Tema: Las últimas pelis que has visto en casa

Iniciado por tomaszapa

Además, que sepáis, yo doblé a Rocco Siffredi en las escenas duras de sus películas y no aparezco acreditado. Yo sí que tengo mérito

Iniciado por tomaszapa

Me parece muy bien. Yo me quedo con esto:

Iniciado por tomaszapa

Ambos fueron grandes, desde luego. Pero el papel de LeRoy en El mago de Oz es un hecho. También que Freed, a pesar de no aparecer acreditado, fue importante como productor asociado o incluso, como apuntan algunos, co-productor.
Además, que sepáis, yo doblé a Rocco Siffredi en las escenas duras de sus películas y no aparezco acreditado. Yo sí que tengo mérito

Éramos uña y carne. Y como no me creéis, aquí una prueba. Me preguntaba hasta cuándo se tenía que ir a la cama.

Iniciado por Alcaudón

Es lo que tiene escribir mientras se está visitando el acuario de Gijón.



Ah, y como ya he dicho, me encantan las películas de LeRoy.

Alcaudón, cuidado!!!

Iniciado por cinefilototal

Yo tengo en dvd un montaje televisivo del 2000, filmado en los estudios Pinewood, y es el que suelo ver. La película del 73 no la tengo porque ese aspecto hippie no me ha llamado la atención.

La banda sonora es una maravilla, sea la versión que sea.

Para mí la versión de referencia es la película de Jewison: es la que vi de estreno un 1 de mayo de 1975 y he vuelto a ver tropecientas veces. Por supuesto la estética es algo hippie como corresponde a una troupe de actores de la época, que es lo que representa. En cuanto a la BSO es insuperable con Ted Neely, Carl Anderson y la encantadora Yvonne Elliman, que llegó a grabar algún disco como vocalista de Eric Clapton. En su día hubo una versión hispana si no recuerdo mal con Camilo Sesto, Teddy Bautista y Ángela Carrasco (que me rectifique tomaszapa si puede dejar de mirarse la.... Glups! Perdón).

Vale, vale, ...lo dejo..!
Efectivamente, hubo una versión española de Jesucristo Superstar (de las muchísimas que surgieron en todo el mundo) y no es por chovinismo, pero la nuestra, al parecer fue de las pocas que agradó enormemente a Lloyd Webber. Además, el enorme coste de la producción corrió a cargo del propio Camilo Sesto.
Fue todo un éxito en el teatro y el disco de Camilo Sesto se vendió muchísimo ese año 1975 que comenta mad dog.
Apuntalo con una nota personal: en esa fecha, tenía yo un añito y solo me chupaba el dedo. Por cierto, que también fue el año que falleció el Caudillo, y se temía a la censura (que había puesto bastantes trabas a la película que comenta mad dog). No pasó nada,afortunadamente.

El tema más famoso de ese álbum/soundtrack fue este Getsemaní, que fue número 1 en la época

Yo de Camilo Sesto sólo recuerdo su época casposa en el programa de Arús, era tan de "Boogie Nights" el personaje.

Iniciado por Alex Fletcher

Yo de Camilo Sesto sólo recuerdo su época casposa en el programa de Arús, era tan de "Boogie Nights" el personaje.

Meh, a mí el único Camilo que me mola, es el que mola mazo ...



Por lo visto, hace unos años intentó montar por su cuenta y riesgo el Fantasma de ALW sin pedir permiso al autor y acabó metido en un jardín. No me enteré muy bien de los detalles, pero parece que la obra se canceló a pocas semanas del estreno... Aquí, algunos detalles de la rocambolesca historia, digna de las aventuras del propio Erik ...

Me apetece, por alusiones de mad dog, recordar a Yvonne Elliman.
Esta hawaiana, de orígenes japoneses (por parte materna) e irlandeses (por la paterna), empezó en esto de la música en el instituto. Allí, uno de los profesores (el de la banda donde ella participaba) la animó a correr la aventura.
Con 17 añitos se planta en Londres y allí descubre, entre actuaciones en bares y pubs, la droga y otras sustancias.
Rice y Webber la descubren y piden que cante en un álbum (el de Jesucristo Superstar) en el papel de María Magdalena. Poco más tarde, la representaría en el escenario. Primero en Londres y después en Broadway.

Efectivamente, en NY conoce a su primer marido, que trabajaba con Robert Stigwood, el fundador de RSO Records. De ahí viene la propuesta para hacer los coros en I shot the sheriff, de Eric Clapton. Le seguiría la gira con Clapton y la colaboración en varios discos del guitarrista y cantante.

Consigue su contrato con una discográfica, y en 1972 saca su primer disco en el que se incluía esta bellísima canción de Jesucristo Superstar: I don´t know how to love him. Tuvo un éxito moderado (número 28 en el Hot 100)



A partir del tercer álbum, y ya con nueva compañía (RSO) empezaron los éxitos. La música disco empezaba a sonar con fuerza en las radios y discotecas del país. Este Hello, stranger consiguió el número 1 en las lista Adulta contemporánea y el 15 en el Hot 100 en 1977.



En esa época, en el sello RSO estaban preparando la banda sonora que revolucionaría el mercado discográfico: Saturday Night Fever. Los Bee Gees, compositores de casi todos los temas del disco, le escribieron a Elliman, How deep is your love, pero el mandamás de RSO, Stigwood, decidió que el tema lo cantaran los hermanos Gibb.
A cambio, le escribieron If I can´t have you, también incluida en la película y en el disco de Fiebre del sábado noche, y ese se convertiría en el mayor éxito de esta cantante nacida en Honolulu.
Alcanzó el número 1 en el Hot 100 en la semana del 13 de mayo de 1978, arrebantado el puesto de honor a Night fever, de Bee Gees (también en SNF). También fue número 4 en la UK Singles.



Yvonne ya no volvería a tener, ni de lejos, un éxito parecido, pero su sello discográfico, RSO, seguiría unos cuantos años más en todo lo alto, con las bandas sonoras de Fiebre del Sábado noche, Grease, Fama, El imperio contraataca o El retorno del Jedi.

Iniciado por mad dog earle

Para mí la versión de referencia es la película de Jewison: es la que vi de estreno un 1 de mayo de 1975 y he vuelto a ver tropecientas veces. Por supuesto la estética es algo hippie como corresponde a una troupe de actores de la época, que es lo que representa. En cuanto a la BSO es insuperable con Ted Neely, Carl Anderson y la encantadora Yvonne Elliman, que llegó a grabar algún disco como vocalista de Eric Clapton. En su día hubo una versión hispana si no recuerdo mal con Camilo Sesto, Teddy Bautista y Ángela Carrasco (que me rectifique tomaszapa si puede dejar de mirarse la.... Glups! Perdón).

Recuerdo que fue muy comentado esa versión teatral de Camilo Sesto y Ángela Carrasco.

Respecto a la película, era muy baby por aquella época, así que no la vi en su estreno. En tve creo que he visto algo, aunque no lo recuerdo bien... es cuestión de animarse un día de estos.

¿La película lleva la partitura completa?...

Me he dado cuenta de que en estos últimos años ha habido Hedy Lamarr hasta en varios cómics diferentes: (conocía uno, pero taanntos....)

Spoiler:

Se considera co-realizador intelectual de su aportación tecnológica al compositor George Antheil (1900-1959), que participó también en obras cinematográficas de la mano de Nicholas Ray o Staley Kramer.

Revisada De aquí a la eternidad, que vi una vez hace muchísimos años y de la que no recordaba casi nada.

No voy a explayarme mucho porque es muy tarde. Qué película tan extraña, tan sombría y tan poética, tan desesperada y tan fatídica, con esos personajes que vacilan entre la mediocridad y la épica, entre la vulgaridad más absoluta y el heroísmo más sublime. Unas vidas vulgares, pero marcadas por el azar, por el estar en un momento dado, en una situación concreta, en un lugar delimitado, y cuyos destinos se entrecruzan sin que estos personajes puedan encontrarse unos a otros, y mucho menos lograr aquello que ansían. Y pese a todo, hay una especie de dignidad heroica en los finales de la mayoría de todos ellos, el asumir que no es una vida perfecta, pero que es lo que tienen, y que harán lo que puedan con ello. Hasta el final. ¿Volverían alguna vez a encontrarse..? ¿Acaso importa..? Quizá lo único importante de esas historias, como de la vida misma, sean los pequeños momentos. Hay películas que son entretenimiento, películas que son arte y películas que son el mundo y la vida mismos. Ésta es una de ellas.

Y yo tenía planes para ver esta noche La llama sagrada (George Cukor, 1942, segundo Tracy-Hepburn), sacada de la biblioteca municipal hace unos días. Imposible.

JAMÁS había visto hasta la fecha un soporte de disco tan rayado. Imposible sobrepasar los primeros 10 minutos.
Alguien que se considere aficionado al cine no puede hacer estas fechorías. O lo ha hecho por fastidiar y le ha tocado a este particular film. Este caso es que ha sido algo exagerado.

Yo hace mucho que no alquilo películas. Ciertamente hay mucha gente que trata las cosas (ajenas) con notable dejadez. Aparte de que muchas copias de clásicos editadas en nuestro país son de juzgado de guardia.

KEEPER OF THE FLAME (porque creo que jamás llegó a estrenarse en salas comerciales en nuestro país) es una película extraña en la carrera de George Cukor. Tiene un aire a CIUDADANO KANE. Una película de marcado tono político (antifascista) ciertamente extraña para ser una producción MGM cuando imperaba la política de Louis B. Mayer de películas de "guante blanco".

Una película que grabé hace muchos años de la televisión en VHS cuando emitieron un ciclo Hepburn/Tracy si mi memoria no falla.

Iniciado por Jane Olsen

Revisada De aquí a la eternidad, que vi una vez hace muchísimos años y de la que no recordaba casi nada.

No voy a explayarme mucho porque es muy tarde. Qué película tan extraña, tan sombría y tan poética, tan desesperada y tan fatídica, con esos personajes que vacilan entre la mediocridad y la épica, entre la vulgaridad más absoluta y el heroísmo más sublime. Unas vidas vulgares, pero marcadas por el azar, por el estar en un momento dado, en una situación concreta, en un lugar delimitado, y cuyos destinos se entrecruzan sin que estos personajes puedan encontrarse unos a otros, y mucho menos lograr aquello que ansían. Y pese a todo, hay una especie de dignidad heroica en los finales de la mayoría de todos ellos, el asumir que no es una vida perfecta, pero que es lo que tienen, y que harán lo que puedan con ello. Hasta el final. ¿Volverían alguna vez a encontrarse..? ¿Acaso importa..? Quizá lo único importante de esas historias, como de la vida misma, sean los pequeños momentos. Hay películas que son entretenimiento, películas que son arte y películas que son el mundo y la vida mismos. Ésta es una de ellas.

Muy bien descrita por Jane. En la época que compré el dvd la vimos varias veces y con el BD la habré visto un par más. Ciertamente es magnífica en todos los aspectos. Es esa confluencia de varios personajes, algunos que van a la deriva en sus vidas (la gran mayoría) en un momento tan importante en la historia del país...Ese choque entre el drama personal y el drama de Pearl Harbor queda magníficamente retratado. Un pedazo de guión, premiado con el Oscar, de Daniel Taradash (responsable del guión de Picnic o Me enamoré de una bruja, entre otros), y unas actuaciones magníficas en el amplio elenco artístico. Dos Oscar en reparto (Reed y Sinatra) y tres nominaciones en principales (Clift,Lancaster y Kerr).
Y una dirección sobresaliente de Zinnemann, que consiguió su correspondiente estatuilla. En total 8 Oscar en 1953 y 5 nominaciones más. Es de esos años en que, aunque la competencia fue buena (Vacaciones en Roma, Raíces profundas, Julio César, La túnica sagrada, Traidor en el infierno, Mogambo...), se premió a la mejor.

Por cierto, dos datos más. En la crítica de NY premiaron como mejor actor a Burt Lancaster.
Y además, después de una racha bastante mala de Sinatra (llevaba unos años de capa caída en la música), este film fue el revulsivo que necesitaba. A partir de aquí le ofrecieron muchos papeles interesantes (y otros menos) y además, otra vez volvió a estar en el candelero musical. Los que hemos seguido la carrera de Frank Sinatra, sabemos que tuvo en esa extensa vida como cantante, varios altos y varios bajos. Siempre renaciendo de sus cenizas.

Iniciado por Jane Olsen

Revisada De aquí a la eternidad, que vi una vez hace muchísimos años y de la que no recordaba casi nada.

No voy a explayarme mucho porque es muy tarde. Qué película tan extraña, tan sombría y tan poética, tan desesperada y tan fatídica, con esos personajes que vacilan entre la mediocridad y la épica, entre la vulgaridad más absoluta y el heroísmo más sublime. Unas vidas vulgares, pero marcadas por el azar, por el estar en un momento dado, en una situación concreta, en un lugar delimitado, y cuyos destinos se entrecruzan sin que estos personajes puedan encontrarse unos a otros, y mucho menos lograr aquello que ansían. Y pese a todo, hay una especie de dignidad heroica en los finales de la mayoría de todos ellos, el asumir que no es una vida perfecta, pero que es lo que tienen, y que harán lo que puedan con ello. Hasta el final. ¿Volverían alguna vez a encontrarse..? ¿Acaso importa..? Quizá lo único importante de esas historias, como de la vida misma, sean los pequeños momentos. Hay películas que son entretenimiento, películas que son arte y películas que son el mundo y la vida mismos. Ésta es una de ellas.

Si, es una gran película, muy realista para la época y con unos personajes inolvidables. Creo que Montgomery Clift hace el papel de su vida, y Sinatra también.

Iniciado por Otto+

Y yo tenía planes para ver esta noche La llama sagrada (George Cukor, 1942, segundo Tracy-Hepburn), sacada de la biblioteca municipal hace unos días. Imposible.

JAMÁS había visto hasta la fecha un soporte de disco tan rayado. Imposible sobrepasar los primeros 10 minutos.
Alguien que se considere aficionado al cine no puede hacer estas fechorías. O lo ha hecho por fastidiar y le ha tocado a este particular film. Este caso es que ha sido algo exagerado.

Suele pasar, la gente no cuida las cosas, y menos cuando no son suyas; yo cuando trabajaba en la biblioteca vi múchísimos libros rotos, páginas arrancadas, discos rayados, carátulas pringosas... en fin, mejor mirar bien antes de llevarse nada...

Iniciado por Alcaudón

KEEPER OF THE FLAME (porque creo que jamás llegó a estrenarse en salas comerciales en nuestro país) es una película extraña en la carrera de George Cukor. Tiene un aire a CIUDADANO KANE. Una película de marcado tono político (antifascista) ciertamente extraña para ser una producción MGM cuando imperaba la política de Louis B. Mayer de películas de "guante blanco".

Una película que grabé hace muchos años de la televisión en VHS cuando emitieron un ciclo Hepburn/Tracy si mi memoria no falla.

Yo también la tenía grabada de la tv en aquel ciclo; es una película extraña por cuanto no es una de esas comedia de la pareja, es una rareza de la época, y sí, tienes razón, en España nunca se estrenó.
No es de lo mejor de Tracy & Hepburn.

Iniciado por tomaszapa

Muy bien descrita por Jane. En la época que compré el dvd la vimos varias veces y con el BD la habré visto un par más. Ciertamente es magnífica en todos los aspectos. Es esa confluencia de varios personajes, algunos que van a la deriva en sus vidas (la gran mayoría) en un momento tan importante en la historia del país...Ese choque entre el drama personal y el drama de Pearl Harbor queda magníficamente retratado. Un pedazo de guión, premiado con el Oscar, de Daniel Taradash (responsable del guión de Picnic o Me enamoré de una bruja, entre otros), y unas actuaciones magníficas en el amplio elenco artístico. Dos Oscar en reparto (Reed y Sinatra) y tres nominaciones en principales (Clift,Lancaster y Kerr).
Y una dirección sobresaliente de Zinnemann, que consiguió su correspondiente estatuilla. En total 8 Oscar en 1953 y 5 nominaciones más. Es de esos años en que, aunque la competencia fue buena (Vacaciones en Roma, Raíces profundas, Julio César, La túnica sagrada, Traidor en el infierno, Mogambo...), se premió a la mejor.

Por cierto, dos datos más. En la crítica de NY premiaron como mejor actor a Burt Lancaster.
Y además, después de una racha bastante mala de Sinatra (llevaba unos años de capa caída en la música), este film fue el revulsivo que necesitaba. A partir de aquí le ofrecieron muchos papeles interesantes (y otros menos) y además, otra vez volvió a estar en el candelero musical. Los que hemos seguido la carrera de Frank Sinatra, sabemos que tuvo en esa extensa vida como cantante, varios altos y varios bajos. Siempre renaciendo de sus cenizas.

Quitando al personaje del marido de Deborah Kerr y al sargento cabronazo de Ernest Borgnine, que son absolutamente antipáticos y dos siesos de cuidado-de puro malos no te los crees-, lo bonito de esta película es que los personajes son como la vida misma, según ya dije. Gente con muchas luces y muchas sombras, con secretos turbios en el pasado, con muchos frentes abiertos en el presente y con una especie de desesperada y tácita necesidad de huir, sin saber a dónde, pero al mismo tiempo, dispuestos a ayudar a los demás, aunque también lastrados por cobardías y egoísmos. Ya digo, me ha parecido una película rarísima para la época, donde, en el cine de Hollywood, si había una guerra de por medio, los personajes solían ser héroes de una pieza, absolutamente puros y virtuosos. Aquí no, aquí hay unos personajes tan humanos, tan indefensos, por así decirlo, y con unas ansias de vivir que es como si los conocieras de muchos años.

Qué curioso lo de Zinnemann.

Tiene De aquí a la ETERNIDAD y Un hombre para la ETERNIDAD.

Ayer continué con el ciclo empezado hace tiempo: el ciclo de películas de Roger Corman basadas en relatos de Poe. Si en su día le tocó el turno a Usher, ahora vamos a por "El pozo y el péndulo", o como se tituló en nuestro país la película, "El péndulo de la muerte".



El péndulo... es de las pelis del ciclo Corman que he visto pocas veces, concretamente, dos, y con este revisionado, tres. Todas en DVD. Hay otras películas del ciclo que vi de niño hasta la extenuación, pues las grabó mi padre en VHS de pases televisivos y en mi casa tuvieron mucho éxito pero esta no fue una de ellas y la vi con la aparición del DVD.

La caída de la casa Usher fue un enorme éxito, no solo económico, sino incluso crítico. Fue un experimento, intentando Corman hacer una apuesta diferente a esas películas baratas de monstruos con menos de 100.000 dólares de prespuesto. Y no hay que creer que el éxito se le subió a nuestro amigo a la cabeza: entre Usher (1960) y El péndulo, Roger Corman rodó 3 películas baratas de las suyas: "La tienda de los horrores", que devendría en cláisco, "Atlas", y "El monstruo del mar encantado". ¡Todo ello en menos de un año junto con "El péndulo..."

Comenta Richard Matheson que le encargaron escribir una continuación, y que no había entonces intención de crear ciclo alguno, sino simplemente, explotar una apuesta comercial que había tenido éxito. Corman quería adaptar "La máscara de la muerte roja", pero el estreno, por aquel tiempo, de "El séptimo sello" de Bergman, de gran parecido con lo que él tenía en mente, le valió aplazarlo. El presupuesto esta vez fue, según algunas fuentes de 1 millón de dólares, aunque otros afirman que no pasó de 300.000 dólares. Sigue siendo una fortuna igualmente, comparado con lo que solían costar los productos de la AIP (American international pictures).

Roger Corman, como artesano experimentado y capacitado para usar el ingenio a falta de mayores recursos, decidió seguir aquí la máxima universal del éxito: si algo funciona, no seas tonto, no toques. Por lo que contó de nuevo con buena parte del equipo técnico y artístico del éxito previo. Así, tenemos a Richard Matheson construyendo una historia basada en algunos de los elementos de la obra de Poe, pues el relato en que se basa no daba para un largometraje. Encontramos restos de la obra de Poe por todas partes: el hombre torturado por la muerte de su esposa, el pánico al enterramiento prematuro, la obsesión con los retratos pintados del ser amado que permanecen incluso una vez este se ha ido...



Se unen a ello elementos del gótico tradicional, como esa mansión (en este caso, todo un castillo) al borde de un acantilado, los yermos páramos cubiertos por ominosa niebla, el extranjero que llega a una casa extraña y llena de costumbres y secretos desconocidos... todo ello con el mismo diseño de producción de Daniel Haller, otro artesano capacitado con el ingenio, a falta de dineros, y fotografiado por el estupendo Floyd Crosby, director de fotografía que había trabajado al servicio de gente como Murnau o Nicholas Ray, y que colaboraba con la AIP por aquellos años. A estos elementos se suma, una vez más la partitura de Les Baxter, gran compositor de la casa.

Y por supuesto, no iba a faltar Vincent Price, como señor de la función (aunque advierto que esta vez tendrá compañía). Price suma a su cómputo otra obra maravillosa, otra interpretación atormentada, trágica y llena de pasión: cada gesto lloroso o enloquecido, cada mirada torturada o aviesa, está imbuida por el genio de este hombre para componer personajes exquisitos. En esta ocasión, la obra tiene lugar en la España del siglo XVI, donde el joven Francis Barnard acudirá al castillo Medina, para buscar una explicación a la repentina muerte de su hermana Elizabeth. Allí se encontrará con su cuñado, Nicholas Medina (un atormentado Price) que parece ocultar, desde el principio, la verdad con bastante descaro; y conocerá a la hermana de Nicholas, Catherine, y al amigo de la familia, el doctor Leon.

Price aduce que la muerte de su esposa se debió a una enfermedad sanguínea, pero la vaguedad de sus palabras hacen que Barnard investigue, revelándosele finalmente que su hermana murió de miedo, visitando una noche la cámara de torturas que perteneció al padre de Nicholas, Sebastian Medina, un brutal inquisidor español. Aún sin quererlo, como solía ocurrir al personaje del "extraño en tierra extraña" del ciclo, Francis quedará atrapado en una trama familiar que le es ajena, pero de la que no podrá escapar...

Es ya hora de hablar del último (último en aparecer, ni mucho menos último en talento) rostro que aquí tenemos sumando para nuestro goce: el de Barbara Steele, actriz británica de enormes ojos y carnosos labios que, como Price, compondría un puñado de papeles ya inseparables al género fantástico; es solo verla y me vienen a la mente esos ojazos abiertos en la blanquinegra obra maestra "La máscara del demonio" de Mario Bava poco antes de ser ajusticiada por su propio hermano, por brujería. Aquí, Steele es Elizabeth, la esposa fallecida y, quizás, prematuramente enterrada, cuya presencia a lo largo del filme se siente: su retrato preside su cuarto, ahora abandonado, su lápida en la cripta familiar es un plano recurrente... no es hasta el final que la tendremos en espíritu



Como ya comenté al hablar de Usher... Corman estaba muy interesado en el estudio de la psicología, consultaba a un psiquiatra y vertía muchos elementos psicológicos y freudianos en su ciclo de Poe. En otras películas, tenemos escenas oníricas, casi surrealistas, que a menudo sirven de epifanía al personaje protagonista. Aquí tenemos la historia de un hombre atormentado por el trauma infantil más extremo, y es que Nicholas, de niño, curioseando en la sala que le estaba prohibida, la cámara de torturas de su padre, fue testigo de la cruel "guía" que el inquisidor Sebastian hizo a su madre y a su tío, a los cuales castigó después por su adulterio: a él lo mató a palos, a ella, la torturó en su cámara y luego la emparedó viva. Todo ello nos es mostrado a través de flashbacks rodados con aberraciones cromáticas y gran angular, según Corman, para mostrar que todo ello está intrincado para siempre en el subconsciente de Medina, un hombre que siempre ha vivido peligrosamente cerca de la locura.

No es el único experimento que se permite Corman en los menos de 20 días que dura el rodaje: hay bastantes planos retorcidos, desde puntos de vista inclinados y se juega mucho con la cámara, los colores y el montaje, sobre todo en la célebre secuencia final, cuando entra en acción el péndulo del título.

La mayor parte de la película se rodaría en estudio, salvo la llegada inicial del personaje de Barnard al castillo, que se rodó en la costa de Los Angeles, muy similar a la llegada del "personaje extranjero" de la película previa. Todos los interiores del castillo están rodados en estudio, usando Haller diverso atrezzo fabricado, comprado o alquilado a otros estudios como la Universal; el escenario del castillo se construyó a diversos niveles para poder rodar y dar una impresión convincente de que aquello era un castillo europeo de verdad: excesivos trabajos y esfuerzos para una peliculita barata más "de autocine", por mucho que los productores de la AIP lo pensaran, la conjunción de talentos y el mayor presupuesto obraron maravillas, y tanto esta como la previa del ciclo dan la sensación de superar los medios con los que fueron financiadas en mucho.



Si "La caída de la casa Usher" fue un éxito, "El péndulo de la muerte" lo superó, llegando a recaudar dos millones en taquillas y una (en general) buena acogida crítica. El éxito económico llevó a Corman a pedir una revisión de los beneficios que se llevaba a los productores de la AIP, Samuel Arkoff y James Nicholson. Tal vez por eso, Corman decidió dirigir la siguiente película del ciclo fuera del amparo de la AIP... aunque eso es otra historia

Para el que esto escribe, todo es maravilla: un Price arrebatador, torturado y digno de lástima en la primera mitad del rodaje, tan patético como amenazador y terrorífico en la segunda, una Barbara Steele que firma aquí otra piedra angular de su carrera y del cine fantástico: su Elizabeth queda suscrita en la lista de villanas del género y su final es difícilmente olvidable, esos ojazos... Aunque quizás, Usher esta ligeramente mejor para mí en algunos aspectos, sobre todo, guión. Y es que, si el relato de Poe de aquella era más extenso y daba para más, el de "El pozo y el péndulo" es breve y apenas usado, siendo el guión de Matheson al fin y al cabo, un pastiche de motivos afines al escritor de Boston; un pastiche afortunado, pero un pastiche. Con todo, diferencio esta de la previa no por escalones, sino por milímetros, siendo ambas obras que cuentan con mi aprecio... ¡y todo ello, de nuevo, las dos, en menos de 80 minutos!

Iniciado por Jane Olsen

Quitando al personaje del marido de Deborah Kerr y al sargento cabronazo de Ernest Borgnine, que son absolutamente antipáticos y dos siesos de cuidado-de puro malos no te los crees-, lo bonito de esta película es que los personajes son como la vida misma, según ya dije. Gente con muchas luces y muchas sombras, con secretos turbios en el pasado, con muchos frentes abiertos en el presente y con una especie de desesperada y tácita necesidad de huir, sin saber a dónde, pero al mismo tiempo, dispuestos a ayudar a los demás, aunque también lastrados por cobardías y egoísmos. Ya digo, me ha parecido una película rarísima para la época, donde, en el cine de Hollywood, si había una guerra de por medio, los personajes solían ser héroes de una pieza, absolutamente puros y virtuosos. Aquí no, aquí hay unos personajes tan humanos, tan indefensos, por así decirlo, y con unas ansias de vivir que es como si los conocieras de muchos años.

Es cierto. Los personajes están muy bien trabajados. Son muy poliédricos, mostrando varias facetas y transformaciones a lo largo del metraje. Yo creo que la clave está en que, pese a tener como escenario la guerra, realmente cada personaje vive una guerra propia. Es una perspectiva novedosa para la época y no cumplía para nada el "libro de ruta" de las películas bélicas. Aquí, como dices, no hay héroes de una pieza, sino varios héroes a su pesar, por las circunstancias, desprendiéndose de esos miedos y de su propio egoísmo.
Yo decía lo de la deriva, porque parece que es el momento del ataque ese elemento externo que se necesitaba, esa excusa para que los personajes evolucinen y salgan de esa deriva.

Iniciado por Alcaudón

Qué curioso lo de Zinnemann.

Tiene De aquí a la ETERNIDAD y Un hombre para la ETERNIDAD.

Y más curioso es que con ambas consiguió la eternidad, en forma de premios a la mejor película y a la mejor dirección

Por cierto, Barbara Steele aparecía en Fellini 8 1/2, un par de años después de la película que comenta Charles. Interpretaba a Gloria Morin, la nueva novia del amigo del protagonista. Espléndida

Iniciado por Charles Lee Ra

Ayer continué con el ciclo empezado hace tiempo: el ciclo de películas de Roger Corman basadas en relatos de Poe. Si en su día le tocó el turno a Usher, ahora vamos a por "El pozo y el péndulo", o como se tituló en nuestro país la película, "El péndulo de la muerte".



El péndulo... es de las pelis del ciclo Corman que he visto pocas veces, concretamente, dos, y con este revisionado, tres. Todas en DVD. Hay otras películas del ciclo que vi de niño hasta la extenuación, pues las grabó mi padre en VHS de pases televisivos y en mi casa tuvieron mucho éxito pero esta no fue una de ellas y la vi con la aparición del DVD.

La caída de la casa Usher fue un enorme éxito, no solo económico, sino incluso crítico. Fue un experimento, intentando Corman hacer una apuesta diferente a esas películas baratas de monstruos con menos de 100.000 dólares de prespuesto. Y no hay que creer que el éxito se le subió a nuestro amigo a la cabeza: entre Usher (1960) y El péndulo, Roger Corman rodó 3 películas baratas de las suyas: "La tienda de los horrores", que devendría en cláisco, "Atlas", y "El monstruo del mar encantado". ¡Todo ello en menos de un año junto con "El péndulo..."

Comenta Richard Matheson que le encargaron escribir una continuación, y que no había entonces intención de crear ciclo alguno, sino simplemente, explotar una apuesta comercial que había tenido éxito. Corman quería adaptar "La máscara de la muerte roja", pero el estreno, por aquel tiempo, de "El séptimo sello" de Bergman, de gran parecido con lo que él tenía en mente, le valió aplazarlo. El presupuesto esta vez fue, según algunas fuentes de 1 millón de dólares, aunque otros afirman que no pasó de 300.000 dólares. Sigue siendo una fortuna igualmente, comparado con lo que solían costar los productos de la AIP (American international pictures).

Roger Corman, como artesano experimentado y capacitado para usar el ingenio a falta de mayores recursos, decidió seguir aquí la máxima universal del éxito: si algo funciona, no seas tonto, no toques. Por lo que contó de nuevo con buena parte del equipo técnico y artístico del éxito previo. Así, tenemos a Richard Matheson construyendo una historia basada en algunos de los elementos de la obra de Poe, pues el relato en que se basa no daba para un largometraje. Encontramos restos de la obra de Poe por todas partes: el hombre torturado por la muerte de su esposa, el pánico al enterramiento prematuro, la obsesión con los retratos pintados del ser amado que permanecen incluso una vez este se ha ido...



Se unen a ello elementos del gótico tradicional, como esa mansión (en este caso, todo un castillo) al borde de un acantilado, los yermos páramos cubiertos por ominosa niebla, el extranjero que llega a una casa extraña y llena de costumbres y secretos desconocidos... todo ello con el mismo diseño de producción de Daniel Haller, otro artesano capacitado con el ingenio, a falta de dineros, y fotografiado por el estupendo Floyd Crosby, director de fotografía que había trabajado al servicio de gente como Murnau o Nicholas Ray, y que colaboraba con la AIP por aquellos años. A estos elementos se suma, una vez más la partitura de Les Baxter, gran compositor de la casa.

Y por supuesto, no iba a faltar Vincent Price, como señor de la función (aunque advierto que esta vez tendrá compañía). Price suma a su cómputo otra obra maravillosa, otra interpretación atormentada, trágica y llena de pasión: cada gesto lloroso o enloquecido, cada mirada torturada o aviesa, está imbuida por el genio de este hombre para componer personajes exquisitos. En esta ocasión, la obra tiene lugar en la España del siglo XVI, donde el joven Francis Barnard acudirá al castillo Medina, para buscar una explicación a la repentina muerte de su hermana Elizabeth. Allí se encontrará con su cuñado, Nicholas Medina (un atormentado Price) que parece ocultar, desde el principio, la verdad con bastante descaro; y conocerá a la hermana de Nicholas, Catherine, y al amigo de la familia, el doctor Leon.

Price aduce que la muerte de su esposa se debió a una enfermedad sanguínea, pero la vaguedad de sus palabras hacen que Barnard investigue, revelándosele finalmente que su hermana murió de miedo, visitando una noche la cámara de torturas que perteneció al padre de Nicholas, Sebastian Medina, un brutal inquisidor español. Aún sin quererlo, como solía ocurrir al personaje del "extraño en tierra extraña" del ciclo, Francis quedará atrapado en una trama familiar que le es ajena, pero de la que no podrá escapar...

Es ya hora de hablar del último (último en aparecer, ni mucho menos último en talento) rostro que aquí tenemos sumando para nuestro goce: el de Barbara Steele, actriz británica de enormes ojos y carnosos labios que, como Price, compondría un puñado de papeles ya inseparables al género fantástico; es solo verla y me vienen a la mente esos ojazos abiertos en la blanquinegra obra maestra "La máscara del demonio" de Mario Bava poco antes de ser ajusticiada por su propio hermano, por brujería. Aquí, Steele es Elizabeth, la esposa fallecida y, quizás, prematuramente enterrada, cuya presencia a lo largo del filme se siente: su retrato preside su cuarto, ahora abandonado, su lápida en la cripta familiar es un plano recurrente... no es hasta el final que la tendremos en espíritu



Como ya comenté al hablar de Usher... Corman estaba muy interesado en el estudio de la psicología, consultaba a un psiquiatra y vertía muchos elementos psicológicos y freudianos en su ciclo de Poe. En otras películas, tenemos escenas oníricas, casi surrealistas, que a menudo sirven de epifanía al personaje protagonista. Aquí tenemos la historia de un hombre atormentado por el trauma infantil más extremo, y es que Nicholas, de niño, curioseando en la sala que le estaba prohibida, la cámara de torturas de su padre, fue testigo de la cruel "guía" que el inquisidor Sebastian hizo a su madre y a su tío, a los cuales castigó después por su adulterio: a él lo mató a palos, a ella, la torturó en su cámara y luego la emparedó viva. Todo ello nos es mostrado a través de flashbacks rodados con aberraciones cromáticas y gran angular, según Corman, para mostrar que todo ello está intrincado para siempre en el subconsciente de Medina, un hombre que siempre ha vivido peligrosamente cerca de la locura.

No es el único experimento que se permite Corman en los menos de 20 días que dura el rodaje: hay bastantes planos retorcidos, desde puntos de vista inclinados y se juega mucho con la cámara, los colores y el montaje, sobre todo en la célebre secuencia final, cuando entra en acción el péndulo del título.

La mayor parte de la película se rodaría en estudio, salvo la llegada inicial del personaje de Barnard al castillo, que se rodó en la costa de Los Angeles, muy similar a la llegada del "personaje extranjero" de la película previa. Todos los interiores del castillo están rodados en estudio, usando Haller diverso atrezzo fabricado, comprado o alquilado a otros estudios como la Universal; el escenario del castillo se construyó a diversos niveles para poder rodar y dar una impresión convincente de que aquello era un castillo europeo de verdad: excesivos trabajos y esfuerzos para una peliculita barata más "de autocine", por mucho que los productores de la AIP lo pensaran, la conjunción de talentos y el mayor presupuesto obraron maravillas, y tanto esta como la previa del ciclo dan la sensación de superar los medios con los que fueron financiadas en mucho.



Si "La caída de la casa Usher" fue un éxito, "El péndulo de la muerte" lo superó, llegando a recaudar dos millones en taquillas y una (en general) buena acogida crítica. El éxito económico llevó a Corman a pedir una revisión de los beneficios que se llevaba a los productores de la AIP, Samuel Arkoff y James Nicholson. Tal vez por eso, Corman decidió dirigir la siguiente película del ciclo fuera del amparo de la AIP... aunque eso es otra historia

Para el que esto escribe, todo es maravilla: un Price arrebatador, torturado y digno de lástima en la primera mitad del rodaje, tan patético como amenazador y terrorífico en la segunda, una Barbara Steele que firma aquí otra piedra angular de su carrera y del cine fantástico: su Elizabeth queda suscrita en la lista de villanas del género y su final es difícilmente olvidable, esos ojazos... Aunque quizás, Usher esta ligeramente mejor para mí en algunos aspectos, sobre todo, guión. Y es que, si el relato de Poe de aquella era más extenso y daba para más, el de "El pozo y el péndulo" es breve y apenas usado, siendo el guión de Matheson al fin y al cabo, un pastiche de motivos afines al escritor de Boston; un pastiche afortunado, pero un pastiche. Con todo, diferencio esta de la previa no por escalones, sino por milímetros, siendo ambas obras que cuentan con mi aprecio... ¡y todo ello, de nuevo, las dos, en menos de 80 minutos!

Después del terror silente y de los clásicos de los años 30' de la Universal, quizá el ciclo Poe-Corman sea mi ciclo preferido de cine de terror de todos (me gusta la Hammer, me gusta el gótico italiano, me gustan clásicos menores sueltos de los años 40, pero Poe es una de mis debilidades desde la adolescencia). De todas ellas: La caída de la casa Usher, Ligeia y El pozo y el pédulo.

Yo no he tenido esa suerte. En mi caso, el terror ha entrado a cuentagotas. El trauma que me quedó de pequeño cuando mi hermana y mi prima me llevaron con 7 años a ver Poltergeist fue brutal. Años más tarde, comencé mi andadura, poco a poco, con la saga de Elm Street, y es ahora, ya de mayor que tengo en la colección bastante cine de terror y mucho precisamente de esa época ochentera en la que veía una carátula de terror en el videoclub y me cagaba de susto. Por culpa de lo mío.