Culpa de aquellos que se empeñan en convertir esto en fútbol: te tiene que gustar el Madrid o el Barcelona... ¡SOLO UNO! ¡ELIGE!
Si ya me parece una decisión cuestionable en lo que a fútbol se refiere (deporte que ni me gusta ni me interesa, de ahí que no entienda esa pasión... supongo. Aunque las razones por las que alguien decide ser de un equipo u otro siempre me parecen absurdas, pero ese es otro tema), imagina tratándose de cine. Esos son los primeros culpables de estas maniobras tan patéticas.
Los de RT, el Certified Fresh y demás tonterías modernas no son los más culpables. Lo son los espectadores sin criterio que necesitan guiarse por críticas, notas y cosas así para decidir qué películas ver. Esos son los segundos culpables.