vistas sus primeras películas, ya que hace un par de años me hice ciclo. Pero no he visto muchas suyas: Lunas de hiel, Piratas, Qué, Macbeth... otras las tengo ya borrosass, como Frenético, que la vi recién salida de alquiler en el videoclub y no la he vuelto a ver. Y otras son películas capitales para mí como cinéfilo y me sé los diálogos de memoria. Advierto que con "El baile de los vampiros" y "La novena puerta" puede que se me vaya la cabeza con la extensión de los textos, pues siempre me pasa al hablar de ellas

Mucho Polanski me falta por ver, sólo he visto 11 (algunas en tiempos remotos: "Lunas de hiel" y "La muerte y la doncella"), algunas flojas pero en conjunto es sin duda un autor interesante, ahora mismo me quedo con "Repulsión" y "La Semilla del diablo".







LA FRUSTA E IL CORPO (1963, Mario Bava)

Obra Maestra de la perversidad sado-masoquista en el cine de terror y que puede formar espectacular pareja con la necrofilia de esa otra cima llamada “El horrible secreto del Dr. Hichcock” (1962, Riccardo Freda). Christopher Lee es un noble arrogante –primero vivo, luego como espectro- que utiliza un látigo para la excitación sexual, siendo su ¿víctima? una Daliah Lavi dando la talla bajo la sombra-recuerdo de Barbara Steele. La película es quintaesencia italiana de terror, esto es, que el guión y la narración en el sentido más clásico, ordenado y cuadriculado, no son tan importantes como digamos en el cine anglosajón; esa narración aquí lo que avanza es a golpe de languidez contemplativa y de sensaciones: el placer, el dolor y su recuerdo, poder y sumisión, horror y culpa; con un Mario Bava on fire, que al son de una música de ópera romántica, mueve la cámara elegante e incisivamente por la estancias de ese castillo al borde de un acantilado en la costa, y que usa - emergiendo de una densa penumbra general- unos arrebatadores, bien elegidos y colocados azules, verdes y rojos, que potencian la fuerza malsana del texto. Puro romanticismo negro gótico y alucinatorio. Imprescindible.











La que me ha convencido poco es



El SACRIFICIO DE UN CIERVO SAGRADO (2017) de Yorgos Lanthimos

Historia de una venganza originada por una malograda operación de corazón, con un argumento al borde del ridículo que sería contado con total y ridicula seriedad por un telefilm de los muchos que cuentan cosas parecidas, pero que Lanthimos se nota según avanza el metraje que no lo toma de ese modo, y eso le honra, pero su opción de tono no me va demasiado. Hubiera preferido una directa sátira, y no una especie de broma burlona (haci)a los personajes disfrazada de mal rollo autoral ( que de hecho, a mi parecer acaba quedando como algo más hueco que de ser satirico), cuyos dos factores acaban anulandose, y no resulta ni dramática ni cómica. No sé, tiene sus momentos, pero en conjunto me pareció que tiene un muy corto alcance. Pero depende de la sensibilidad de cada uno, como siempre, he comprobado que alguna gente carcajea de lo lindo en muchas escenas, y a otra (no necesariamente coincidente) le produce un desasosiego tremendo.

IT WAS FIFTY YEARS AGO TODAY, …

O

EL AÑO DEL MONO / PARTE II:

O

FROM “THE DAWN OF MAN” TO “ALL THESE WORLDS ARE YOURS... EXCEPT EUROPA”

O

2001: A SPACE ODYSSEY (1968, 2001: UNA ODISEA DEL ESPACIO) de Stanley Kubrick



Hawk Films Ltd. / Metro-Goldwyn-Mayer, Inc.

Inicio de rodaje: 29 de diciembre de 1965

Estreno: 2 de abril de 1968

y

2010 (1984, 2010: ODISEA DOS) de Peter Hyams



Metro-Goldwyn-Mayer, Inc.

Inicio de rodaje: 6 de febrero de 1984

Estreno: 7 de diciembre de 1984

Al igual que cuando comenté recientemente el díptico EL PLANETA DE LOS SIMIOS/REGRESO AL PLANETA DE LOS SIMIOS, resulta ciertamente difícil a estas alturas añadir algo nuevo u original, especialmente en el caso de 2001: UNA ODISEA DEL ESPACIO, sin duda una de las películas más diseccionadas por los críticos desde su ya lejano estreno hace 50 años... Pero al igual que en el caso anterior me resulta interesante comentar igualmente las continuaciones de las obras originales, más atractivas de lo que habitualmente suele considerarse, aunque ciertamente no alcancen ni de lejos la grandeza de las mismas.

Lo que viene a continuación serán unas breves pinceladas porque ni el ánimo ni la salud (ni la paciencia de los amables lectores) toleraría un mayor desarrollo argumental.

Pero por falta de ganas que no quede. Así que, allá vamos de nuevo...

Si bien es cierto que el punto de partida de la película de Kubrick (en mi modesta opinión su gran obra maestra y la que muestra más profundamente su verdadera personalidad y sus más intimas convicciones) es un relato breve de Arthur C. Clarke (1917-2008) titulado en nuestro país “El centinela” (1951) e incluido en su primera colección de cuentos “Expedición a la Tierra” (1953) [en nuestro país de la mano de E.D.H.A.S.A., colección Nebulae nº 8, 1955], también hay ecos de obras coetáneas del mismo autor como “Encuentro en la aurora” (1953), que serviría de inspiración para el segmento inicial “The Dawn of Man” (e incluido igualmente en la citada colección de relatos) o “Guardian Angel” (1950), con la presencia de unos extraterrestres que ayudarían a acelerar la evolución de la humanidad y que conformaría la primera parte (“La Tierra y los Superseñores”) de la magnífica novela “El fin de la infancia” (1953) [Minotauro, 1956].







Primer punto a tener en cuenta por tanto: la incapacidad de Stanley Kubrick de escribir un libreto original o de desarrollar un guión sin ayuda.

Nadie es perfecto... ni siquiera Kubrick...

… lo siento, amigo Mizoguchi.

Segundo (y todavía más importante) punto a tener en cuenta:

La anterior obra del director newyorkino, la espléndida DR. STRANGELOVE OR: HOW I LEARNED TO STOP WORRYING AND LOVE THE BOMB (1964, ¿TELÉFONO ROJO? VOLAMOS HACIA MOSCÚ), devendría capital en el desarrollo de la siguiente obra de Kubrick, la cinta que hoy estamos comentando.



El miedo cerval a la muerte por parte del director acrecentado por el riesgo más que inminente de una guerra nuclear entre las dos grandes potencias (dramáticamente acentuada por la crisis de los misiles en 1962) llevaría a Kubrick a plantearse la posibilidad (científica) de poder escapar (de alguna forma) de ese posible holocausto (y de librarse de la muerte (alcanzando la inmortalidad)) y para ello qué mejor que la intervención de una (o varias) inteligencias extraterrestres que, al igual que en la seminal THE DAY THE EARTH STOOD STILL (1951, ULTIMÁTUM A LA TIERRA) de Robert Wise, tendrían una presencia capital en la trama (en ULTIMÁTUM impidiendo la autodestrucción del planeta y en 2001 acelerando notablemente la evolución del Hombre hasta un estado cuasi-divino (y al margen por tanto de la realidad espacio/temporal)).



Película con múltiples lecturas y como bien decía el propio Kubrick, una experiencia puramente visual (y sonora, añadiría yo, pues tanto la elección de la música como su imbricación en la trama deviene capital a la hora de crear esa atmósfera que nos habla de la inmensidad del espacio y de lo diminuta e insignificante que es nuestra querida Tierra), 2001 sigue siendo, no sólo la primera obra maestra absoluta del género sino una de las mejores películas de la Historia del Cine...

… y que ahora podemos disfrutar en una magnífica edición restaurada en 4K que recupera las tonalidades originales de la obra (acentuando la colorimetría (el segmento inicial luce espléndidamente)) y que nos permite disfrutar en su plenitud de esta película, madre de buena parte del mejor cine de ciencia ficción del siglo XX y XXI.

Y si ciertamente el ser humano no ha ido más allá de la conquista de la Luna, el menos los amantes del 7º arte hemos estado ya en “JUPITER AND BEYOND THE INFINITE”. Ahí es nada...

Y si como ya comenté cuando revisé EL PLANETA DE LOS SIMIOS (la de Schaffner, no la de Burton, por Dios) la secuela, REGRESO AL PLANETA DE LOS SIMIOS resultaba más interesante de lo que uno pudiera pensar (o de lo que la crítica suele expresar), pues algo parecido sucede (en mi modesta opinión) con la (injustamente) denostada 2001: ODISEA DOS.

Hagamos de abogado del diablo por unos momentos.

Y lo primero que habremos de hacer es olvidarnos de la película original, algo harto difícil pero que nos ayudará a ver esta modesta producción como una estimulante secuela que tiene, eso sí, más de Clarke que de Kubrick (después de todo se basa en la novela del primero (editada en nuestro país por Ultramar en 1983)).



Y si 2001 fue co-escrita, producida y dirigida por Kubrick (además de diseñar y dirigir los efectos fotográficos especiales), igualmente 2010 sería un producto personal (lógicamente a una escala mucho menor) pues Peter Hyams (al que debemos un par de títulos francamente interesantes dentro del género de la ciencia ficción como son CAPRICORN ONE (1977, CAPRICORNIO UNO) y, especialmente, OUTLAND (1981, ATMÓSFERA CERO), estimulante “remake” de HIGH NOON (1952, SOLO ANTE EL PELIGRO) de Fred Zinnemann) se encargó de la fotografía y del guión, además de ejercer de productor y de director.

En el inicio de la misma se hace un ajustado resumen de la trama de la primera película y se nos pone rápidamente en situación: estamos, al igual que en la mencionada DR. STRANGELOVE, en medio de la guerra fría, lo cual queda claramente expuesto ya desde los primeros tramos de la película. Sin embargo, aquí es posible el acercamiento de las dos superpotencias gracias a una operación conjunta que permitirá, usando una nave soviética pero con la vital ayuda del Dr. Floyd (personaje recuperado de la cinta anterior, aquí interpretado por el siempre solvente Roy Scheider (uno de esos actores que caracterizan el mejor cine de los años '70 y principios de los '80))), el Dr. Chandra (el creador de HAL-9000) y el Dr. Curnow, alcanzar la “Discovery One”, recuperar a HAL e intentar descubrir que pasó con el astronauta Dave Bowman y el resto de la expedición a Júpiter (Saturno en la novela del británico).



Si ciertamente los efectos especiales de la película quedan muy lejos de la perfección conseguida por Kubrick (y Wally Veevers, Douglas Trumbull, Con Pederson y Tom Howard) pese a los 16 años transcurridos entre una y otra producción, también es cierto que el intento de Hyams (y primero de Clarke (como ya hiciera en su novelización de 2001, intentando clarificar lo que Kubrick dejara a la imaginación del espectador)) de dar coherencia a la densa trama tejida por Kubrick y además añadir nuevos interrogantes a la misma me parece lo suficientemente atractivo como mantener el interés de la cinta hasta su ¿poético? final.

Si en 2001 el monolito (en el cuento original, por cierto, es una pirámide) inicialmente servía de mecanismo evolutivo de la especie humana (hace cuatro millones de años, cuando la misma se circunscribía exclusivamente a África) y más tarde, cuando se descubre otro en la Luna, en señal indicativa a las inteligencias extraterrestres que los dispusieron de que el ser humano había logrado alcanzar el umbral necesario para pasar al siguiente (y definitivo) estadío, en 2010 será la transformación de Júpiter (una estrella malograda en su origen) en un sol lo que servirá como fuente de energía y de vida para la luna Europa (en el libro original como decíamos la trama se desarrolla en el sistema de Saturno y el satélite elegido por el macromonolito sería Jápeto), un mundo que se ha demostrado (ahora hablamos de ciencia, no de ciencia ficción) posee un océano de agua líquida bajo su corteza helada y donde esas inteligencias tienen puestas ahora sus esperanzas como antes las tuvieron en nuestro planeta.



La aparición de un espectral Bowman, alguien que está por encima del mundo físico, servirá de “mensajero de los dioses” para advertir a la tripulación de la Leonov de que deben partir y no inmiscuirse en lo que se está desarrollando en Europa, de ahí la frase del libro (y de la película) “todos esos mundos son vuestros... excepto Europa. No intentéis aterrizar allí”. Una advertencia, al igual que en la citada ULTIMÁTUM, que el hombre debe respetar so pena de un castigo capaz de borrar de un plumazo nuestro planeta como si nunca hubiese existido.



Hermosa es la escena en la que cientos de miles (o millones) de monolitos convierten el enorme planeta en el sol que necesitará Europa para que la vida que se haya bajo los hielos pueda llegar algún día a evolucionar como ocurrió en los albores de nuestro cada vez más empobrecido planeta y a dominar el mismo.

Si en EL PLANETA DE LOS SIMIOS/REGRESO AL PLANETA DE LOS SIMIOS imperaba una visión profundamente pesimista tanto del ser humano como del simio que luego le sucedería, en 2001: UNA ODISEA DEL ESPACIO/2010: ODISEA DOS, por el contrario, tendríamos una llamada a la concordia entre los pueblos y a la esperanza de que el ser humano (ya sea por el mismo o por la ayuda de (benevolentes) extraterrestres) pueda todavía desarrollar al máximo su potencial y que debemos basarnos en la ciencia (y no en la superstición) para lograr dicha meta.

Películas estrenadas el mismo año (me refiere a las originales), el mítico 1968, pero completamente distintas. Yo, modestamente, he intentado (sin ayuda de monolito intermediario) de enlazarlas por la presencia de los simios que nos antecedieron en la escala evolutiva. Un Macguffin tan válido como cualquiera.

Si en 2001 el tramo inicial es tal vez el más bello (“El amanecer del hombre”) se produce la transición entre animal y hombre, en EL PLANETA, a la inversa, será el primero el que evolucione del segundo. Y, curiosamente, hay una notable semejanza entre el inicio de 2001 y el inicio de EL PLANETA (cuando los tres astronautas llegan... a la Tierra). Esas escenas rodadas en parajes semidesérticos parecen superponerse en la retina de los espectadores.





Si 2001 es un poema sinfónico, de una belleza visual como pocas veces ha sido vista en el cine, EL PLANETA es una profunda y nada agradable visión de lo que le espera a la especie humana si no cambia drásticamente de actitud sobre el futuro de nuestro planeta.

Si 2001 da esperanza (aunque sea sirviéndose de un factor externo (en este caso los E.T.s)) en EL PLANETA se nos habla de la naturaleza cíclica de las cosas, de que todo es inútil en la lucha contra la entropía que gobierna el universo.

Y si pese a todo Kubrick acabó muriendo (como haremos todos, por otra parte) sin lograr la inmortalidad que buscaba, al menos su obra, sus mejores películas, lo han conseguido.

No todos tendremos la misma suerte.

Feliz tarde.

Espero encontraros a todos... “más allá del infinito”.

Iniciado por Frank Zito

Mucho Polanski me falta por ver, sólo he visto 11 (algunas en tiempos remotos: "Lunas de hiel" y "La muerte y la doncella"), algunas flojas pero en conjunto es sin duda un autor interesante, ahora mismo me quedo con "Repulsión" y "La Semilla del diablo".







LA FRUSTA E IL CORPO (1963, Mario Bava)

Obra Maestra de la perversidad sado-masoquista en el cine de terror y que puede formar espectacular pareja con la necrofilia de esa otra cima llamada “El horrible secreto del Dr. Hichcock” (1962, Riccardo Freda). Christopher Lee es un noble arrogante –primero vivo, luego como espectro- que utiliza un látigo para la excitación sexual, siendo su ¿víctima? una Daliah Lavi dando la talla bajo la sombra-recuerdo de Barbara Steele. La película es quintaesencia italiana de terror, esto es, que el guión y la narración en el sentido más clásico, ordenado y cuadriculado, no son tan importantes como digamos en el cine anglosajón; esa narración aquí lo que avanza es a golpe de languidez contemplativa y de sensaciones: el placer, el dolor y su recuerdo, poder y sumisión, horror y culpa; con un Mario Bava on fire, que al son de una música de ópera romántica, mueve la cámara elegante e incisivamente por la estancias de ese castillo al borde de un acantilado en la costa, y que usa - emergiendo de una densa penumbra general- unos arrebatadores, bien elegidos y colocados azules, verdes y rojos, que potencian la fuerza malsana del texto. Puro romanticismo negro gótico y alucinatorio. Imprescindible.











La que me ha convencido poco es



El SACRIFICIO DE UN CIERVO SAGRADO (2017) de Yorgos Lanthimos

Historia de una venganza originada por una malograda operación de corazón, con un argumento al borde del ridículo que sería contado con total y ridicula seriedad por un telefilm de los muchos que cuentan cosas parecidas, pero que Lanthimos se nota según avanza el metraje que no lo toma de ese modo, y eso le honra, pero su opción de tono no me va demasiado. Hubiera preferido una directa sátira, y no una especie de broma burlona (haci)a los personajes disfrazada de mal rollo autoral ( que de hecho, a mi parecer acaba quedando como algo más hueco que de ser satirico), cuyos dos factores acaban anulandose, y no resulta ni dramática ni cómica. No sé, tiene sus momentos, pero en conjunto me pareció que tiene un muy corto alcance. Pero depende de la sensibilidad de cada uno, como siempre, he comprobado que alguna gente carcajea de lo lindo en muchas escenas, y a otra (no necesariamente coincidente) le produce un desasosiego tremendo.

Joder, La frusta e il corpo, acabas de tocarme la fibra sensible ... Junto con la que también mencionas del Dr. Hichcock y El molino de las mujeres de piedra, la tengo en el top-ten del gótico italiano, género que, pese a todo, no me acaba de convencer (mucho colorín saturado, mucho manierismo raro con la cámara, mucha repetición de los mismos esquemas y personajes, mucho guión exageradamente retorcido para contar al final nada en la mayoría de los casos). Yo siempre que veo esta película me pregunto ¿cómo es posible que con una historia tan absolutamente desagradable (violencia machista, sadomasoquismo,necrofilia, pinceladas de incesto) y unos personajes tan rematadamente antipáticos te cuenten una película de una belleza tan sublime como perturbadora? Lo que no tiene perdón, en cambio, es que la voz de Christopher Lee (actor al que hay que oír con su voz, sí o sí) esté doblada tanto en la versión italiana como en la inglesa por otros actores . Otro pero es quizá el final, que yo hubiera preferido dejaran más ambiguo y abierto. También que me quedo con las ganas de ver alguna que otra escena de ver al sr. Lee fustigado por la Lavi, pero bueno, supongo que eran otros tiempos .

Cimas (me refiero a "2001" y "El planeta de los simios"). En los 70s hubo mucha cifi pesimista y catastrófica proveniente de grandes y pequeños estudios. Precisamente el otro día (re)visione una que no es de las mejores, pero ya que estamos merece un comentario a propósito.





EDICTO SIGLO XXI: PROHIBIDO TENER HIJOS (Zero Population Growth, 1971 – Michael Campus).


Film cifi, con un futuro en el que los gobiernos, a diferencia del misterio biológico en “Hijos de los Hombres”, deciden directamente prohibir durante 30 años el tener hijos, bajo pena de muerte (se ofrece a las mujeres unos muñegotes que responden por nombre y dicen “te quiero”, para atemperar sus cuitas de necesidad maternal, vagamente a lo ”A.I.”), debido a la superpoblación y escasez de alimentos (no hay animales: vemos museos con reproducciones de gatos, conejos, gallinas etc, recuerda todo un poco también a “Soylent Green”). Naturalmente nos centramos en una pareja (Oliver Reed y estupenda Geraldine Chaplin) que querrá concebir, manteniéndolo oculto.

Me es grato –por la casi imposibilidad actual- el tono seco, directo, íntimo y agobiante del film (como se solazaba en ambiente gritty y oscuro la cifi de aquellos años), que rehúye el espectáculo sentimentalista (y lo propiamente espectacular) del que harían hoy la razón de ser para la peli; con interiores fríos, asépticos y exterior con perenne, densa niebla tóxica (los automóviles, para los museos, también). Lástima que la falta de garra, realización de Campus, merme interés en el un tanto somnoliento desarrollo narrativo de la propuesta. Con todo, interesante y con buenos detalles y escenas. El final, para debate aparte.

Iniciado por Jane Olsen

Otro pero es quizá el final, que yo hubiera preferido dejaran más ambiguo y abierto. También que me quedo con las ganas de ver alguna que otra escena de ver al sr. Lee fustigado por la Lavi, pero bueno, supongo que eran otros tiempos .

El pero lo comparto. Le añade otra capa al asunto, pero le quita la ambigüedad, como bien dices. Pero bueno, a esas alturas creo que el torrente de sensaciones (como decía antes) no quedan anuladas por ello. Lo del Lee fustigado creo que el personaje no se hubiera dejado voluntariamente, pero tendría gracia jeje

Iniciado por Frank Zito

Mucho Polanski me falta por ver, sólo he visto 11 (algunas en tiempos remotos: "Lunas de hiel" y "La muerte y la doncella"), algunas flojas pero en conjunto es sin duda un autor interesante, ahora mismo me quedo con "Repulsión" y "La Semilla del diablo".







LA FRUSTA E IL CORPO (1963, Mario Bava)

Obra Maestra de la perversidad sado-masoquista en el cine de terror y que puede formar espectacular pareja con la necrofilia de esa otra cima llamada “El horrible secreto del Dr. Hichcock” (1962, Riccardo Freda). Christopher Lee es un noble arrogante –primero vivo, luego como espectro- que utiliza un látigo para la excitación sexual, siendo su ¿víctima? una Daliah Lavi dando la talla bajo la sombra-recuerdo de Barbara Steele. La película es quintaesencia italiana de terror, esto es, que el guión y la narración en el sentido más clásico, ordenado y cuadriculado, no son tan importantes como digamos en el cine anglosajón; esa narración aquí lo que avanza es a golpe de languidez contemplativa y de sensaciones: el placer, el dolor y su recuerdo, poder y sumisión, horror y culpa; con un Mario Bava on fire, que al son de una música de ópera romántica, mueve la cámara elegante e incisivamente por la estancias de ese castillo al borde de un acantilado en la costa, y que usa - emergiendo de una densa penumbra general- unos arrebatadores, bien elegidos y colocados azules, verdes y rojos, que potencian la fuerza malsana del texto. Puro romanticismo negro gótico y alucinatorio. Imprescindible.











La que me ha convencido poco es



El SACRIFICIO DE UN CIERVO SAGRADO (2017) de Yorgos Lanthimos

Historia de una venganza originada por una malograda operación de corazón, con un argumento al borde del ridículo que sería contado con total y ridicula seriedad por un telefilm de los muchos que cuentan cosas parecidas, pero que Lanthimos se nota según avanza el metraje que no lo toma de ese modo, y eso le honra, pero su opción de tono no me va demasiado. Hubiera preferido una directa sátira, y no una especie de broma burlona (haci)a los personajes disfrazada de mal rollo autoral ( que de hecho, a mi parecer acaba quedando como algo más hueco que de ser satirico), cuyos dos factores acaban anulandose, y no resulta ni dramática ni cómica. No sé, tiene sus momentos, pero en conjunto me pareció que tiene un muy corto alcance. Pero depende de la sensibilidad de cada uno, como siempre, he comprobado que alguna gente carcajea de lo lindo en muchas escenas, y a otra (no necesariamente coincidente) le produce un desasosiego tremendo.

La película de Bava es ciertamente una de sus piezas mayores y ahora además disponemos de una excelente edición en BD de la mano de Regia (2016):



Y el cromatismo remite poderosamente al usado por Terence Fisher y Jack Asher en sus obras seminales para la Hammer como THE CURSE OF FRANKENSTEIN, DRACULA, THE REVENGE OF FRANKENSTEIN o THE HOUND OF THE BASKERVILLES.

Iniciado por Frank Zito

Cimas (me refiero a "2001" y "El planeta de los simios"). En los 70s hubo mucha cifi pesimista y catastrófica proveniente de grandes y pequeños estudios. Precisamente el otro día (re)visione una que no es de las mejores, pero ya que estamos merece un comentario a propósito.





EDICTO SIGLO XXI: PROHIBIDO TENER HIJOS (Zero Population Growth, 1971 – Michael Campus).


Film cifi, con un futuro en el que los gobiernos, a diferencia del misterio biológico en “Hijos de los Hombres”, deciden directamente prohibir durante 30 años el tener hijos, bajo pena de muerte (se ofrece a las mujeres unos muñegotes que responden por nombre y dicen “te quiero”, para atemperar sus cuitas de necesidad maternal, vagamente a lo ”A.I.”), debido a la superpoblación y escasez de alimentos (no hay animales: vemos museos con reproducciones de gatos, conejos, gallinas etc, recuerda todo un poco también a “Soylent Green”). Naturalmente nos centramos en una pareja (Oliver Reed y estupenda Geraldine Chaplin) que querrá concebir, manteniéndolo oculto.

Me es grato –por la casi imposibilidad actual- el tono seco, directo, íntimo y agobiante del film (como se solazaba en ambiente gritty y oscuro la cifi de aquellos años), que rehúye el espectáculo sentimentalista (y lo propiamente espectacular) del que harían hoy la razón de ser para la peli; con interiores fríos, asépticos y exterior con perenne, densa niebla tóxica (los automóviles, para los museos, también). Lástima que la falta de garra, realización de Campus, merme interés en el un tanto somnoliento desarrollo narrativo de la propuesta. Con todo, interesante y con buenos detalles y escenas. El final, para debate aparte.

Hace un par de semanas que la vi, precisamente. Me quedé con algunos buenos detalles. Especialmente esos monigotes grimosos con los que se espera sustituir a los niños, y el auténtico lavado de cerebro (no tiene otro nombre) que hacen los psicólogos para que las mujeres los "acepten" como sus hijos.

También, buen detalle: los ciudadanos se dedican a registrar las calles buscando niños ilegales para denunciarlos y cobrar una especie de "premio", un dinero que paga el estado por descubrir y denunciar niños concebidos fuera de la ley. Inigualable escena en que una mujer denuncia a un niño que resulta ser legal (es de hecho, el último niño que nació legalmente) y, fastidiada por perderse la recompensa, farfullará a la policía "¿seguro que no se equivocan?". La fe en el género humano estaba muy, muy ausente en aquellas películas de ciencia ficción setentera.

Aunque no fuesen (algunas) totalmente conseguidas en su resolución última cinematográfica, esos guiones tenían una mala hostia tremenda.

Y es que en los '70 se realizaron algunas de las grandes obras del género, algunas inmensamente populares (como LA GUERRA DE LAS GALAXIAS o ENCUENTROS EN LA TERCERA FASE) y otras no tanto pero igualmente excelentes como LA AMENAZA DE ANDRÓMEDA, SOLARIS, CUANDO EL DESTINO NOS ALCANCE, LA INVASIÓN DE LOS ULTRACUERPOS, LOS NIÑOS DEL BRASIL, CAPRICORNIO UNO, ALIEN, EL OCTAVO PASAJERO, MAD MAX: SALVAJES DE AUTOPISTA o STALKER.

Y aprovechando el excelente comentario del compañero Frank Zito sobre la soberbia (e incomprendida) LA FRUSTA E IL CORPO, una película que como bien decis sería impensable en estos tiempos de (falsa) corrección política, es preciso indicar la (retro)influencia que se produjo entre las películas de horror de Terence Fisher elaboradas para la Hammer en territorio británico y las que vienen firmadas por Mario Bava en Italia (o en régimen de co-producción (como es el caso de LA FRUSTA)) y Roger Corman en los EEUU.

Si el DRÁCULA de Fisher influiría muy notablemente en LA MÁSCARA DEL DEMONIO (dejando aparte, por supuesto, el cromatismo (la primera rodada en fulgurante Eastman Color y la segunda en un prístino b/n)) de Bava, Roger Corman usaría a la protagonista de ésta, la británica Barbara Steele (que también fue siempre doblada, amiga Olsen ), en su segunda incursión en el fantástico con base en la obra de Poe, EL PÉNDULO DE LA MUERTE. Pero a su vez, el galán de LA CAÍDA DE LA CASA USHER, Mark Damon, entraría a formar parte del reparto de una de las tres historias que articulan la obra maestra absoluta del italiano, LAS TRES CARAS DEL MIEDO (donde Boris Karloff tendría igualmente una presencia determinante).

Un tema apasionante, sin duda.

REVISANDO CLÁSICOS: EL CINE DE AVENTURAS.

RED DUST (1932, TIERRA DE PASIÓN) de Victor Fleming.



Estudio: Metro-Goldwyn-Mayer Corp. / Loew's Inc.

Productor: Hunt Stromberg.

Guión: John Lee Mahin, basado en la obra teatral homónima de Wilson Collison (Nueva York, 2 de enero de 1928).

Dirección artística: Cedric Gibbons.

Fotografía: Harold Rosson.

Música: -.

Reparto: Clark Gable (Dennis Carson), Jean Harlow (Vantine), Gene Raymond (Gary Willis), Mary Astor (Barbara Willis)

Fecha de estreno: 22 de octubre de 1932.

Aunque todo el mundo (yo mismo incluido) recuerda más (quizás por los contínuos pases televisivos) la nueva versión realizada por el gran John Ford (MOGAMBO (1953, ídem)), lo cierto es que buena parte de sus mejores bazas provienen de la que hoy comentamos ya que no sólo comparten la figura protagonista, el carismático Clark Gable, sino que se benefician de la notable laxitud del todavía inoperante Código de autocensura de la industria que tendría plena vigencia a partir de 1934.



Ciertamente ambas presentan un notable y buen conjuntado reparto (Clark Gable, Jean Harlow y Mary Astor en la primera; el mismo Gable, Ava Gardner y Grace Kelly en la segunda) y aunque la primera se sitúa en Asia (en concreto en Indochina) y la segunda en África y el oficio del primero pasa de dueño de una plantación de caucho a cazador de animales vivos para los zoológicos, lo cierto es que se respira un aire más sensual y salvaje en la versión de 1932, con un Gable que rezuma masculidad por todos sus poros y que atraerá como la miel a las moscas, primero a la mujer de vida disoluta (iba a decir prostituta, pero no me ha parecido correcto) Vantine (una Harlow, de afilada lengua y rápidas contraréplicas, pero que siempre me pareció notablemente artificial) y luego a la virginal Barbara (una bellísima Mary Astor que debería haber tenido más suerte en el cine).



Las tórridas pasiones que se establecen entre los tres protagonistas principales tienen su contrapartida en ese ambiente donde el calor es abrumador hasta la extenuación y las tormentas tan feroces como el ataque de los peligrosos mosquitos o de un tigre aficionado a la carne humana que merodea la plantación.

En ambas versiones el personaje que encarna al marido de Barbara/Linda (Gene Raymond vs. Donald Sinden) es igualmente alguien escasamente carismático pero con la suficiente integridad e inocencia como para hacer cambiar de actitud al macho alfa representado por Gable. Un Gable que al igual que en aquella historia bíblica envía lejos al marido de la mujer a la que desea para poder yacer con ella (hay una excelente película "histórica" que trata sobre ello: DAVID AND BATHSHEBA (1951) de Henry King).

En esta versión el personaje encarnado por Mary Astor (una actriz mucho más sensual que la por otra parte bellísima Grace Kelly) tiene un mayor peso específico en la trama pese a ser la Harlow la cabeza de cartel.



Y es que la Harlow pese a su notable desparpajo y su buen hacer no me puede hacer olvidar a una Ava Gardner en plenitud de su belleza y a la que al igual que la primera la vida no le sonrió precisamente.

Como decíamos Gable (aquí sin su característico bigote) borda su personaje, un patán acostumbrado a salirse con la suya y que siempre ha usado a las mujeres sin preocuparse luego por ellas. La llegada de la elegante y hermosa Barbara cambiará esto y le convertirá en alguien más frágil al enamorarse (¿tal vez por primera vez?).

Su "sublime" sacrificio, salvando el honor de Barbara y reconociendo su amor por Vantine, una mujer que comparte sus gustos y aficiones, servirá de digno colofón a una historia lo suficientemente atractiva como para haber sobrevivido a los 86 años de su realización.



Dudo que algo así le pase a muchas producciones actuales.

Feliz noche.

Iniciado por Alcaudón

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En ambas versiones el personaje que encarna al marido de Barbara/Linda (Gene Raymond vs. Donald Sinden) es igualmente alguien escasamente carismático pero con la suficiente integridad e inocencia como para hacer cambiar de actitud al macho alfa representado por Gable. Un Gable que al igual que en aquella historia bíblica envía lejos al marido de la mujer a la que desea para poder yacer con ella (hay una excelente película "histórica" que trata sobre ello: DAVID AND BATHSHEBA (1951) de Henry King).

Tema bíblico que se recuperó en la estupenda Río de plata, de Raoul Walsh, con Errol Flynn (haciendo de David) y Ann Sheridan.

Por cierto, nunca he visto la película de Victor Fleming que comentas. A mí Jean Harlow también me parece siempre algo artificial, lo contrario de Mary Astor, que estaba fenomenal por ejemplo en El halcón maltés.

A la espera de empezar el ciclo Polanski, he visto esta tarde una película de George A.Romero, La estación de la bruja, que incluye un comentario jocoso sobre La semilla del diablo, y que además comparte cierto punto de vista con la película de Polanski.

Se trata aquí de la aburrida vida de una mujer casada de mediana edad, con una vida de lo más vulgar: su hija ya es una jovencita que pasa de los padres; su marido un hombre de negocios permanentemente de viaje; sus amigas, más o menos tan frustradas y aburridas como ella, lo cual la lleva a jugar con la idea de hacerse bruja gracias a otra vecina que, al parecer, lo es. Entre sus logros estará enrollarse con un joven amigo de su hija con el que gozará de varios revolcones (significativamente, el joven la llama "señora Robinson"), haciendo justicia al título original "Hungry Wives".

Romero realiza un film claramente de serie B, montado a hachazos, pero con notable energía y desparpajo. Me confirma que sus películas que más me interesan son las que prescinden del monotema de los zombis, salvo la primera. Así, films como Martin, Monkey Shines o esta misma son las que más me han gustado, dentro de sus limitaciones que son muchas. Como anécdota, el título en castellano remite a la famosa canción de Donovan ("Season of the Witch") que suena durante la película.



PD: He visto la versión de 89 minutos. Veo en imdb que hay otras versiones más extensas.

La carrera de Romero entre "La noche de los muertos vivientes" y "Zombi" siempre me ha parecido fascinante, aunque fallida en su conjunto.

Romero venía de hacer "There's always vainilla" un largo basado en un cortometraje premiado y que nada tenía que ver con el terror. A no ser que la cosa haya cambiado en los últimos años en los que no he estado muy atento, creo que se la considera película perdida.

Hungry Wives (que también se conoce como Season of the witch y como Jack's Wife) se rodó en 16mm y fue posteriormente "hinchada" a 35, una forma de trabajar que comparten muchos títulos "de guerrilla". Iba a contar con un presupuesto de 250.000 dólares. Pedido el préstamo, los inversores se retiraron del proyecto a la mitad y costó terminarlo. La película tuvo una distribución caótica: inicialmente, el distribuidor la retituló a Hungry Wives y la remontó sin contar con Romero, aputando cerca de media hora de metraje, vendiéndola como un "soft porn". Evidentemente, imaginaos lo que salió de ahí.

Fue tras el petardazo comercial de "Dawn of the dead" que se reestrenó con el título de "Season of the witch". Según parece, la versión original montada por Romero se ha perdido, igual que se perdieron las dos horas y pico que inicialmente duraba Martin.

Iniciado por mad dog earle

Tema bíblico que se recuperó en la estupenda Río de plata, de Raoul Walsh, con Errol Flynn (haciendo de David) y Ann Sheridan.

Por cierto, nunca he visto la película de Victor Fleming que comentas. A mí Jean Harlow también me parece siempre algo artificial, lo contrario de Mary Astor, que estaba fenomenal por ejemplo en El halcón maltés.

Haciendo de "mala" o en la excelente DODSWORTH (1936, DESENGAÑO) de William Wyler haciendo de "buena".

Una actriz bellísima y sensual con una extraordinaria fotogenia como podéis apreciar en las siguientes imágenes:

Iniciado por mad dog earle

A la espera de empezar el ciclo Polanski, he visto esta tarde una película de George A.Romero, La estación de la bruja, que incluye un comentario jocoso sobre La semilla del diablo, y que además comparte cierto punto de vista con la película de Polanski.

Se trata aquí de la aburrida vida de una mujer casada de mediana edad, con una vida de lo más vulgar: su hija ya es una jovencita que pasa de los padres; su marido un hombre de negocios permanentemente de viaje; sus amigas, más o menos tan frustradas y aburridas como ella, lo cual la lleva a jugar con la idea de hacerse bruja gracias a otra vecina que, al parecer, lo es. Entre sus logros estará enrollarse con un joven amigo de su hija con el que gozará de varios revolcones (significativamente, el joven la llama "señora Robinson"), haciendo justicia al título original "Hungry Wives".

Romero realiza un film claramente de serie B, montado a hachazos, pero con notable energía y desparpajo. Me confirma que sus películas que más me interesan son las que prescinden del monotema de los zombis, salvo la primera. Así, films como Martin, Monkey Shines o esta misma son las que más me han gustado, dentro de sus limitaciones que son muchas. Como anécdota, el título en castellano remite a la famosa canción de Donovan ("Season of the Witch") que suena durante la película.



PD: He visto la versión de 89 minutos. Veo en imdb que hay otras versiones más extensas.

Una película de Romero que desconocía. Me la apuntaré en mi (abultada) agenda.

A mí si me gustan todas sus películas de temática zombi, desde LA NOCHE DE LOS MUERTOS VIVIENTES hasta LA RESISTENCIA DE LOS MUERTOS, aunque destaco sobremanera la "trilogía inicial".

Tengo pendiente la revisión de MARTIN que alguien de vosotros comentó recientemente y que yo grabé de un lejano (lejanísimo) pase televisivo y que me pareció cuando menos curiosa. Una variación original sobre el tema de los vampiros.

Aunque en este rincón hablamos de películas y no de series me gustaría recomendar entusiásticamente la espléndida miniserie de la HBO SHARP OBJECTS (2018, HERIDAS ABIERTAS) dirigida por Jean-Marc Vallée basada en la novela homónima de Gillian Flynn e interpretada magistralmente por Amy Adams (adoro a esta actriz ), Patricia Clarkson y Eliza Scanlen.

Son 8 capítulos (voy por el 3º, uno al día) y no puedo más que quitarme el sombrero ante una propuesta tan estimulante como arriesgada.

Recordemos que Gillian Flynn fue la autora de otra novela que fue llevada espléndidamente a la gran pantalla por David Fincher, GONE GIRL (2014, PERDIDA), donde ejerció también de guionista.

Mi más calurosa recomendación y con la magnífica noticia de que además será editada en BD el próximo 12 de diciembre.

Iniciado por Alcaudón

Una película de Romero que desconocía. Me la apuntaré en mi (abultada) agenda.

A mí si me gustan todas sus películas de temática zombi, desde LA NOCHE DE LOS MUERTOS VIVIENTES hasta LA RESISTENCIA DE LOS MUERTOS, aunque destaco sobremanera la "trilogía inicial".

Tengo pendiente la revisión de MARTIN que alguien de vosotros comentó recientemente y que yo grabé de un lejano (lejanísimo) pase televisivo y que me pareció cuando menos curiosa. Una variación original sobre el tema de los vampiros.

Yo la comenté hace poco de forma muy breve: aquí. La pena es que tanto Martin como Hungry Wives las he visto por televisión, en copias bastante malas y dobladas (no suelo ver películas dobladas salvo en casos como estos, de películas difíciles de ver). Me gustaría un día revisarlas en mejores condiciones.

Martin es sin duda, mi favorita de Romero, junto con la primera parte de la saga zombi. Es una película que se hizo casi sin dinero (100.000 dólares) en escenarios naturales, en casas del equipo, que era muy poco. Romero comentó que se lo pasó muy bien haciéndola porque era suya, y el ambiente de rodaje fue casi familiar.

Hace tiempo escribí una crítica de Martin, aquí la calzo:

La noche de los muertos vivientes (Night of the Living Dead, 1968) se convirtió en uno de los filmes más transgresores e influyentes en el cine fantástico de su época. Dicho éxito no acompañó a su director, George Romero, cuya carrera sufrió serios reveses, empezando por el hecho de que no cobró un céntimo por su trabajo en su rompedora película de zombies, debido a problemas con los derechos (hoy, la película es de dominio público) y a la venta de copias piratas de las que sus responsables no se beneficiaron. Su siguiente film, There’s Always Vainilla (1971) es un proyecto basado en un cortometraje, con lo que el guión fue estirado de mala manera y relleno de diálogos de pacotilla e improvisaciones muy poco inspiradas. El filme se considera desaparecido hoy en día. Sus dos filmes siguientes son algo más conocidos, pero igualmente fueron reveses económicos serios: Season of the Witch (1972) -estrenada inicialmente en Estados Unidos como Hungry Wives, y editada en España en dvd en una copia atroz como La estación de la bruja- y The Crazies / Code Name: Trixie (1973) -esta última un interesante aunque fallido borrador de lo que después sería Dawn of the Dead, el segundo film de la saga de los muertos vivientes, y también estrenada en España directamente en vídeo como Contaminación demencial y Los Crazies, siendo este último y surrealista título también usado para la edición en dvd-.

Con abundantes deudas y problemas de salud, Romero fundó junto el productor Richard Rubinstein la Laurel Tape & Film, pequeña productora bajo cuyos auspicios Romero dirigió varios documentales sobre figuras deportivas de la época. Una vez saldadas las deudas, se quiso llevar a cabo la segunda parte de la saga (entonces, pensada como trilogía) de los muertos vivientes. Sin embargo, el guión escrito por Romero necesitaba bastante más dinero del que había en las arcas de Laurel, así que decidieron hacer una película de terror sencilla como “calentamiento” para el proyecto de los zombies. Así nació Martin (editada en España en vídeo y dvd con el incomprensiblemente absurdo título de El regreso de los vampiros vivientes, aunque emitida por televisión con el título original).

Según Romero, la historia se le ocurrió de noche, y de improviso: “Fue una de esas ideas que aparecen en medio de la noche. Al principio no tenía claro si quería que Martin fuera un auténtico vampiro, o alguien que se cree un vampiro”. Martin es un joven trastornado, introvertido. No tiene ningún poder sobrenatural, salvo su supuesta longevidad (dice tener 84 años). Ni la luz del sol, los ajos o los crucifijos le afectan. Como le dice repetidamente a su primo Cuda: “No es magia. Solo es una enfermedad”. El muchacho ha crecido en el seno de una familia europea que se supone maldita, y donde ha habido ocho nosferatus, siendo Martin el noveno. Tres de los vampiros familiares todavía viven, según se nos cuenta. En cualquier caso, la familia de Martin parece creerlo tanto como él. Cuando se muda a Pittsburg con su primo Cuda, un auténtico fanático religioso, y su prima Christina, asistimos a sus costumbres nocturnas de cazar a mujeres solitarias, abrirles las venas con cuchillas de afeitar para beber su sangre, y hacer pasar sus crímenes por suicidios.

Romero hace un magnífico examen de la mentalidad imperante en la América profunda: ese Pittsburg sucio y destartalado, donde parece haber una estricta mentalidad victoriana: incluso las desagradables señoras que frecuentan la tienda de Cuda se escandalizan porque un joven va a vivir en la misma casa que una muchacha soltera, como si de un horrible y pecaminoso asunto se tratase, un verdadero escándalo. Es "una ciudad de viejos", como varias personas indican a lo largo del filme, donde no será bien visto el nuevo sacerdote de ideas progresistas (interpretado por el propio Romero). Se ridiculiza constantemente a la iglesia y las antiguas costumbres religiosas, así, el sacerdote antes mentado está más preocupado porque sus feligreses paguen las reformas que hay que realizar en la iglesia que por sus labores en ella, o el hecho de que Cuda se aferre siempre a sus crucifijos como si de armas se tratase (innecesarias e ineficaces, pues el problema de Martin parece de índole psicológica, y no espiritual). Es, pues, el lugar ideal para que se refugie un muchacho introvertido en exceso, reprimido y de imaginación demasiado fantástica. Parece tener la necesidad de llamar la atención, y efectúa llamadas a un programa de confesiones nocturno, donde, bajo el apelativo de “el Conde” cuenta sus experiencias vampíricas a los oyentes.

A menudo se intercalan imágenes en un opresivo blanco y negro que cuentan el supuesto primer crimen de Martin, sucedido casi un siglo antes, pero bien podrían ser alucinaciones del muchacho perturbado, incluso una reinterpretación del trauma que le ha llevado al estado mental en el que vive. Martin se erige como un personaje tan oscuro como fascinante, perturbado, inquietante, amenazador y, a la vez, patético y digno de compasión. Aunque sea tímido y reprimido, y su primo crea que es un deficiente mental, no es un loco irracional o desorganizado, sino que planifica sus crímenes y toma precauciones para no ser atrapado. Es casi un drogadicto, que siente una necesidad fisiológica de sangre humana cada pocas semanas, y de hecho así es como se comporta, como un adicto. Aficionado a los trucos de magia, Martin se limita a vivir su vida, entre crimen y crimen, ajeno a los intentos de su primo Cuda para "salvar su alma", practicándole un inútil exorcismo (nueva burla de la religión, volviendo a subrayarla como algo anticuado e ineficaz para solucionar problemas modernos), y algo menos ajeno a los problemas de su prima, encerrada en un pueblo de ideología medieval donde la mujer no significa nada, intentando convencer a su novio Arthur (Tom Savini, que se ocupó de los efectos especiales, en un breve papel) para que se marchen de allí.

¿Es Martin un vampiro? Al final, la respuesta es lo de menos. Lo importante es que hemos asistido a un implacable examen psicológico, de un pueblo que parece haberse quedado anclado en el siglo XIX, de una familia destruida por el fanatismo religioso y las supersticiones que todavía tienen cabida en pleno siglo XX, y de un muchacho cuya mente ha sido arruinada por culpa de las creencias de su familia, pero también por su excesiva imaginación. Ya no importa si tiene 84 años o no, si es un simple asesino con una adicción patológica a la sangre humana o hay algo sobrenatural en él. Lo importante ha sido el viaje al interior de su atormentada psique, el poder contemplar las andanzas de un “vampiro” desde una óptica prácticamente inédita.

Según Romero, el rodaje fue distendido, apenas había diez personas en el plató, y el bajo presupuesto le permitía ir a su aire y rodar lo que quería. El presupuesto final ni siquiera alcanzaba los cien mil dólares (y algunos aspectos técnicos del film se resienten de ello, aunque acaba siendo en beneficio de la historia), pero se dio la cifra oficial de doscientos cincuenta mil dólares, porque Rubinstein no quería que le volviesen a pedir hacer un filme tan barato. Tom Savini hizo encantado los efectos especiales, de hecho estuvo a punto de trabajar en La noche de los muertos vivientes, pero fue llamado a filas en Vietnam como fotógrafo, lo que impidió que llegara a participar en la película.

Pese a la satisfacción de Romero, el montaje que hemos visto de la película difiere del montaje que el realizador hubiese querido. El primer montaje duraba dos horas y tres cuartos, pero por cuestiones comerciales se amputó a una hora y media, que es el montaje que conocemos. Según Romero, la versión larga profundizaba en la ciudad donde todo sucede, en la pasión de Martin por la magia, en el cura, en la iglesia, en las relaciones…, pero dicho montaje, pese a que se guardó por si en el futuro era posible restaurar una copia completa, desapareció, y el metraje se considera perdido. También hubo que amputar diversos planos sangrientos, bajo la amenaza de la MPAA, el organismo censor americano, de que el film se estrenase calificado X, aunque esos planos sí han sido añadidos en posteriores ediciones para formato doméstico. Romero aseguraba que “la censura es algo peligroso, y los censores unos seres absurdos. En la escena del principio, en el tren, cuando Martin hace un tajo con una cuchilla en el brazo de la mujer, extirparon los últimos segundos del plano, para que el tajo no fuera tan largo. ¿Qué sentido tiene eso? Están mal de la cabeza, y aquello me cabreó de verdad”.

La película se estrenó en verano de 1978, obteniendo los halagos de la crítica. Económicamente funcionó, aunque no recaudó ninguna suma astronómica, pero algunos cines de Nueva York la mantuvieron en cartel un año entero. Recibió un premio en un festival de cine independiente en Utah, y hoy en día permanece como una de las cintas más oscuras y desconocidas de su realizador. Aunque desde entonces otras películas han explorado el vampirismo como adicción fisiológica o como enfermedad mental, más allá de la simbología sobrenatural, ninguna lo ha hecho como Martin, buceando en las raíces de esa enfermedad, explorando también temas como la ineficacia de la religión para resolver problemas actuales, la presión que ejerce una familia sobre sus miembros, la facilidad con la que se reinterpreta la realidad, la soledad y la hipocresía social. Martin es un plato ideal para cualquier espectador que quiera probar una historia sobre vampirismo totalmente diferente a lo que el cine nos tenía acostumbrados.